A quién obedece el Presidente
02/08/2006
- Opinión
Ahora resulta que el Tratado de Libre Comercio, firmado y ratificado
con Estados Unidos, no resulta ser tan bondadoso como sus impulsores
aseguraron durante largos meses de debate nacional. Apenas a un mes de
haber entrado en vigencia el tratado, cuyo propósito primordial es
abrir mercados, el gobierno resulta diciendo que hay que “proteger el
mercado nacional” del pollo.
El Vicepresidente Eduardo Stein Barillas, confirmó ayer (2 de agosto)
la disposición presidencial de incrementar el arancel del pollo y que
el Presidente pidió a los Ministros de Economía, Finanzas, Trabajo y
Agricultura una propuesta técnica para determinar el alza más adecuada
en la cual se contemple la protección a “la producción nacional”. Y
aunque el mandatario también sugirió construir la propuesta en la cual
se “equilibre la atención al consumidor y no se lastime la canasta
básica”, no hizo referencia a otros productos que también serán
afectados por la inundación de productos extranjeros en el mercado
local.
La decisión de proteger el pollo no deviene precisamente de una toma
de consciencia económica y social por parte del Presidente. Su
determinación obedece a presiones empresariales claramente
identificadas, que impulsan el libre mercado, siempre y cuando esta
libertad no afecte sus millonarios ingresos y excesivos privilegios.
Entonces, llegan al despacho presidencial sin tocar la puerta,
demandando que los límites de la cuota –en este caso de la importación
de pollo- no sean excedidos. Y que aquellas piezas adicionales paguen
aranceles elevadísimos.
Como primera medida de presión, los productores nacionales de pollo –y
anótese que no nos referimos a los pequeños productores sino a los
nuevos oligarcas de este país- aumentaron el precio de la carne blanca
en hasta 11% por libra la semana pasada. Es indudable que la acción de
los empresarios es una típica coacción incisiva para conseguir su
propósito: mantener privilegios a costa del hambre de la población.
Lo más trágico es que el gobierno, etiquetado desde su inicio como
“pro-empresarial” se inclinó a favor de estas pocas familias y se
pasó por el arco del triunfo aquello del “bien común”. En una decisión
de complacencia y subordinación escandalosa accede a las ¿peticiones?
de los empresarios. Estamos siendo gobernados entonces por un
Presidente que primero nos obliga a aceptar el Tratado de Libre
Comercio –el que por cierto no terminamos de aceptar en las
condiciones que se hizo- pero cuando sus financistas le ordenan cerrar
mercados, lo hace sin la menor vacilación. Es la acción más clara y
abierta de un gobierno que no sabe cómo conducir al país y sus
movimientos están definidos por ajenos, a los cuales sirve pronto al
primer chasquido de dedos.
De modo que la decisión no es precisamente elaboración propia del
gobierno, como muchas otras, pero en este caso vale la pena
preguntarle al ‘Señor Presidente’ si también va a proteger otros
productos, particularmente aquellos que afectan directamente a los
pequeños y medianos productores nacionales. El caso del maíz amarillo,
por ejemplo, es patético. El ancestral alimento está en el absoluto
desamparo, mientras los productos agrícolas de Estados Unidos “nuestro
mayor socio comercial” –así le dicen los neoliberales- son protegidos
y subsidiados considerablemente.
Pero estas “son las presiones históricas”, dice el vicepresidente
Eduardo Stein, al referirse a que todos los países protegen su
industria aviar. Esta clara subordinación presidencial a un bien
identificado grupo empresarial podría implicar un incremento de hasta
164%, lo que naturalmente se trasladará al consumidor final. Y si a
ello agregamos que el precio del petróleo a nivel internacional va en
aumento, y por lo tanto también va en aumento el costo de la canasta
básica, resulta que la carne de pollo será inaccesible para las
familias guatemaltecas.
Así, la vergonzosa y patética medida del Presidente, riñe con las
declaraciones para combatir la pobreza y la mal nutrición de las y los
guatemaltecos. Pero además lo reafirma como un operador de los
sectores empresariales –aunque no todos- de este país.
- Erwin Pérez, es editor del Reporte Diario y analista de Incidencia
Democrática.
Fuente: Boletín Noticias y Análisis de Tendencias Nº 1022 /
Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org
https://www.alainet.org/es/articulo/116424
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