En el Planeta

El Banco Mundial y la destrucción de tres pueblos negros indígenas

21/07/2008
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
En pleno siglo XXI el Banco Mundial continúa promoviendo proyectos de "desarrollo" enmarcados más en el rédito económico de algunos grupos de poder y transnacionales que en función de los países supuestamente beneficiarios de los proyectos. Muchas de las iniciativas apoyadas por ese organismo internacional vienen a fomentar la destrucción ambiental y cooperar con el incremento del cambio climático, el cual en la actualidad es el mayor reto que confronta la humanidad.

Los basoga, pigmeos y garífunas somos pueblos negros, radicados los dos primeros en la Cuenca de los Grandes Lagos de África Central y el pueblo garífuna que habita la costa caribe de Mesoamérica. Cuando los señalo como pueblos negros indígenas (1), se refiere a que los basogas son originarios de las inmediaciones del Lago Victoria y los pigmeos son considerados los pueblos más antiguos del continente africano. En relación a los garífunas, somos un caso de hibridación bastante complejo y herederos directos de la cultura del pueblo kalinagu o caribe, del cual poseemos su idioma, religión y tradiciones (2).

Los tres pueblos tenemos en la actualidad una desgracia común: nuestra sobrevivencia se encuentra en peligro, gracias a la implementación de proyectos de desarrollo financiados por el Banco Mundial. En el caso de los basoga, la construcción de la represa hidroeléctrica del Bujagali, en el río Nilo, coloca en una situación precaria a los habitantes de las cascadas del Bujagali, población que será relocalizada desapareciendo el hábitat en que viven y consideran sagrado. Los pueblos pigmeos de la República Democrática del Congo, a través de la implementación de la Ley Forestal de ese país, verán desaparecer el bosque en donde habitan y obtienen su sustento. Y los garífunas que vemos la atomización de la propiedad comunitaria fomentada con la aplicación de una Ley de propiedad y un supuesto proyecto de reordenamiento territorial (PATH) que individualiza la tenencia de la tierra.

Tanto la represa del Bujagali, la ley Forestal del Congo y la Ley de Propiedad de Honduras, son proyectos que reciben financiamiento del Banco Mundial, y han sido denunciados en múltiples ocasiones como perjudiciales para la sobrevivencia de nuestros pueblos, y los tres casos han sido presentados al Panel de Inspección del Banco Mundial (3) con el objetivo de lograr frenar la destrucción que están causando los proyectos de supuesto desarrollo.

De la represa del Bujagali y la destrucción del Lago Victoria

Los espectaculares rápidos del Bujagali se encuentran a diez kilómetros del nacimiento del Río Nilo en el Lago Victoria. La zona está habitada por 6.800 basogas, considerado como un pueblo indígena por el Estado de Uganda, los que serán desplazados de los rápidos y relocalizados en un futuro cercano.

En las cascadas habita el "Espíritu de Bujabald" (4), el que se personifica en uno de los ancianos basogas, conocido como Jaja Bujabald, el experto en medicina natural quien ha preservado la tradición conservada durante cientos de años. Muchos aseguran que el jaja Bujabald puede caminar sobre las fuertes corrientes de agua del Nilo azul.

A principios de este milenio, la American Energy Society (AES) pretendió construir la represa, con el apoyo del Banco Mundial. La Asociación Nacional de Profesionales Ambientalistas de Uganda (NAPE, por su acrónimo en inglés) introdujo una petición ante el Panel de Inspección del Banco Mundial, el Panel respondió con un informe en el año 2001, señalando múltiples inconsistencias ambientales. El caso se vio salpicado por la corrupción, y el proyecto fue abandonado en aquel entonces.

El año pasado fue súbitamente resucitado y el 27 de abril fue aprobado un empréstito de $380 millones de dólares por el Banco Mundial. Una vez más, NAPE asumió la batalla para frenar la destrucción del Bujagali y del Lago Victoria.

Uganda ha vivido en un estado permanente de guerra desde la caída del primer gobierno de Milton Obote, pasando a los aciagos días de la dictadura de Idi Amin, y un segundo mandato de Obote el que fue derrocado por el actual dictador "democrático" Yoweri Museveni. En los últimos 2O años ha tenido lugar una guerra fratricida en contra del pueblo acholi, que en resumidas cuentas no es más que parte de la guerra por el control de los recursos naturales del África Central.

Uganda invadió a la República Democrática del Congo, durante la segunda guerra del Congo, con el propósito de apropiarse de los diamantes, oro, maderas preciosas y el coltan (columbita-tantalita) (5), instigando las guerras tribales entre los pueblos lendus y hema; y de esta forma poder garantizar la inestabilidad requerida para entronizar el saqueo de minerales en la provincia congolesa de Ituri.

Museveni -aliado incondicional de los Estados Unidos en la región- logró el empréstito del Banco Mundial e inmediatamente compró un nuevo avión Gulf Stream avaluado en $42 millones de dólares, una extravagancia para uno de los países más pobres del Planeta.

Mientras tanto, dio luz verde para la destrucción de la Foresta del Mabira, la que pasará a ser una plantación de caña de azúcar manejada por inversionistas hindúes. La foresta Mabira es esencial para el equilibrio ecológico de la cuenca del Lago Victoria, la cual sufrió una enorme sequía que se dilató durante varios años, disminuyendo el nivel del lago, de cuya cuenca dependen más de 30 millones de personas, y se supone que es esencial para el mantenimiento de la represa Owens - la mayor planta hidroeléctrica existente en ese país - y de los bancos de peces lacustre, una de las más importante fuentes económicas de Uganda.

Días antes de la aprobación del empréstito por parte del Banco, Frank Muramusi -director de NAPE- y tres diputados fueron encarcelados por el régimen de Museveni, bajo el pretexto de haber incitado una manifestación en contra de la concesión de la foresta Mabira, donde fueron linchados algunos hindúes por supuestos manifestantes.

Es indudable que la electrificación es importante para Uganda, sin embargo con los costos actuales de la energía eléctrica solo un pequeño porcentaje de los ugandeses puede sufragarla. La inexistencia de una red nacional de interconexión hace pensar que buena parte de la energía se dedicará a la exportación. Mientras tanto, los problemas ambientales que plagan el Lago Victoria se incrementarán y las poblaciones ribereñas sufrirán las consecuencias.

Los pigmeos y la Ley Forestal del Congo


Los pueblos de la República Democrática del Congo, conocido como pigmeos, presentaron en noviembre del año 2005 una petición ante el Panel de Inspección del Banco Mundial, sobre la Ley Forestal, la que fue financiada por el Banco Mundial, poniendo en riesgo la vida y el sustento de 250 a 600.000 indígenas.

La selva del Congo es la segunda reserva forestal más grande del Planeta, cuenta con 160 millones de hectáreas de bosque, donde habitan más de 200 pueblos. Los proyectos forestales que desató el Banco Mundial al copiar la Ley Forestal del Camerún (1994) incrementó la deforestación intensiva y la destrucción de las cuencas hídricas.

La denominada Segunda Guerra del Congo (1999-2003) se convirtió en una de las mayores carnicerías efectuadas en África, donde perdieron la vida más de cinco millones de personas. La participación de los ejércitos de Uganda y Rwanda sirvió para fomentar el saqueo de los recursos e intensificar las tensiones étnicas, replicando la masacre de Rwanda en la provincia de Ituri, al armar milicias de los pueblos lendu y hema, situación que desembocó en masacres de aldeas completas. El pueblo T'wa (Batwa: pigmeos que habitan la zona de Ituri y el entorno del lago Kivu) padeció el canibalismo practicado por algunas milicias como los mai mai.

El conflicto del Congo fue silenciado por los medios de comunicación occidentales, los cuales crearon una cortina de humo sobre la degradante situación de los derechos humanos, y la participación directa de compañías mineras como Barrick Gold, involucrada en pagos de protección a milicias implicadas en masacres. La explotación del Coltan -material esencial para la fabricación de baterías de teléfono celulares y laptops - fue otro de los alicientes en la prolongación de la barbarie. Naciones Unidas procedió a tratar de frenar el movimiento de minerales que se dio a través de países como Uganda sin mayor éxito.

Como parte del Plan de Acción de la Gerencia del Banco Mundial en ese país, propusieron la participación de los pigmeos en la demarcación de árboles y zonas que consideran vitales para su sobrevivencia. La información es tomada con la ayuda de GPS, y de esta forma se supone que los pigmeos lograrán que se respeten sus árboles sagrados y zonas más frecuentadas. La información utilizada para certificar las explotaciones forestales proviene de la Forest Stewardship Council.

Sin embargo, las compañías como Congolaise Industrielle des Bois (CIB) y la Tropical Forest Trust (TFT) vienen deforestando a un ritmo sin precedentes en la historia de África, contando con el beneplácito de la Forest Stewardship Council. Mientras tanto, la guerra continúa en una escala moderada, pero la región de Ituri no deja de ser escenario de continuas batallas fomentando el perpetuo éxodo de la población civil.

Es bastante improbable que los derechos humanos de los pueblos pigmeos se respeten y mucho menos el derecho a conservar su hábitat. Los pigmeos no son considerados seres humanos por los otros pueblos del Congo. Hacia ellos existe un desprecio sistemático, como prueba fehaciente de ese hecho está la vergonzosa anécdota de como un grupo de pigmeos invitados a un festival de música en Brazzaville (Pan-African Music- FESPAM julio 2007) fueron alojados en el zoológico de esa ciudad.

El pueblo garífuna y la atomización de la propiedad comunitaria

En el año 2003 el Estado de Honduras a instancias del Banco Mundial, elaboró una nueva Ley de Propiedad con el propósito de crear un marco jurídico para la titulación de tierras en un país donde más del 70% de los propietarios carecen de un reconocimiento jurídico. Al mismo tiempo inició el Proyecto de Administración de Tierras de Honduras (PATH), el que acompaña a la nueva dependencia estatal denominada el Instituto de Propiedad.

El pueblo garífuna desde un inicio exigió que se efectuara las consultas pertinentes con los pueblos indígenas, tal como lo señala el Convenio 169 de la OIT para Pueblos Indígenas y Tribales. La Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) desarrolló una consulta en octubre del 2003, donde el pueblo rechazó categóricamente las dos versiones que presentaron los delegados del Estado, ya que pretendían desconocer la propiedad comunitaria que ha venido practicando nuestro pueblo desde el arribo a Honduras hace 211 años.

En junio del 2004, el Congreso de Honduras aprobó una versión de la Ley de Propiedad, la que en su capítulo tercero presenta una serie de artículos totalmente nocivos para los pueblos indígena y negros del país. No obstante señalamos de forma pública y contundente el rechazo a la ley, el Estado de Honduras persistió en ignorar las observaciones presentadas.

A principios del 2006, los garífunas introdujimos una petición ante el Panel de Inspección del Banco Mundial sobre la violación a la operativa indígena y ambiental del Banco al financiar el PATH. De paso, la Gerencia local de ese organismo se dedicó a crear una organización garífuna paralela a las ya existentes, denominada Mesa Regional de Resolución de Conflictos, conformada en su mayoría por "profesionales" garífunas que reciben instrucciones directas de funcionarios políticos y empresarios asociados al Estado.

En junio del año pasado, el Panel emitió su informe en el que acepta la veracidad de los planteamientos del pueblo garífuna, sin embargo la gerencia local persistió en ignorar nuestra organización y chantajeó al Estado de Honduras por haber aceptado la disolución del engendro de "organización" creado por el Banco.

A casi un año de entrar en vigencia el Plan de Acción de la Gerencia, los cambios efectuados ante el descalabro que se prevé en materia de tenencia de los territorios indígenas y sus derechos colectivos, no ha sido solucionado. Todo lo contrario, a instancias del Banco el Estado de Honduras persiste en validar un Manual de Regularización de las Tierras de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, que a todas luces viola el Convenio 169 de la OIT y la recién aprobada Declaratoria de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

El trasfondo en el caso de los garífuna, del PATH y su Ley de Propiedad es simplemente individualizar los títulos comunitarios recibidos por nuestro pueblo, para fomentar un efecto dominó de las ventas de la tierras y así poderla dedicar al turismo, vetusta y obsoleta ambición de una oligarquía de poca imaginación y una tremenda dependencia de los dictados del norte.

Basogas, batwas (pigmeos) y garífunas somos víctimas de los delirios del supuesto desarrollo impulsado por el Banco Mundial, el que parece ser estar poseído por la esquizofrenia. Por un lado la Gerencia se otorga la prerrogativa de crear las condiciones de la destrucción de los pueblos, y por otro lado los informes del Panel de inspección del Banco Mundial (a pesar de sus buenas intenciones) se convierten en papel sepultado en una pesadilla de deforestación, relocalización y destrucción de las cosmovisiones de los pueblos indígenas del Planeta.

Notas

(1)  Tomando en cuenta el origen latino de la palabra que quiere decir originario del lugar, en África son considerados pueblos indígenas los tuareg, los pigmeos...

 

(2) En la actualidad somos con los wayuu de Sudamérica los únicos que hablamos un idioma de origen arawak maipure norteño, además de haber conservado el uso de la yuca amarga y la tecnología proveniente del Río Orinoco para el procesamiento del tubérculo, las danzas en círculo y muchos de los elementos de nuestra religión el dugu.

 

(3) El panel de Inspección del Banco Mundial es un organismo independiente....

 

(4) http://en.wikipedia.org/wiki/Bujagali_Falls

 

(5) http://en.wikipedia.org/wiki/coltan

 

Mirian Miranda

Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH)

 

 


https://www.alainet.org/es/articulo/128796
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS