Santa Cruz

El fin de semana pasado reciente se publicó en un diario de la capital cruceña una nota solicitada, o sea pagada, en la que conocidos profesionales de nuestra región dieron a conocer su posición en torno a un tema que la red Informativa Chaco Amazonía advirtió hace algunas semanas.

En la ciudad de Santa Cruz, se ha dado un riesgoso proceso de la apropiación de la palabra de la sociedad por parte de un pequeño grupo de personas que tienen varias dificultades y, aún así, se arrogan la representación de todo un departamento.

Primera dificultad. Ese pequeño grupo no es elegido de manera democrática sino por representación de grupos corporativos. Nos referimos al Comité Pro Santa Cruz, cuyos dirigentes son elegidos por 221 personas que representan a instituciones como juntas vecinales o la Universidad, pero también fraternidades del Carnaval.

Segunda dificultad. Esos dirigentes elegidos de manera indirecta –a diferencia con Camiri, donde los dirigentes cívicos tienen apoyo y voto ciudadano conforman un grupo compacto, pero cerrado, de representación de instituciones empresariales-corporativas, y otras derivadas de aquellas.

Tercera dificultad. Los representantes del Comité Cívico han tenido la habilidad suficiente como para pasar por “cívicos”, cuando su actividad y su discurso es ideológico y político. Si repasamos algunos nombres como Wilmar Stelzer, Antonio Franco, Oscar Ortiz u otros, todos pasaron por el directorio del Comité pero luego aparecieron como parlamentarios de ADN, MNR o Podemos.

Carta dificultad. Es casi imposible siquiera pensar que un indígena guaraní o ayoreo, peor chiquitano o yuracaré, sea alguna vez, en la historia del Comité, Presidente de esa institución. El racismo es tan grande y tan notorio que es imposible pensar que los indígenas hagan una manifestación (festiva o de protesta) en la plaza 24 de septiembre.

Quinta dificultad. Los dirigentes del Comité pro Santa Cruz (en un 99 por ciento) han ejecutado una acción de apropiación indebida de la palabra social, que en otras palabras significa forzar al silencio a la sociedad, de todos los estratos, para figurar como representantes legítimos, cuando no lo son, como ya lo vimos.

Finalmente, los medios de comunicación, empresariales-corporativos tienen mucho que ver en esta apropiación indebida. Locutores, periodistas, presentadoras y analistas aparecen legitimando una acción indebida, que cada vez tiene menos incidencia, porque los grupos de poder económico, tiene solo (sus medios y su dinero).

Por eso hacen esa apropiación indebida.

Fuente: Agencia Nacional de Noticias Chaco-Amazonía–ANC (Bolivia)