Congreso Mundial de la CSI

Denuncian nuevos asesinatos de sindicalistas

28/06/2010
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“Durante el Congreso Mundial de la CSI, otros tres sindicalistas han sido asesinados, se trata de un docente colombiano y dos iraquíes”. Quien denunció esta lamentable noticia fue Agnes Jongerius, de la FNV Países Bajos, durante el ultimo día del Congreso Mundial de la Confederación Sindical Internacional que tuvo lugar en Vancouver desde el 21 hasta el 25 del junio.
 
Según el informe (1) publicado por la CSI, la defensa de las violaciones de los derechos de los trabajadores resulta más difícil que en ningún otro momento de la historia reciente. Los datos dicen que el número de sindicalistas asesinados ha aumentado de hecho en un 30% frente al año anterior.
 
Al menos 101 sindicalistas y activistas laborales fueron asesinados en 2009 frente a 76 el año anterior: 48 en Colombia, 16 en Guatemala, 12 en Honduras, seis en México, 6 en Bangladesh, 4 en Brasil, 3 en la República Dominicana, 3 en Filipinas, uno en India, uno en Irak y uno en Nigeria. Colombia ha sido uno de los países más mortíferos del mundo. De los sindicalistas asesinados, 22 eran dirigentes sindicales y cinco eran mujeres. También la escalada de la violencia en Guatemala y Honduras resulta muy preocupante.
 
Solo en Guatemala, en los últimos años, 43 sindicalistas han sido brutalmente asesinados. El líder sindical Noe Antonio Ramírez Portela, del SITRABI Guatemala, habló acerca de las atroces condiciones laborales que padecen los trabajadores del banano, y de las salvajes agresiones que sufren los sindicalistas. “Esta fruta exportada –estos bananos– huelen a sangre a causa de los maltratos que sufren nuestras hermanas y hermanos -dijo el sindicalista- hay 40.000 trabajadores en la costa sur de Guatemala que no están sindicalizados, salen de su casa a las cuatro de la mañana y son llevados en autobús o en camión a las plantaciones. Trabajan unas 12 horas para ganar tan sólo siete u ocho dólares al día. Las principales empresas trasnacionales están cerrando sus fincas allí donde los trabajadores están sindicalizados y se están trasladando a lugares donde los trabajadores no lo estén”, explicó.
 
Se ha tenido noticia además de otros 10 intentos de asesinatos y 35 amenazas de muerte, de nuevo principalmente en Colombia y Guatemala. Por otro lado, numerosos sindicalistas permanecen en prisión y se han sumado a ellos varios cientos más en 2009. Muchos otros fueron arrestados en Irán, Honduras, Pakistán, Corea del Sur, Turquía y Zimbabwe, en particular. La situación general respecto a los derechos sindicales continuó deteriorándose en numerosos países, incluyendo Egipto, la Federación Rusa, Corea del Sur y Turquía.
 
Maung Maung, de la FTUB Birmania, habló a los delegados sobre los riesgos que corren los sindicalistas a la hora de organizar a los trabajadores de su país. “Si te atrapan, te sentencian a un mínimo de siete años de cárcel. También tengo un compañero que ha sido condenado a cadena perpetua.” Maung Maung pidió a las organizaciones afiliadas de la CSI que sigan proporcionando asistencia solidaria a sus compañeros sindicalistas birmanos en su lucha por conseguir el reconocimiento y los derechos básicos.
 
Y no se habla solo de países pobres, también los derechos de los trabajadores y trabajadoras en el mundo industrializado están siendo violados, como es el caso de los trabajadores estadounidenses que luchan por el reconocimiento de su derecho a sindicalizarse conforme a la Ley de libre opción del empleado: “En Estados Unidos se infringe la legislación laboral. La ley no protege a los trabajadores, protege a las corporaciones”, dijo Liz Shuler, de la AFL-CIO, EEUU.
 
Aun si en el 2009 se celebró el 60º Aniversario del Convenio de la OIT sobre el derecho de sindicalización y de negociación colectiva, países como Canadá, China, India, Irán, República de Corea, México, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam todavía no lo han ratificado. Eso implica que aproximadamente la mitad de la población económicamente activa del mundo no está cubierta por dicho convenio. Aún cuando esté ratificado, la implementación de sus disposiciones suele ser débil.
 
Al menos 12,3 millones de personas están sujetas a formas modernas de esclavitud y a otras formas de trabajo forzoso. Los derechos sindicales siguen siendo vulnerados, en muchos casos con total impunidad, y la represión contra los sindicalistas continúa mientras que los Gobiernos incumplen su responsabilidad de garantizar el respeto de los derechos sindicales y la protección de las personas que intentan defender dichos derechos. En varios países, los Gobiernos demostraron una vez más su clara intención de mantener a los sindicatos bajo estrecho control.
 
El documento de la CSI afirma que desde el 2008, la crisis económica y financiera mundial ha tenido un enorme impacto sobre el nivel de empleo en todo el mundo y la defensa y promoción de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y de empleos decentes para todos, De hecho, en muchos países, a pesar del llamamiento lanzado por los Líderes del G20, las autoridades públicas y el sector empresarial han seguido utilizando la crisis como pretexto para debilitar y socavar los derechos sindicales.
 
Otro efecto negativo de la crisis económica y financiera denunciado es que cada vez más trabajadores se ven obligados a aceptar trabajos precarios. De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que actualmente el 50% de la mano de obra global tiene un trabajo vulnerable. Esto afecta a los trabajadores y trabajadoras en las zonas francas industriales, especialmente en el Sudeste asiático y en América Central, a empleados/as del servicio doméstico (sobre todo en Oriente Medio y el Sudeste asiático), a migrantes y trabajadores/as agrícolas.
 
Cabe recordar que las mujeres representan la mayoría de la mano de obra en estos sectores. Por esto el Congreso Mundial adoptó también una resolución (2) donde se propone un programa de acción para lograr la igualdad de género en el lugar de trabajo y en la sociedad. Diana Holland, Presidenta del Comité Femenino de la CSI, recordó a los delegados que las mujeres representan la mitad de la población mundial, desempeñan dos tercios del trabajo, pero sólo ganan el 10% de los ingresos y poseen tan sólo un 1% de la propiedad.
 
Las mujeres constituyen la mayoría de trabajadores con empleos precarios y de los trabajadores en la economía informal desprotegida. Ellas constituyen cerca de la mitad de los migrantes del mundo, y la trata de mujeres es una realidad en aumento. La OIT también estima que 18,7 millones de mujeres han perdido su empleo en 2009 como consecuencia directa de la crisis financiera. Por otro lado, se ha constatado el crecimiento del empleo informal y el desarrollo de nuevas formas de empleo “atípico”, tanto en las regiones como en los distintos sectores industriales.
 
El Congreso afirmó que los derechos de los trabajadores son derechos humanos, y que promover y defender los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras es y debe seguir siendo una prioridad para la CSI. El derecho a formar y unirse a un sindicato, el derecho a negociar y el derecho a llevar a cabo acciones sindicales libres e independientes son esenciales para todas las personas trabajadoras en la defensa y promoción de sus intereses. El libre ejercicio de los derechos sindicales fundamentales por parte de sindicatos independientes es además esencial para el funcionamiento de una sociedad democrática y una economía global basada en la justicia social.
 
 
- Elvira Corona es periodista italiana.
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/142462
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