Oportunismo de Carlos Fuentes
10/10/2007
- Opinión
Lo cortés no quita lo valiente, reza la sentencia popular. Y es verdad: lo educado de una persona no significa falta de valor o cobardía. Y una cosa semejante podría decirse respecto de la celebridad y el oportunismo. Es el caso, por ejemplo, de Carlos Fuentes: lo célebre no quita lo oportunista. Ni lo cretino, ni lo zafio.
Oportunista, cretino y zafio, a Carlos Fuentes no se le ha ocurrido mejor pasaporte al ansiado Premio Nobel que ponerse al servicio de EU para denostar y satanizar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Fuentes ha llamado a Chávez "payaso continental". ¡Qué bárbaro!, ¡qué talento!, ¡qué dominio del idioma de Cervantes! Don Carlos se expresa como lo haría cualquier ágrafo. El novelista no analiza, no argumenta. Simplemente insulta.
Y al contribuir a la satanización de Chávez mediante un consignismo ramplón, digno apenas de uno que otro locutor de radio o TV disfrazado de periodista, Fuentes se pone objetivamente al lado de Bush en el propósito de destruir la revolución venezolana en marcha.
¿O será Fuentes tan ingenuo que piense que sus insustanciales e injuriosas palabras no se convierten en un agregado de la estrategia estadounidense de satanización del gobierno chavista con el fin ulterior de agredir militarmente a Venezuela, a fin de derrocar a Chávez y sustituirlo con un títere de Washington? Lecciones históricas a este respecto sobran, aunque Fuentes no las conozca o no las recuerde.
¿No satanizó EU, con periodistas y escritores al servicio del amo yanqui, al presidente Salvador Allende, al final derrocado y asesinado por la soldadesca educada en las escuelas de tortura estadounidenses? ¿Y no ha pretendido el imperialismo satanizar durante años al presidente cubano, con la calumniosa afirmación de una supuesta fortuna de Fidel, escondida en algún banco europeo, especie repetida disciplinadamente por periodistas y escritores afines al imperialismo estadounidense o a sueldo de éste?
Sobran las evidencias del oportunismo, la zafiedad y el cretinismo de Carlos Fuentes. Como cuando, hace años, presumía ante el periodista James R. Fortson de que se apareaba varias veces al día. O, más recientemente, cuando decide donar con bombo, platillos y reflectores, 300 libros (¡oh, 300 libros!) a la UNAM.
Pero si el ataque contra Chávez no es fruto de estos rasgos de la personalidad de Fuentes, entonces cabría pensar que aquellas injurias son, simplemente, la opinión de un escritor de ultraderecha. Como Octavio Paz, amigo-enemigo de don Carlos. O como Enrique Krauze, a quien, por cierto, el propio Fuentes llamó y sigue llamando "cucaracha".
Fuente: www.miguelangelferrer-mentor.com.mx
Oportunista, cretino y zafio, a Carlos Fuentes no se le ha ocurrido mejor pasaporte al ansiado Premio Nobel que ponerse al servicio de EU para denostar y satanizar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Fuentes ha llamado a Chávez "payaso continental". ¡Qué bárbaro!, ¡qué talento!, ¡qué dominio del idioma de Cervantes! Don Carlos se expresa como lo haría cualquier ágrafo. El novelista no analiza, no argumenta. Simplemente insulta.
Y al contribuir a la satanización de Chávez mediante un consignismo ramplón, digno apenas de uno que otro locutor de radio o TV disfrazado de periodista, Fuentes se pone objetivamente al lado de Bush en el propósito de destruir la revolución venezolana en marcha.
¿O será Fuentes tan ingenuo que piense que sus insustanciales e injuriosas palabras no se convierten en un agregado de la estrategia estadounidense de satanización del gobierno chavista con el fin ulterior de agredir militarmente a Venezuela, a fin de derrocar a Chávez y sustituirlo con un títere de Washington? Lecciones históricas a este respecto sobran, aunque Fuentes no las conozca o no las recuerde.
¿No satanizó EU, con periodistas y escritores al servicio del amo yanqui, al presidente Salvador Allende, al final derrocado y asesinado por la soldadesca educada en las escuelas de tortura estadounidenses? ¿Y no ha pretendido el imperialismo satanizar durante años al presidente cubano, con la calumniosa afirmación de una supuesta fortuna de Fidel, escondida en algún banco europeo, especie repetida disciplinadamente por periodistas y escritores afines al imperialismo estadounidense o a sueldo de éste?
Sobran las evidencias del oportunismo, la zafiedad y el cretinismo de Carlos Fuentes. Como cuando, hace años, presumía ante el periodista James R. Fortson de que se apareaba varias veces al día. O, más recientemente, cuando decide donar con bombo, platillos y reflectores, 300 libros (¡oh, 300 libros!) a la UNAM.
Pero si el ataque contra Chávez no es fruto de estos rasgos de la personalidad de Fuentes, entonces cabría pensar que aquellas injurias son, simplemente, la opinión de un escritor de ultraderecha. Como Octavio Paz, amigo-enemigo de don Carlos. O como Enrique Krauze, a quien, por cierto, el propio Fuentes llamó y sigue llamando "cucaracha".
Fuente: www.miguelangelferrer-mentor.com.mx
https://www.alainet.org/es/articulo/123691
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