Por dos soldados…?

24/07/2006
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Israel no quiere la paz, quiere los territorios de sus vecinos, en los que se encuentran varios recursos estratégicos, como petróleo, agua y tierras. Esa es la principal razón para ignorar o pasar por alto la débil exigencia del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, de poner un alto al fuego. De ninguna manera se justifica la respuesta desproporcionada de Israel, de destruir la infraestructura de Líbano. Tampoco se justifica haber lanzado una ofensiva dentro de ese territorio vecino, lo que a todas luces es una invasión, incumpliendo e irrespetando totalmente las normas de convivencia internacional, tales como el fiel cumplimiento de los tratados; la solución pacífica de los conflictos; la prohibición del uso o amenaza del uso de la fuerza; entre otros. En la Franja de Gaza, la que han sometido a bombardeos permanentes, los israelíes violaron el Derecho Internacional Humanitario, cortando suministros vitales a la población civil, como agua, energía eléctrica, y han destruido de la infraestructura. Pero esto ya se ha convertido en una práctica común. Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos invadieron Irak, por sobre las prohibiciones que hiciera la ONU, supuestamente por la existencia de armas de destrucción masiva, que constituyeron una excusa para la invasión, y que finalmente nunca fueron encontradas. EEUU violentó el derecho internacional al invadir ese país; hoy Israel está haciendo lo mismo con su ataque a Líbano y Palestina, y cada vez parece materializarse la amenaza de una agresión a Siria. Obviamente los gringos fueron por el control de las reservas de petróleo y para evitar que éste se cotizara en euros, como había decidido Hussein. El gran desplazamiento de sus fuerzas terrestres, marítimas y aéreas por el control de los principales territorios y ciudades iraquíes, constituyó un esfuerzo multimillonario para tan pobres resultados. Aunque si productivo por el saqueo de las riquezas culturales de una de las cunas de la civilización. El problema central de los norteamericanos, ahora, constituye como salir bien librados de ese conflicto. Los israelitas pretenden darles una mano, o pagarles lo que han invertido en ellos, como aliados en esa aventura geopolítica. Israel acusa a los palestinos de terroristas por luchar para recuperar su patria, de donde fueron expulsados. Los soldados norteamericanos descubrieron, en carne propia, que existen iraquíes dispuestos a defender su patria, por lo que sus fuerzas se encuentran empantanados en una Guerra de Resistencia y sin haber logrado su objetivo estratégico: el control del petróleo. En términos estratégicos, tomaron el territorio, pero no han logrado el objetivo político de someter a la población y doblegar su voluntad de lucha. Militares norteamericanos en Bagdad reconocen haber fracasado para disminuir la violencia en Irak: "No hemos visto la reducción de la violencia que hubiésemos esperado'', declaró su portavoz, mayor general William Caldwell a la prensa. "La única forma en que vamos a ser exitosos en Bagdad es sacando las armas de las calles". La pregunta será: ¿Cuánto tiempo les tomará realizar esas operaciones de limpieza? En esas acciones, de nada vale su despliegue de tanques, aviación invisible, y su sofisticado arsenal. Se están enfrentando a un movimiento guerrillero que cada día se vuelve más fuerte, y que utiliza las propias debilidades de los norteamericanos, para propinarles duras derrotas; calle por calle y casa por casa; en una guerra de desgaste negativa para los norteamericanos, que puede prolongarse por tiempo indefinido. Visto de esa manera, Irak ha sido un fiasco para Estados Unidos, situación que lo ha colocado en una gran debilidad política, y también ha enfrentado la actitud digna de Irán, que reivindica su derecho a usar la energía nuclear como fuente de energía; y por otra parte la actitud retadora de –Corea del Norte, que ya cuenta con armas nucleares y que ha amenazado con usarlas en contra del propio EEUU y de Corea del sur. Por su parte la ONU ha evidenciado, una vez más, que no es capaz de garantizar la paz entre los Estados. Desde que se fundó el Estado de Israel, Estados Unidos proporcionó los recursos económicos con que se logró el asentamiento de los israelitas en territorio palestino. También proporcionó las armas y equipo, con que Israel expulsó a los palestinos de su patria y dio inicio a una guerra de ocupación de territorios vecinos, con el propósito de servir de punta de lanza para EEUU, en la lucha por el control del petróleo y otros recursos en el Medio Oriente. En una guerra que a todas luces los EEUU, está perdiendo, no la puede seguir prolongando, a pesar de la ocupación. Tampoco el pueblo norteamericano está dispuesto a seguirla financiándola con sus impuestos, ante tan exiguos resultados. Dentro de los Estados Unidos, se han dado varias manifestaciones contra la guerra. Ante una situación de incertidumbre, nadie querrá estar con el perdedor, y todo indica que se está repitiendo la tragedia de las tropas norteamericanas en Viet Nam, y tendrán que salir como entonces. Es un mal momento político para el partido Republicano, ya que por los desaciertos en la política exterior del gobierno de George Bush, lo pueden colocar como el próximo perdedor. Con la prolongación de la guerra en el Líbano, se quiere evitar la derrota política, o lo que es lo mismo, la derrota en la guerra. La actual guerra en el Líbano, tiene el propósito de desviar la atención, pero sobre todo descargar la tensión que está sufriendo Estados Unidos en Irak. Mientras más se prolongue mejor, así se cumple el propósito de desviar la atención hacia otra zona, donde por su gran influencia en todo el aparato ideológico de occidente, Israel agrede e invade, pero aparece cumpliendo el papel de “víctima”, o de agredido. El gobierno israelí subrayó que pondrá punto final a su ofensiva en Líbano cuando el Hezbolá se desarme. O sea, el conflicto va para largo. Mientras tanto, alrededor de 500 personas murieron en Líbano e Israel desde que comenzó esta ofensiva, el 12 de julio, después que la milicia chiíta del Hezbolá capturara a dos soldados hebreos en la frontera entre ambos países. Sin embargo las fuerzas armadas israelitas, han usado como una justificación el incidente para lanzar una ofensiva, en cuyos objetivos estaba contemplada la invasión al territorio libanés. Esto se ha concretado este fin de semana, y en la medida que acrecentó sus bombardeos a la misma capital del Líbano, Beirut, argumentando la destrucción de los reductos guerrilleros chiitas. El ejército israelí anunció que convocó a más tropas reservistas para aumentar su fuerza en el norte de Israel, en una decisión que refuerza el argumento de que es inminente la ocupación permanente de los territorios al sur de Líbano. - El autor es Coordinador de producción y analista de Incidencia Democrática. Fuente: Boletín Noticias y Análisis de Tendencias Nº 1015 / Incidencia Democrática http://www.i-dem.org Guatemala, 25 de julio de 2006
https://www.alainet.org/es/articulo/116217
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