No reconocen su cuota de responsabilidad en la crisis ni en la pobreza

Mayor injerencia aspira el Fondo Monetario Internacional

10/03/2010
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“No pediremos la ayuda del Fondo Monetario Internacional; ni que regalen la plata.
Que la guarden en la alcancía, porque ya nos hicieron bastante daño.”
Néstor Kirchner

Domenique Strauss Kahn, Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en la reunión anual del Comité de Bretton Woods, celebrada a finales del pasado mes, expresó su preocupación por los “países de menores ingresos” y calificó como “muy importante” el apoyo que debían darles.

Antes que se paren a aplaudirlo de pié, permítanme agregar que se refería a las naciones cuyo Producto Interno Bruto señala un índice bajo, es decir: menor promedio por habitante del total en dólares de la producción de bienes y servicios. Un promedio aritmético que nó necesariamente mide la pobreza.

La preocupación del FMI no es por los pueblos. Responde a un índice que sólo refleja el poder de compra y venta en el mercado mundial.

Adicionalmente, ese máximo vocero insistió en su solicitud de ampliar la participación de ese organismo en la definición de las políticas económicas de los países miembros.

Conviene entonces recordar quien es el Fondo Monetario Internacional, cuál ha sido su papel en estos 64 años, cómo ha influido en las interacciones de las divisas del planeta y, muy especialmente, cuáles son sus planes a corto y mediano plazo.

Propósito original

En sus estatutos, el FMI establece que su responsabilidad es “asegurar la estabilidad del sistema monetario internacional”. Luciría mejor si a continuación no lo definiera como “el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio que permite a los países comprar y vender bienes y servicios entre ellos”, asegurando de inmediato que “esto es esencial para un crecimiento económico sostenible, ya que mejora los niveles de vida y alivia la pobreza”.

Traduzcamos: para dejar de ser pobre tienes que gastar tus ya muy reducidos ingresos en bienes y servicios que otro socio del FMI te vende. Pero ¿quiénes realmente te hacen tales oferta? ¿Otras naciones soberanas? ¿Otros pueblos pobres que desean intercambiar contigo sus bienes y servicios a cambio de aquellos que tu elaboras? ¿Quienes producen a tales escalas? ¡Las grandes corporaciones! y a su beneficio está dirigido el propósito del Fondo.

Ahora, “en vista de las mejores condiciones económicas de los países de menores ingresos y cuando muchos de ellos han dado pasos importantes hacia la estabilidad macroeconómica, debemos reformar el apoyo del FMI”.

Destacan que “Los países de bajo ingreso están acercándose a los mercados internacionales de capital, bienes y servicios, captando inversión extranjera, desarrollando sus propios sectores financieros privados y beneficiándose del dinero que envían a sus hogares los ciudadanos que trabajan en el exterior”, porque hasta esta fuente de ingresos, producida por trabajadores subpagados, debe llenar las arcas de las trasnacionales.

El FMI solicita convertirse en el enlace financiero para tales transacciones, porque, según declaran, “el impacto que tuvieron las alzas bruscas de los precios mundiales, en 2007 y 2008, demostró que los países de bajo ingreso, por ser más vulnerables, necesitaban el apoyo de una nueva generación de servicios de préstamo del Fondo”.

Ventas de oro

En paralelo, el FMI sorprende a muchos al anunciar su “intención de vender poco más de 403 toneladas métricas de oro”. Es aproximadamente la octava parte de sus reservas en ese metal. En términos de venta comercial, son 12.965.649 onzas troy; a precios actuales, unos 14.000 millones de dólares.

Casi de inmediato logró vender 212 toneladas, 200 de ellas al Banco de Reserva de la India por 6.700 millones de dólares. La venta total, incluyendo diez toneladas a Sri Lanka y dos a Mauricio, totalizó 7.200 millones de dólares de ingreso. En relación al valor contable en libros del FMI, tal venta produjo ganancias por 4.500 millones de dólares.

Las razones expuestas para tal transacción incluyen “depender menos de los intereses” (probable anticipo de bajas ratas a mediano plazo) y “beneficio para los países de bajo ingreso, la mayoría de ellos africanos, hacia quienes el FMI acordó movilizar 17.000 millones de dólares hasta 2014 en un programa de financiamiento, que incluirá recursos vinculados a estas ventas de oro”.

¡Las trasnacionales quieren asegurar ese mercado emergente!

Actualización del mandato

En una reciente entrevista, evidentemente pautada por el FMI, el Director de su Departamento Financiero explica que el Fondo debe “contar con nuevas herramientas para actuar con mayor eficacia”, “abarcar todo el abanico de políticas macroeconómicas y del sector financiero que influyan en la estabilidad mundial en el mundo moderno” y “reforzar la función del FMI como guardián de la estabilidad sistémica”.

Simultáneamente, su Director Gerente sugiere “rechazar la reforma financiera nacional improvisada”, en evidente referencia a países que, como Venezuela, nos atrevemos a diferir del FMI.

Agrega que, si esa entidad fué designada con tales atribuciones, es lógico esperar, mínimo, sus sugerencias. Pero, cuando se las detalla, no parecen atender a sus 186 países miembros ni a los del G-20 que aprobaron su gestión, sino a los grandes capitales privados.

Prioritiza la “preservación de la estabilidad del sistema financiero mundial, en lugar de la preocupación actual con la política económica a nivel de cada país”. O sea: el conjunto financiero por encima de las necesidades de los pueblos.

Solicita “una ampliación de las labores de vigilancia del Fondo, hasta ahora restringidas a análisis en profundidad de la situación económica de países por separado” y “la posibilidad de estudiar asuntos trasnacionales, como los precios de las materias primas”.

Concluye que “en momentos de fuerte marejada en el sistema financiero, el Fondo, que cuenta con una alcancía de más de 850.000 millones de dólares, simplemente anunciaría de forma unilateral la apertura de esa línea para ciertos países con buenas políticas económicas”. ¡Pretende regir unilateralmente las finanzas del planeta!.

Nueva divisa

Por otra parte, el FMI sugiere “crear una moneda que suplante al dólar como divisa de reserva” y “basada en una canasta compuesta por el dólar, el euro, el yen y la libra esterlina”.

Sostiene que “el dólar estadounidense está sobrevalorado, mientras que el yuan chino está sustancialmente subvaluado”, menciona la “depreciación reciente del euro” y, por supuesto, alaba a las “las economías emergentes con monedas de libre flotación como Australia, Sudáfrica, Brasil e Indonesia”.

El control de divisas, como hacemos en Venezuela, no es de su agrado; no les permite especular directamente con las transacciones monetarias.

Repatriación de activos

Los voceros del FMI alertan sobre las decisiones de varios países para “mantener localmente un nivel de liquidez más elevado a los bancos extranjeros”. Y advierten que, en tal caso y por trabajar a nivel internacional “la capacidad de intermediación de esas entidades, entre un país y otro, podría influir en detrimento de la economía mundial”.

Para coartar esa libertad de cada nación soberana, solicita la ampliación de su mandato para proteger “el derecho de las instituciones a repatriar sus activos”.

Si además se refieren a países exportadores de materia prima, tal situación favorecería a quien ellos más desean: la gran banca privada internacional.

https://www.alainet.org/es/articulo/139939
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