Colonialismos anacrónicos del siglo XXI
11/11/2007
- Opinión
Durante la reciente cumbre iberoamericana realizada en Chile, el presidente venezolano Hugo Chávez, realizó un recorrido histórico donde recordó la invasión europea a nuestro Continente y sus nefastos resultados, representados en el genocidio y la expoliación imperial practicada durante casi cinco siglos por Europa.
El primer mandatario venezolano finalizó su exposición con un capítulo aparte dedicado al ex gobernante español Aznar. Cabe recordar que Aznar (personaje rebuznador o "aznador" de acuerdo al sabio decir popular), se ha encargado de lanzar una "santa cruzada" al mejor estilo de la inquisición, contra el resurgimiento de la izquierda y del movimiento popular en Latinoamérica. En el broche de oro de su carrera política Aznar incluyó en uno de sus más negros capítulos, el apoyo absoluto al golpe de Estado fascista contra el gobierno legítimo y popular de Hugo Chávez.
Pro estas razones, en un tono sereno y firme, el líder bolivariano denunció la serie de campañas de desprestigio y desestabilización protagonizadas por Aznar contra Cuba y Venezuela, y lo calificó como lo que realmente demuestra ser, un ejemplo anacrónico del peor fascismo, de carácter profundamente antidemocrático y antipopular.
Frente a estos certeros señalamientos de Chávez, salió en defensa de Aznar el mismísimo Rey de España, heredero de Borbón y otras pretendidas realezas. El monarca español (aunque italiano de nacimiento) respondió de manera furibunda y arrogante, aunque careciendo de argumentación alguna e intentando vanamente ordenar al líder latinoamericano acallar su voz.
Resulta mas que contradictorio que en medio de un enclave de mandatarios elegidos democráticamente por sus pueblos, por alguna extraña razón, el menos elegido de todos, es decir el rey Borbón tenga un lugar en el mismo y en su intervención mas oscura, trate impunemente de silenciar despóticamente al mas democrático de los mandatarios latinoamericanos.
Pareciera ser que Don Juan Carlos de Borbón ha perdido el calendario y no termina de enterarse que Latinoamérica ya NO es colonia, que la era de las órdenes y decretos reales se acabó, que el dictador fascista Francisco Franco (el mismo que reimplantó la monarquía convirtiéndolo en rey), lleva por fortuna mas de tres décadas muerto y enterrado, y que aunque aun quedan tristes vestigios del nacionalismo español, para la desgracia real, la historia demuestra que no tiene marcha atrás.
Por eso sorprende e indigna la prepotencia de este "rey" de cartón frente a la dignidad Hugo Chávez, quien le cantó las cuarenta y alguna mas, reclamando que el estado español ponga coto a las fechorías conspirativas y golpistas del mediocre Aznar.
Con la usual incapacidad real, Don Juan Carlos no supo confrontar el debate claro y honesto que Chávez proponía y no tuvo mejor respuesta que entre insultos abandonar la sala y el debate.
Pero aun con la cobarde partida del rey, Chávez no calló su voz, y Chávez respondió por toda Latinoamérica, Chávez respondió por nuestra dignidad, por nuestra historia imborrable, Chávez respondió por este presente de esperanza, Chávez respondió por el futuro solidario y soberano que soñamos.
Lo que el soberano español no sabe, no entiende, es que cuando Chávez alza su voz, resuenan en ella las voces de millones de latinoamericanos que han decidido ahora si, ser dueños legítimos de su verdad y de su historia.
Y simplemente por esta razón Chávez no calla ni callará, ni aun frente al silencio cómplice de unos pocos mandatarios que todavía siguen viendo en los "modelos europeos" la única alternativa viable de desarrollo. Parecieran olvidar estos cipayos que el gran desarrollo europeo se realizó a costa del robo y el genocidio de nuestros pueblos.
Triste malinchismo el de aquellos que frente a la arrogancia de este monarca de papel, que solo atinan a bajar la cabeza cómplice y callar. Pero sin duda alguna el gran derrotado es el rey Juan Carlos, nada menos que el heredero directo de los bárbaros que hace cinco siglos llegaron a conquistar, a robar y a imponer a sangre y fuego su cultura y creencias.
Bolívar, el libertador que desenvainó su espada contra el imperio español, volvió a confrontar ayer al imperio español, y acompañado de Artigas, de Tupac Amaru, de Lautaro y de tanto otros, y se manifestó por la vida, en la voz profunda y sabia de Chávez, rescatando la esperanza, la soberanía y la libertad.
El carro de la historia pasa solo una vez, los dignos y valientes se subirán a el, y sin duda alguna los cobardes, los traidores y los oportunistas encontraran su lugar, seguramente allí en el rincón más oscuro del desprecio y el olvido popular. Que así sea.
- Enzo Moreno: periodista y opinador.
El primer mandatario venezolano finalizó su exposición con un capítulo aparte dedicado al ex gobernante español Aznar. Cabe recordar que Aznar (personaje rebuznador o "aznador" de acuerdo al sabio decir popular), se ha encargado de lanzar una "santa cruzada" al mejor estilo de la inquisición, contra el resurgimiento de la izquierda y del movimiento popular en Latinoamérica. En el broche de oro de su carrera política Aznar incluyó en uno de sus más negros capítulos, el apoyo absoluto al golpe de Estado fascista contra el gobierno legítimo y popular de Hugo Chávez.
Pro estas razones, en un tono sereno y firme, el líder bolivariano denunció la serie de campañas de desprestigio y desestabilización protagonizadas por Aznar contra Cuba y Venezuela, y lo calificó como lo que realmente demuestra ser, un ejemplo anacrónico del peor fascismo, de carácter profundamente antidemocrático y antipopular.
Frente a estos certeros señalamientos de Chávez, salió en defensa de Aznar el mismísimo Rey de España, heredero de Borbón y otras pretendidas realezas. El monarca español (aunque italiano de nacimiento) respondió de manera furibunda y arrogante, aunque careciendo de argumentación alguna e intentando vanamente ordenar al líder latinoamericano acallar su voz.
Resulta mas que contradictorio que en medio de un enclave de mandatarios elegidos democráticamente por sus pueblos, por alguna extraña razón, el menos elegido de todos, es decir el rey Borbón tenga un lugar en el mismo y en su intervención mas oscura, trate impunemente de silenciar despóticamente al mas democrático de los mandatarios latinoamericanos.
Pareciera ser que Don Juan Carlos de Borbón ha perdido el calendario y no termina de enterarse que Latinoamérica ya NO es colonia, que la era de las órdenes y decretos reales se acabó, que el dictador fascista Francisco Franco (el mismo que reimplantó la monarquía convirtiéndolo en rey), lleva por fortuna mas de tres décadas muerto y enterrado, y que aunque aun quedan tristes vestigios del nacionalismo español, para la desgracia real, la historia demuestra que no tiene marcha atrás.
Por eso sorprende e indigna la prepotencia de este "rey" de cartón frente a la dignidad Hugo Chávez, quien le cantó las cuarenta y alguna mas, reclamando que el estado español ponga coto a las fechorías conspirativas y golpistas del mediocre Aznar.
Con la usual incapacidad real, Don Juan Carlos no supo confrontar el debate claro y honesto que Chávez proponía y no tuvo mejor respuesta que entre insultos abandonar la sala y el debate.
Pero aun con la cobarde partida del rey, Chávez no calló su voz, y Chávez respondió por toda Latinoamérica, Chávez respondió por nuestra dignidad, por nuestra historia imborrable, Chávez respondió por este presente de esperanza, Chávez respondió por el futuro solidario y soberano que soñamos.
Lo que el soberano español no sabe, no entiende, es que cuando Chávez alza su voz, resuenan en ella las voces de millones de latinoamericanos que han decidido ahora si, ser dueños legítimos de su verdad y de su historia.
Y simplemente por esta razón Chávez no calla ni callará, ni aun frente al silencio cómplice de unos pocos mandatarios que todavía siguen viendo en los "modelos europeos" la única alternativa viable de desarrollo. Parecieran olvidar estos cipayos que el gran desarrollo europeo se realizó a costa del robo y el genocidio de nuestros pueblos.
Triste malinchismo el de aquellos que frente a la arrogancia de este monarca de papel, que solo atinan a bajar la cabeza cómplice y callar. Pero sin duda alguna el gran derrotado es el rey Juan Carlos, nada menos que el heredero directo de los bárbaros que hace cinco siglos llegaron a conquistar, a robar y a imponer a sangre y fuego su cultura y creencias.
Bolívar, el libertador que desenvainó su espada contra el imperio español, volvió a confrontar ayer al imperio español, y acompañado de Artigas, de Tupac Amaru, de Lautaro y de tanto otros, y se manifestó por la vida, en la voz profunda y sabia de Chávez, rescatando la esperanza, la soberanía y la libertad.
El carro de la historia pasa solo una vez, los dignos y valientes se subirán a el, y sin duda alguna los cobardes, los traidores y los oportunistas encontraran su lugar, seguramente allí en el rincón más oscuro del desprecio y el olvido popular. Que así sea.
- Enzo Moreno: periodista y opinador.
https://www.alainet.org/es/articulo/124171
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