El nocivo fenómeno de la no legislada (y en todo caso) prohibida “muerte civil”, acaba de repetirse, esta vez en Tarija, según la denuncia de una dirigente del Comité Cívico Popular.

La denuncia de Marina Hoyos señala que Jorge Blacutt, vicepresidente del Comité Pro Intereses de Tarija, manifestó públicamente sus discrepancias frente a los dirigentes de su organización que está encabezada por Reynaldo Bayard.

Las opiniones de Jorge Blacutt, contrarias a los criterios cívicos, dominantes incluso en varias redes de medios de comunicación, le costó una sanción moral-pública: La singular “muerte civil” que implica, según los particulares (casi exclusivos) códigos de los cívicos tarijeños y sus pares del centro de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, que Blacutt no podrá ejercer cargo público alguno como dirigente cívico o social en Tarija.

Esta sanción, extraña, sombría y peligrosa en un Estado de Derecho, es muy parecida, en su procedimiento y alcances, a lo ocurrido con un grupo de al menos 30 personas entre periodistas, dirigentes indígenas y campesinos, parlamentarios e intelectuales cruceños.

Más allá de dejar en claro que la “muerte civil” no existe y está prohibida en la legislación penal boliviana, existen motivos para algunas preocupaciones.

Una, es que las atribuciones de algunos dirigentes cívicos, especialmente en el centro de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y en la plaza Luis de Fuentes de Tarija, exceden los marcos de lo que se puede esperar de los “dirigentes cívicos”, que se reclaman para sí (y lo proclaman a cada rato) como el “gobierno moral” de sus regiones.

Segundo, existe una total impunidad y un vacío de normas que castiguen semejantes “sanciones” para dirigentes cívicos que dicen que no hacen política pero su discurso y sus acciones, son políticamente partidarias y parcializadas.

Tercero, si a ello le sumamos el “terror mediático” imperante en el centro de Santa Cruz de la Sierra y en la ciudad de Tarija, el escenario parece completo para hablar de “inseguridad civil” de los ciudadanos, que no pueden opinar libremente.

Los “cívicos” parecen perder el estribo, a cada rato...


- ANC – Agencia de Noticias Chaco-Amazonía