Afroamérica en el Foro Social Mundial de Nairobi
- Opinión
“Los africanos y afrodescendientes hemos recorrido un largo camino, desde las revueltas contra la esclavitud y las luchas contra el colonialismo y neocolonialismo, hasta las resistencias de hoy frente a la mal llamada guerra contra el terrorismo” declaró el actor de cine y activista Danny Glover frente a la multitud que celebraba el cierre del séptimo Foro Social Mundial en el parque Uhuru de Nairobi.
En la mejor tradición del pan-Africanismo radical, Glover les habló a los jóvenes africanos y afroamericanos de cómo las condiciones comunes de marginalidad económica y política de los barrios negros en Africa y Afroamérica (tanto en Estados Unidos como en América Latina y el Caribe) revelan la centralidad del racismo en las formas de desigualdad social en la era de la globalización neoliberal y la importancia de los movimientos negros en la construcción continua de otro mundo posible. Mencionó que las políticas neoliberales y militaristas del imperialismo norteamericano perjudican severamente a los afrodescendientes, por un lado en Colombia, donde hay mas de un millón de desplazados por la violencia política, y por otro, en Brasil donde la ecuación de desigualdad de raza y clase se expresa dramáticamente en las altas tasas de pobreza y violencia en las favelas.
Hablando como presidente de la junta de directores del TransAfrica Forum, una organización de solidaridad pan-Africana con sede en Washington, DC, Glover subrayó la importancia de las luchas contra los tratados de libre comercio (tanto en África como en América Latina) que solo benefician a las corporaciones transnacionales y los gobiernos de occidente mientras alimentan el racismo económico y ecológico contra el sur global, a la vez que celebró las políticas contra el neoliberalismo de gobiernos progresistas como los de Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Uno de los hitos del Foro Social de Nairobi fue esta suerte de encuentro entre el continente Africano y la diáspora afroamericana. El discurso tricontinental de liberación estuvo inscrito en los nombres de los espacios de reunión: Amilcar Cabral, Che Guevara, Franz Fanon, Patricio Lumumba. La presencia afroamericana se expresó de muchas maneras, entre las cuales se cuentan una diversidad de discusiones sobre cómo revivir la agenda mundial contra el racismo trazada en la conferencia del 2001 en Durban y sobre como centralizar la cuestión racial en los movimientos por la justicia global y particularmente en los procesos de Foro Social.
Las delegaciones afro-brasileñas y la Red de Organizaciones Afro-Venezolanas tuvieron una participación notable tanto en las mesas de discusión como en las presentaciones culturales. Los brasileños auspiciaron debates de análisis y estrategias contra el racismo y su vinculación a la constelación de luchas contra el capitalismo neoliberal y el imperialismo, y a otros reclamos relacionados (feministas, laborales, campesinos, culturales, ecológicos, económicos). Los venezolanos realzaron las dimensiones de político-raciales en los procesos de cambio en Venezuela, por ejemplo las nuevas políticas de derechos colectivos de los afro-venezolanos y la política exterior que promueve relaciones de cooperación entre Venezuela (enfatizando su diáspora africana) y países africanos. No solo las ideas y propuestas políticas, sino también los ritmos afro-brasileños y afro-venezolanos sedujeron a la muchedumbre del foro, sirviendo de aliciente para convocar espacios inter-culturales de música y baile.
Una de las discusiones mas vivas fue en la mesa titulada Haití: Resistencia, Soberanía y Dignidad organizada por el Foro Social de las Américas, en la cual el sindicalista Haitiano Didier Dominique presentó un análisis de las raíces históricas y determinantes presentes del carácter subordinado de Haití en el sistema-mundo actual y de cómo se conectan las resistencias populares y laborales en Haití con las luchas por la democracia radical y justicia social a nivel mundial. Irónicamente, el lugar donde se protagonizó la devolución social mas profunda del siglo 19 y que sirvió de cúspide al primer movimiento antisistémico global (el abolicionismo), hoy día es escenario de grave violencia social y política. Por su lado, Nora Cortiñas de las Madres de la Plaza de Mayo nos habló de las gestiones de solidaridad en Argentina a favor de la liberación haitiana y contra la intervención imperial norteamericana y europea en el país caribeño. Se abogó a favor de medidas de reparación a cuenta de la deuda imperial con Haití sobre todo por los gobiernos franceses y estadounidenses. Dos representantes afro-venezolanos del Comité Nacional de Solidaridad con Haití propusieron la organización de un foro mundial en apoyo a Haití a celebrarse en suelo haitiano, propuesta que luego fue presentada en la Asamblea de Movimientos Sociales.
La participación afro-norteamericana en el Foro de Nairobi fue claramente expresada en la delegación que está promoviendo el Foro Social de los Estados Unidos que se llevará a cabo en la ciudad de Atlanta el próximo mes de junio. Project South, la organización local que coordina dicho Foro, es mayormente afro-norteamericana. La supremacía blanca y el racismo (a nivel local, nacional, y global) y sus vínculos estructurales e institucionales con otras formas de injusticia (clase, género, sexualidad, ecología, etc.) es uno de los ejes transversales del Foro estadounidense. En un conversatorio entre Aníbal Quijano, un servidor, y miembros del comité nacional del Foro Social de los Estados Unidos, se enfatizo en el alcance global del proyectado foro en vista de la pertinencia mundial del imperio norteamericano.
Si hacemos balance, quizás la contribución mas significativa de la agenda afroamericana en los procesos del Foro, en este momento, sea el enfocar las luchas en contra del racismo como uno de los asuntos claves en los movimientos alterglobalización. Esto implica un entendimiento, por un lado de las dimensiones raciales del patrón global de poder moderno/colonial (claramente manifestado en el genocidio imperial contra los iraquíes y en la relación estructural entre raza y clase en la economía mundial), y por otro lado de la importancia de las luchas de los pueblos africanos y afro-diaspóricos en la gesta por la liberación global. Esto ha de requerir un análisis del carácter sistémico del racismo en todas sus formas (estructurales, institucionales, cotidianas) y expresiones (económicas, epistémicas, culturales, ecológicas). Representantes de varias redes Afro-Latinoamericanas promovieron la propuesta de celebrar una nueva conferencia mundial contra el racismo probablemente en el 2009 en Brasil. Una de las demandas más fundamentales de la agenda de Durban es la de reparaciones por cuenta de la esclavitud trans-Atlántica y sus legados, lo cual supone reconocer el holocausto Africano como un crimen contra la humanidad e implica medidas concretas de reparación en África y la diáspora Africana. Sin embargo, el legado y promesa de liberación del Pan-Africanismo radical aún está por integrarse plenamente al discurso y al proyecto de los foros sociales. Esperamos que Nairobi haya abierto caminos por esos horizontes.
- Agustín Lao-Montes es integrante de la Red-Instituto por la Democratización Global (NIGD)
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