El muro

10/11/2009
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Hay un valle en la provincia de San Luís, Argentina, que se llama PANCANTA; seguramente un escocés que de alguna manera viajara, durante el sueño, desde sus tierras altas hasta este lugar, al despertar, no podría distinguir uno de otro. Este mágico valle habitado por el silencio tiene una gran cantidad de pircas - en voz mapuche significa pared o muro- que lo recorren, a modo de pequeñas murallas chinas, y su utilizan para delimitar las propiedades y evitar que el ganado se cruce de un lugar a otro. 
 
 Siempre se han usado cercos, paredes, murallas para fortificar, proteger o dividir lugares. Los españoles que invadieron las tierras americanas usaban empalizadas de troncos afilados a espada para resguardarse de la furia autóctona.
 
La historia, esa que casi siempre cuentan los ganadores, se encarga de resguardar para la memoria colectiva las distintas manifestaciones murallescas. Quizás el ejemplo más famoso es el de la Gran Muralla China. Durante la dinastía Chin el Emperador Qin (259 – 210 a.C.) hizo construir la primera parte y se siguió levantando por casi 1500 años. Fundamentalmente tenía por objeto protegerse de los pueblos del norte.
 
Otro de los ejemplos de la antigüedad es el del muro Medico, de ladrillos asegurados con una especie de betún, que se extendía desde el Eufrates al Tigris, y separaba a Babilonia de la Mesopotamia, defendiendo al primero de estos países de las incursiones de los nómadas de la Alta Mesopotamia.
 
 Los que le siguen en fama son Los muros Pictos, mandados construir por el emperador Adriano a los soldados romanos, de ciento veinte kilómetros de largo, y que se extendían desde Carlisle (Bretaña romana), hasta Newcastle, en Caledonia (Escocia), destinados a contener las incursiones de los pictos o caledonios.
 
Rodeados de misterio, cantados por juglares, rematados en adornos que los hacen parecer de cuentos de hadas, los castillos del medioevo son otra versión de grandes paredes.
 
 Mucho más cerca en el tiempo aparecen otros. En 1936 Francia vio terminada la obra que se inspiró en el Ministro de defensa francés André Maginot. La línea Maginot recorría la frontera de Francia con Alemania e Italia. Esta es la línea militar de defensa más grande construida en el mundo moderno. En contra partida la Alemania militarizada de 1938 construyó la Línea Sigfrido, continuación de la Línea Hindenburg comenzada durante la Primera Guerra Mundial.
 
Al cumplirse 20 años del derribe del Muro de Berlín la prensa mundial lo ha recordado con grandes festejos. Muchos han hecho mención al fin de una era y el comienzo de la tolerancia entre los pueblos. Esa pared fue la prueba concreta y de concreto, de la separación de un pueblo, dividido por cuestiones que poco tenían que ver con ellos. Los vencedores de la Segunda Guerra Mundial se repartieron el mundo en una mesa, trazando líneas de separación, que en algunos casos se hicieron murallas.
 
 En junio de 2002 el gobierno de Israel aprobó la construcción del muro de Palestina. Terminado en casi en su totalidad y corriendo de norte a sur, tendrá una longitud de 700 kilómetros, con un ancho de entre 50 y 100 metros y condena al pueblo palestino a un gigante campo de concentración, rodeado de cemento, alambres de púa y una vigilancia permanente. La prensa mundial, casi en su totalidad, no habla de este muro, no lo condenan, es más algunos medios lo justifican.
 
 En 1994 vio la luz la Operación Guardian, un nuevo muro, esta vez en América del norte,  sus ojos son grises, como el cemento, pueden ver en la oscuridad, son fríos como los “border patrol” que lo recorren. El 3 de noviembre de 2005 el pedido del congresista republicano Duncan Hunter (increíble coincidencia de apellido; Hunter en inglés es cazador) fue aprobado para completar el muro que ha comenzado a separar a Estados Unidos de México. Actualmente corre entre Tijuana y San Diego, otros tramos de muro existen en los estados de Arizona, Nuevo México y Texas, cuando esté completo tendrá una extensión de 1123 kilómetros.
 
Este muro tampoco se ve reflejado en la prensa, no existe tal división ni los miles de muertes que ha generado la inmigración desesperada en busca del sueño americano. Sueño soñado para pocos y que condena al resto a la pesadilla de la pobreza. Lejos en el tiempo, a 20 años, se escuchan los gritos de alegría mezclados con la demolición del muro de Berlín. Hoy están tapados por el ruido de las ametralladoras y las aspas de los helicópteros que suenan en otros cielos, en otros lugares.
 
- Sergio Peralta, Los Barriales.
https://www.alainet.org/es/articulo/137622

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