Es el discurso, ¡estúpido!

04/04/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

‘Si hay tanto antiamericanismo en la Argentina ¿Por qué la clase media cada vez que puede viaja a Estados Unidos? ¿Por qué en el país de la carne triunfó Mc Donalds? Hay algo ahí que no es sincero".

Mauricio Macri

 

El lugar de un saber, cuando este no existe, siempre o casi siempre es ocupado por una suposición. La preocupación de una persona interesada en afrontar la realidad con entereza, es tratar de llenar esos espacios  vacíos, oscuros con  porciones de conocimientos.

 

De donde se obtienen esos conocimientos es materia de discusión, porque hay múltiples “bocas de expendio” para servirse y entonces el receptor comienza a optar desde su origen, condición social, formación o deformación y esto hace que su posterior relación con la sociedad se encuentre lastrada de toda esa “carga cultural”.  En la historia política argentina, pero esa historia que tiene a las etapas democráticas como eje,  ha tenido casi siempre a presidentes que  demostraron en sus discursos, sus análisis, sus frases el lugar de donde vienen.

 

 Se le atribuye a  Bernardino Rivadavia aquella: "Dónde la ley acaba, Comienza la Tiranía" o Bartolomé Mitre con: "El hombre que quiere, ha hecho ya la mitad del camino."  Por supuesto que no se puede apartar de su contexto cada una de ellas, porque precisamente es eso lo que marca, lo que le da la forma. Quizás de la serie de presidentes argentinos que después han trabajado de próceres, Domingo Sarmiento es uno de los que dejó una gran cantidad de pensamientos que se hicieron célebres: "Cuando los hombres honrados se van a su casa, los pillos entran en la de gobierno.", "Todos los problemas son problemas de educación.", "El detalle de una batalla lo da el que triunfa". Más acorde con el  momento que comienza a transitar nuestro país,  Julio A. Roca dice sin ruborizarse: "Se puede decir que la argentina es económicamente parte integrante del imperio británico".  Carlos Pellegrini en los albores del siglo 20 decía: “La verdadera energía y el verdadero carácter son como el valor, tranquilo y moderado, sin alardes y sin vacilaciones”.

 

Hipólito Yrigoyen, caudillo radical dejó sentada su postura al decir: “Un país colonial jamás podrá tener una Universidad Nacional”. El discurso de Juan Perón marca un antes y un después en la historia de la comunicación de un presidente y su pueblo: "Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.”,  "La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo.", "Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden [...] puede ser muerto por cualquier argentino [...]. Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos [...]. Y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no, a palos." Son frases y pensamientos en donde el dirigente hacía un guiño al pueblo sentando las reglas de juego para la sociedad toda.  De Arturo Frondizi se pueden encontrar expresiones de este tipo: “Cambié mi postura porque prefiero renunciar a una actitud intelectual irreal, que mantenerla en desmedro de los intereses del país”. Quizás Arturo Ilia sea el que cosecha un mayor índice de aceptación histórica, dejo frases como: “Ningún país puede pensar en desarrollarse sobre bases coloniales”, “Si la política es alejada de las fuerzas de las ideas, se convierte única y exclusivamente en el ejercicio del poder”.  Carlos Menem puso su sello discursivo: “Estamos mal, pero vamos bien”, “Voy a gobernar para los niños pobres que tienen hambre y los niños ricos que tienen tristeza”, “Ramal que para, ramal que cierra”, “Julio César les decía a sus hombres: ‘No temáis, vais con César y su estrella’. Yo les digo a ustedes: ‘No temáis, vais con Carlos Menem y su estrella”.  Néstor Kirchner fue claro cuando dijo: “No voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada”, marcó prácticamente su gestión de gobierno, “La seguridad jurídica debe ser para todos, no solamente para los que tienen poder y dinero”, “Hay vida después del Fondo”, “Soy un soldado de Cristina”. Usada como lema de campaña y en muchos spots de gobierno “No fue magia” es quizás la frase que muestra la impronta de los gobiernos de Cristina Fernández, queda claro cuando dice “El poder no es un bien ganancial, ni lo es  ahora ni lo será después”, “Estoy dispuesta a morir para que sigan escribiendo las mismas mentiras que escriben en su diario, con la libertad que lo hacen siempre”. Es posiblemente la estadista que ha tenido el discurso más sostenido desde lo ideológico y con una cantidad de información que hace difícil considerarlo con frases aisladas.

 

Mauricio Macri tiene en su haber algunas expresiones como: “Si no te aburre una sesión en el Congreso, sos  un anormal”, “Tenemos al policía más condecorado de los últimos años. El Fino es un excelente policía”. “El siglo XX fue de los derechos humanos, el siglo XXI debe ser de las obligaciones ciudadanas”, “Me siento muy preparado para ser presidente”, “Conmigo se acaba el curro en derechos humanos”, “Todo no se puede”. Estas frases corresponden a distintos momentos de su paso por la función pública.

 

Los textos citados se pueden encontrar en distintos sitios de internet y no pretenden ser una recopilación de la historia discursiva presidencial argentina. Solo se han indicado algunos que sirven de modelo comparativo para dar sustento a una interpretación de carácter netamente personal.

 

Un periodista y conductor radial excelente suele decir “con Menem era  fácil ser oposición”.  En este corto tiempo del gobierno de Cambiemos y a partir de algunas expresiones del actual presidente, tengo la impresión que Menem será destronado en su condición de facilitador.

 

Sergio Peralta

Los Barriales.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/176501

Del mismo autor

Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS