La caída del halcón blanco
27/05/2007
- Opinión
La Ceiba
El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial aceptó la dimisión de Paúl Wolfowitz, que será efectiva el 30 de junio, y anunció el inicio del proceso para asignar a un nuevo presidente. En una declaración, el órgano concluyó que Wolfowitz “actuó de manera ética y de buena fe” al decidir el traslado de su novia, Shaha Ali Riza, del Banco Mundial al Departamento de Estado de Estados Unidos. Pero añadió que se cometieron varios errores.
Para Paúl Dundes Wolfowitz y la administración de baby Bush la salida "diplomática " del Consejo Ejecutivo del Banco Mundial señala un fiasco más en la larga lista de desatinos y crímenes que han cometido los actuales inquilinos de la Casa Blanca.
Wolfowitz forma parte de la liga de neoconservadores straussianos que en el año de 1992 redactaron el documento denominado Guía de Política de Planificación, en el cual se señala el peligro que implica la China para los Estados Unidos, al mismo tiempo proponen la aniquilación de los presuntos estados enemigos de la política del imperio unilateral, condensando esta visión en su documento Proyecto por un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC por sus siglas en inglés) basado en el ominoso concepto de Samuel Huntington la guerra de las civilizaciones.
La meteórica carrera del estadounidense-israelita Wolfowitz ha estado cimentada en una actitud belicista y se puede llegar a decir que es uno de los autores de la invasión a Afganistán e Irak, con la mira geoestratégica de apoderarse de los recursos energéticos de esos países y de paso llegar a controlar a Irán y el Mar Caspio.
"La destrucción creativa" concepto básico del pensamiento de Leo Strauss, ha sido el faro ideológico del grupo de neoconservadores que han gobernado a los Estados Unidos en los últimos años, sumiendo el planeta en guerras punitivas agobiantes, con repercusiones fatales para las naciones atacadas y para la economía global.
El paso del halcón Wolfowitz de ser el numero dos del Pentágono al Banco Mundial, señaló un mensaje político a las naciones en "vías de desarrollo" y una especie de militarización de las estrategias de desarrollo de ese organismo financiero internacional. El grupo de asesores que llevó consigo al Banco - Kevin Kellems, Juan José Daboub, entre otros - demostraron una vocación tiránica e impusieron sus criterios recalcitrantes en un medio caracterizado de por sí en una visión piramidal del planeta.
La etapa Wolfowitz en el banco, sirvió para desengavetar proyectos considerados como nocivos para los países "beneficiarios" pero de alto réditos para las transnacionales y las elites de poder local. Como ejemplo está la aprobación del empréstito a Uganda en días recientes, para la construcción de una Represa que afectará la vida del Lago Victoria y del Río Nilo.
Daboub –ex ministro de finanzas de El Salvador y ligado a Arena - desde la división de Desarrollo Sostenible, trató de diluir en los documentos oficiales del Banco Mundial, cualquier mención del calentamiento global. Esta actitud no es nada inusual entre los halcones de la administración Bush, la cual por intermedio del American Enterprise Institute for Public Policy Research (AEI), ha socavado las acciones de la comunidad científica sobre la problemática de calentamiento global, llegando al extremo de ofrecer sobornos a los científicos para que se ataque los reportes presentados este año sobre el cambio climático presentado por el Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC).
Los halcones de Washington cosechan, en este momento, los frutos de sus guerras y pretensiones de dominio total. Mientras el imperio comienza a pagar la factura económica de las derrotas de sus guerras en pos del petróleo, Sudamérica envía señales claras de la búsqueda de caminos independientes con la creación del Banco del Sur y la expulsión tal como en el Ecuador del representante del Banco Mundial.
Con el presunto advenimiento de Tony Blair al Banco Mundial, no es de esperarse mayores cambios en las políticas de destrucción de los organismos de Bretton Woods. El desarrollo como la máxima expresión del neocolonialismo seguirá su curso siempre y cuando no seamos los afectados los que retomemos el camino de la justicia para vencer las iniquidades impuestas por los tecnócratas que representan los intereses de las multinacionales y las políticas de hegemonía del imperio y sus allegados.
Los pueblos indígenas del continente proseguimos en la mira del Banco Mundial para imponer su visión de "desarrollo", sin tener en cuenta nuestras opiniones, confabulándose con los estados-nación para saquear los hábitats funcionales de nuestros pueblos. La construcción incesante de represas y el auge de los biocombustibles marcan las estrategias de aniquilación de buena parte del planeta. En el caso específico del pueblo garífuna, el Banco Mundial se ha ensañado en contra del sistema ancestral de posesión comunitaria de nuestros pueblos, tratando de imponer la propiedad individual por medio de uno de sus nefastos proyectos.
La caída del halcón blanco de su pedestal en el Banco Mundial es sólo el comienzo del final. Al igual que en la película de Ridley Scott, la Caída del Halcon Negro- versión blanca del intento de secuestro del líder somalí Mohammed Farah Aidid - es la masa de desarrapados anónimos que con sus gritos de guerra festejaremos en un futuro no muy lejano la desaparición de Wolfenson, Wolfwitz, y de la ralea de lobos y halcones y criaturas hematófagos que viven a costillas de los demás, esgrimiendo la bandera del desarrollo para incrementar el colonialismo y la pobreza.
Mirian Miranda
Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH)
El Consejo Ejecutivo del Banco Mundial aceptó la dimisión de Paúl Wolfowitz, que será efectiva el 30 de junio, y anunció el inicio del proceso para asignar a un nuevo presidente. En una declaración, el órgano concluyó que Wolfowitz “actuó de manera ética y de buena fe” al decidir el traslado de su novia, Shaha Ali Riza, del Banco Mundial al Departamento de Estado de Estados Unidos. Pero añadió que se cometieron varios errores.
Para Paúl Dundes Wolfowitz y la administración de baby Bush la salida "diplomática " del Consejo Ejecutivo del Banco Mundial señala un fiasco más en la larga lista de desatinos y crímenes que han cometido los actuales inquilinos de la Casa Blanca.
Wolfowitz forma parte de la liga de neoconservadores straussianos que en el año de 1992 redactaron el documento denominado Guía de Política de Planificación, en el cual se señala el peligro que implica la China para los Estados Unidos, al mismo tiempo proponen la aniquilación de los presuntos estados enemigos de la política del imperio unilateral, condensando esta visión en su documento Proyecto por un Nuevo Siglo Estadounidense (PNAC por sus siglas en inglés) basado en el ominoso concepto de Samuel Huntington la guerra de las civilizaciones.
La meteórica carrera del estadounidense-israelita Wolfowitz ha estado cimentada en una actitud belicista y se puede llegar a decir que es uno de los autores de la invasión a Afganistán e Irak, con la mira geoestratégica de apoderarse de los recursos energéticos de esos países y de paso llegar a controlar a Irán y el Mar Caspio.
"La destrucción creativa" concepto básico del pensamiento de Leo Strauss, ha sido el faro ideológico del grupo de neoconservadores que han gobernado a los Estados Unidos en los últimos años, sumiendo el planeta en guerras punitivas agobiantes, con repercusiones fatales para las naciones atacadas y para la economía global.
El paso del halcón Wolfowitz de ser el numero dos del Pentágono al Banco Mundial, señaló un mensaje político a las naciones en "vías de desarrollo" y una especie de militarización de las estrategias de desarrollo de ese organismo financiero internacional. El grupo de asesores que llevó consigo al Banco - Kevin Kellems, Juan José Daboub, entre otros - demostraron una vocación tiránica e impusieron sus criterios recalcitrantes en un medio caracterizado de por sí en una visión piramidal del planeta.
La etapa Wolfowitz en el banco, sirvió para desengavetar proyectos considerados como nocivos para los países "beneficiarios" pero de alto réditos para las transnacionales y las elites de poder local. Como ejemplo está la aprobación del empréstito a Uganda en días recientes, para la construcción de una Represa que afectará la vida del Lago Victoria y del Río Nilo.
Daboub –ex ministro de finanzas de El Salvador y ligado a Arena - desde la división de Desarrollo Sostenible, trató de diluir en los documentos oficiales del Banco Mundial, cualquier mención del calentamiento global. Esta actitud no es nada inusual entre los halcones de la administración Bush, la cual por intermedio del American Enterprise Institute for Public Policy Research (AEI), ha socavado las acciones de la comunidad científica sobre la problemática de calentamiento global, llegando al extremo de ofrecer sobornos a los científicos para que se ataque los reportes presentados este año sobre el cambio climático presentado por el Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC).
Los halcones de Washington cosechan, en este momento, los frutos de sus guerras y pretensiones de dominio total. Mientras el imperio comienza a pagar la factura económica de las derrotas de sus guerras en pos del petróleo, Sudamérica envía señales claras de la búsqueda de caminos independientes con la creación del Banco del Sur y la expulsión tal como en el Ecuador del representante del Banco Mundial.
Con el presunto advenimiento de Tony Blair al Banco Mundial, no es de esperarse mayores cambios en las políticas de destrucción de los organismos de Bretton Woods. El desarrollo como la máxima expresión del neocolonialismo seguirá su curso siempre y cuando no seamos los afectados los que retomemos el camino de la justicia para vencer las iniquidades impuestas por los tecnócratas que representan los intereses de las multinacionales y las políticas de hegemonía del imperio y sus allegados.
Los pueblos indígenas del continente proseguimos en la mira del Banco Mundial para imponer su visión de "desarrollo", sin tener en cuenta nuestras opiniones, confabulándose con los estados-nación para saquear los hábitats funcionales de nuestros pueblos. La construcción incesante de represas y el auge de los biocombustibles marcan las estrategias de aniquilación de buena parte del planeta. En el caso específico del pueblo garífuna, el Banco Mundial se ha ensañado en contra del sistema ancestral de posesión comunitaria de nuestros pueblos, tratando de imponer la propiedad individual por medio de uno de sus nefastos proyectos.
La caída del halcón blanco de su pedestal en el Banco Mundial es sólo el comienzo del final. Al igual que en la película de Ridley Scott, la Caída del Halcon Negro- versión blanca del intento de secuestro del líder somalí Mohammed Farah Aidid - es la masa de desarrapados anónimos que con sus gritos de guerra festejaremos en un futuro no muy lejano la desaparición de Wolfenson, Wolfwitz, y de la ralea de lobos y halcones y criaturas hematófagos que viven a costillas de los demás, esgrimiendo la bandera del desarrollo para incrementar el colonialismo y la pobreza.
Mirian Miranda
Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH)
https://www.alainet.org/es/articulo/121370
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