La cooperación uruguayo-venezolana potencia la integración energética

La búsqueda de una nueva matriz

06/05/2010
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Afirmación: los presidentes de Uruguay y Venezuela firmaron acuerdos para “reimpulsar las relaciones políticas y de cooperación bilaterales”. Uno de los ejes estratégicos es el sector energético. En los últimos cinco años, casi la mitad del petróleo consumido en Uruguay es venezolano, pero los proyectos conjuntos plantean objetivos de cooperación antes que de operaciones comerciales convencionales. América XXI entrevistó en exclusiva a Germán Riet, presidente de la Administración Nacional de Combustibles, Alcoholes y Portland (Ancap), la empresa estatal responsable del sector en Uruguay.
 
La Declaración Conjunta firmada en Caracas a principios de abril entre los presidentes de Uruguay, José Pepe Mujica, y de Venezuela, Hugo Chávez Frías, establece la “voluntad de reimpulsar las relaciones políticas y de cooperación bilaterales, así como redefinir o profundizar los ejes estratégicos bajo los cuales se proyectarán esas relaciones”.
 
Pero, sin dudas, uno de los elementos que materializan este acercamiento es la cuestión energética. Los jefes de Estado firmaron el Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas por el cual Uruguay “garantiza su seguridad y soberanía energética” y Venezuela “recibe como compensación bienes y servicios uruguayos de la más alta calidad”.
 
Además, durante la visita de Mujica, se concretaron dos Memorandum de Entendimiento entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Ancap, la empresa estatal que administra el sector energético en Uruguay. El primero de ellos es para procesar en Uruguay petróleo extraído en territorio venezolano; y el segundo permite adquirir y/o construir activos de almacenamiento y logística de hidrocarburos y derivados. Ambos instrumentos de cooperación fueron firmados por los representantes de Venezuela, el presidente y el vicepresidente de Pdvsa, Rafael Ramírez y Asdrúbal Chávez, respectivamente; y por el presidente de Ancap, Germán Riet, en nombre del gobierno uruguayo.
 
Camino a la complementariedad
 
Cuando en 2009 Germán Riet asumió la presidencia de Ancap, se presentó como “trabajador de la empresa, afiliado al sindicato y director”, reflejando que es un hombre que conoce a la empresa estatal desde sus entrañas. Además señaló que asumía el cargo no como representante de los trabajadores sino de la ciudadanía.
 
A partir de la llegada al Ejecutivo uruguayo del primer gobierno de izquierda, dirigido por el presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), los vínculos entre Uruguay y Venezuela comenzaron a estrecharse. Con la firma de estos acuerdos la relación parece profundizar ese camino de cooperación y complementariedad.
 
“En los últimos cinco años, hemos comprado a Pdvsa entre el 40 y el 50% del petróleo consumido en el país por un monto superior a los 3 mil millones de dólares”, dice Germán Riet a América XXI. “En este convenio, Ancap pagó al contado el 75%. Hay un 25% que fue financiado a 15 años, con dos años de gracia y con una tasa del 2% anual. Esta facilidad financiera ha beneficiado a Uruguay. Producto de la crisis de 2002 y de una deuda de muy corto plazo y con intereses muy altos en 2005, la empresa tenía una situación financiera muy comprometida. No tenía un flujo de caja suficiente como para comprar el petróleo crudo al contado.”
 
La deuda con Pdvsa ha operado de hecho como un ahorro para el ente estatal uruguayo. El jerarca de Ancap expresa que esa deuda, que asciende a 600 millones de dólares, “es aproximadamente lo que ha crecido el patrimonio del organismo público en estos cinco años”. Este ahorro de capital ha permitido relanzar a la empresa estatal.
 
Según Riet, lo que para la oposición política es un problema, para la empresa estatal ha sido parte de la solución para posicionarla nuevamente en sitiales de privilegio. Lo que sucede “es que no han visto, o no han querido ver, en qué se ha usado el endeudamiento”.
 
Combustibles, alcoholes y portland
 
“Lo primero que hicimos con ella fue reestructurar a la vez la deuda que tenía Ancap. En segundo lugar, pasamos a tener un flujo de caja que permitió comprar el crudo al contado, evitando un sobre costo” en el precio del petróleo, afirmó Riet. El presidente de la compañía estatal agregó: “estos fueron beneficios inmediatos que tuvimos con los primeros cargamentos que trajimos de Venezuela. Además nos habíamos encontrado con una empresa que no tenía una estrategia. Elaboramos un plan estratégico con un estilo participativo, con la cooperación de todos los trabajadores, especialmente del sindicato”.
 
“Hace dos años, se emprendió la modernización de la refinería de La Teja en Montevideo, donde se procesa el petróleo que se consume en el país; y se comenzó a tener gasolina y gasoil de bajo nivel de contaminación ambiental, que le da más valor a los productos de Ancap”, aclara Riet.“A su vez, hemos hecho una inversión de 100 millones de dólares para el Plan de Biocombustibles que incluye inversiones industriales, agrícolas, logísticas y de capital de trabajo”, observa.
 
En cuanto a las inversiones agrícolas de Ancap para producir etanol y biodiesel, Riet destaca que la empresa desarrolla múltiples líneas de acción. Financia a 400 productores de caña de azúcar para promover la producción de etanol, quienes “no podían recibir capital de los Bancos porque no tenían garantías y estaban endeudados”.
 
Por intermedio de Alcoholes del Uruguay SA (Alur) –instalada en Bella Unión, a 660 kilómetros al norte de Montevideo– se está produciendo etanol en tierras propias que se alquilan a los productores. Alur es una empresa agroindustrial sustentable, que genera un alto impacto económico y social a través de la producción de azúcar, etanol, biodiesel, energía eléctrica y alimentación animal; integra el Grupo Ancap, inició sus actividades en 2006 y pertenece en un 90% a la compañía estatal, mientras que el 10% restante responde a Pdvsa Uruguay. Ancap ha hecho inversiones logísticas, construyendo tanques para etanol y biodiesel en todas las plantas de distribución, y comprando camiones para su transporte. También se comenzó a financiar a los productores para cultivar girasol y soya para hacer biodiesel.
 
Para este sector se están invirtiendo 100 millones de dólares: 50% en temas industriales y el resto en inversiones agrícolas, capital de trabajo, logística y desarrollo comercial. Esta inversión significa que al finalizar el 2010 Ancap producirá 20 millones de litros de etanol para agregar a la gasolina, y más de 20 millones de litros de biodiesel para agregar al gasoil.
 
Riet opina que “el resultado de todo esto será que el país irá cambiando la matriz energética, al integrar los biocombustibles y disminuir y sustituir el petróleo como fuente de energía. Esto mejorará la calidad ambiental y se crearán más fuentes de trabajo nacional, para productores y asalariados rurales”.
 
En este marco, las plantas de cemento de Ancap fueron modernizadas a partir de este endeudamiento. Hacía una década que las plantas no eran competitivas, y con esta inversión lo son nuevamente. Para Ancap este atraso significó una pérdida de 50 millones de dólares.
 
Además se está aumentando la capacidad de almacenamiento de combustibles (gasoil y gas licuado de petróleo o supergas) “porque en los años de sequía estuvimos al borde del desabastecimiento. Y en los inviernos muy fríos debimos importar más supergas”, recuerda Riet.
 
Paralelamente “estamos construyendo un remolcador y dos barcazas para transportar combustibles y abastecer al Norte y el Litoral, que representan la mitad del territorio. Es la primera vez que se hace este trabajo con mano de obra nacional, lo que genera una nueva capacidad en el país”, informa el presidente de Ancap.
 
Uruguay: ¿país petrolero?
 
Gracias a uno de los memorandos firmados con Venezuela, un país sin petróleo como Uruguay puede llegar a ser productor de “oro negro”. Germán Riet manifiesta que “si bien se anuncia reiteradamente el fin de la civilización del petróleo, esto va a tardar varios años en cambiar. Y también sabemos que las reservas de petróleo que van quedando en el mundo son del más pesado y están en Medio Oriente y en Venezuela”.
 
Por eso es importante ver y trabajar junto con Pdvsa en la factibilidad de que la refinería uruguaya de La Teja pueda procesar petróleo pesado y que éste sea de la Faja del Orinoco (Venezuela). “Por lo que estamos trabajando muy fuerte para que nosotros seamos productores de petróleo extraído de la Faja del Orinoco y éste sea procesado en nuestra refinería.”
 
Pensando en la Patria Grande
 
Los acuerdos firmados entre Uruguay y Venezuela tienen en cuenta a la Patria Grande. En un memorando se crea una Comisión entre Ancap y Pdvsa para analizar la creación, en Uruguay, de un gran parque de almacenamiento de combustible ya refinado para ser destinado a la región.
 
“La forma de distribución en la región sería a través de la hidrovía formada por los ríos de La Plata, Paraná, Paraguay, haciéndose extensivo al Río Uruguay”, comenta Riet. Es una zona a la que actualmente se está llegando por medio de barcazas a Bolivia, Paraguay, Sur de Brasil y parte de Argentina.
 
“Este es un memorando que no está cerrado a otros países o compañías”, dice el titular de Ancap. Dejando la puerta abierta para que la integración latinoamericana siga avanzando.
 
América XXI, Año VIII, No. 61, mayo de 2010

http://www.americaxxi.com.ve/numeros/0061/index0061.html

https://www.alainet.org/es/articulo/141239
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