"El corazón de la cooperación es el intercambio norte-sur-norte"

Por un Norte más abierto y sensible

03/05/2006
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  • Opinión
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Si la cooperación constituye una esfera sensitiva -apreciada o criticada- de la política exterior de muchos países del norte, el rol de los cooperantes que trabajan en el Sur es muchas veces poco conocido y no suficientemente dimensionado. Agricultor y teólogo de formación; con gran experiencia en el terreno de la cooperación y de la inmigración-asilo (sobre todo en relación a Asia y Africa), el pastor evangélico suizo Armand Heiniger se desempeña desde el 2003 como presidente de UNITE, plataforma helvética que reúne a 25 ONG dedicadas al intercambio de personas, es decir a lo que se conoce como "envío de voluntarios" a Africa, Asia y América Latina. Lo que el cooperante deja en el sur P: Con una historia personal tan rica en cuanto a la cooperación con el Sur, ¿cómo interpreta el rol de los voluntarios (cooperantes) que trabajan en esta esfera? R: En tanto representante consular suizo durante algunos años en Laos, pude ver todo tipo de proyecto y observar las consecuencias de algunos de ellos que luego desaparecieron. Y estoy persuadido que la presencia de voluntarios, en el marco de la cooperación a través del intercambio de personas, es una opción mejor para trabajar con nuestras contrapartes del Sur y transmitir un espíritu de servicio más que una lógica de provecho. El balance crudo de cualquier cooperante se responde con la pregunta: ¿qué quedó cuando yo me fui? Y pienso, a la luz de más de 30 años de observación, que no siempre lo más genial es financiar proyectos. Que es fundamental compartir conocimientos, vivencias interculturales y motivación. En mi experiencia en África comprobé con mis propios ojos el impacto de los voluntarios suizos sobre el personal local, por ejemplo a nivel médico, aunque también en otras esferas como la agricultura. Fui testigo de grandes transformaciones. Un elemento adicional no menos importante: la comprobación que luego de situaciones dramáticas, como la que vivió el Congo, muchos de los actores nacionales que tratan de promover la reconstrucción han sido contrapartes de voluntarios. No hay nada casual en esta constatación. Se trata de una cuestión de proximidad, de idioma, de comprensión cultural que sólo se alcanza al convivir, al compartir con el otro. Me viene a la mente la imagen de la cebolla con muchas capas. Muchos proyectos son importantes y tocan las capas externas. La presencia de un voluntario que vivió en el lugar, que aprendió el idioma, que compartió la cotidianeidad, asegura casi siempre que se llegue a las capas más profundas Sensibilidad humana e inter-culturalidad P: Junto con la potencialidad de ese intercambio hay también riesgos...Al ser una cooperación estrechamente interpersonal, el resultado de la misma dependerá en gran medida de la calidad y madurez de ese actor-cooperante. R: Sin duda no todo es éxito en el intercambio de personas. Hay casos de gente que se adaptó mal y no logró transmitir lo que yo llamo "el corazón de la cooperación". Fui testigo de algunas experiencias de este tipo, incluso de ruptura de contratos. Y por eso insisto que la cuestión "mental", en sus aspectos psicológicos, espirituales y de sensibilidad, es aún más importante que la capacidad técnica o profesional. Y enfatizo la importancia de la formación antes de la partida. P: ¿Qué significa para Usted el corazón de la cooperación? R: Llegar, en un contexto dado - a veces difícil y muy diferente- a compartir una parte de las riquezas que poseo. Es decir, la capacidad de un voluntario para compartir con una persona o grupo social que no tuvo la oportunidad de lograr una capacitación. Entender que ese intercambio debe ser liberador, permitiendo a ese individuo o grupo llegar a ser autónomo y convertirse en un activo promotor en su sociedad. P: ¿Cómo evaluar realmente ese plus que aporta la persona que viene de afuera? Y, por otra parte, ¿qué lugar ocupa lo que ella recibe? R: Iba a eso. Si tomo el ejemplo del Congo, país profundamente siniestrado, mi evaluación del aporte de los voluntarios surge al analizar el día después de esa destrucción. Y constato que diversos individuos o grupos que se beneficiaron en su momento con el apoyo de un voluntario tienen hoy capacidad de iniciativa al margen de cualquier presencia de personal del norte. Por otra parte, cuando hablaba del corazón de la cooperación, lo entiendo como un proceso de ida-vuelta. Un voluntario que no es capaz ni está abierto a recibir algo durante su estadía en el Sur, será deficiente. Y en esto, insisto, juega un elemento esencial la formación antes de la misión. Cada vez hay que priorizarla y mejorarla más. Es esencial. Algunos de nuestras ONG en la plataforma UNITE, como por ejemplo E-CHANGER, han comprendido esa importancia y juegan un rol motor en ese aspecto. Mirando a América Central P: Realizó recientemente un viaje a Nicaragua, integrando una delegación de personalidades suizas que conmemoraron allí a cooperantes asesinados en 1986. Visitaron proyectos y voluntarios. ¿Qué impresión tiene en esta primera visita a América Latina en lo que respecta al intercambio de personas? R: En el corto plazo en que estuvimos allí y a partir del contacto con una decena de cooperantes y sus contrapartes, pude constatar el impacto del trabajo del personal suizo. Percibí que hay una evolución con respecto al perfil de hace veinticinco años. Si bien no deja de haber iniciativas de base, hay hoy cooperantes consejeros, asesores, reforzando instituciones. Y ahí hay una pista muy importante: el apoyo a estructuras, instancias existentes, para mejorarlas, para reforzarlas, para que estén más aptas a los nuevos retos cotidianos. Por otra parte quedé impresionado por la gran motivación de nuestros cooperantes. Y constaté que se sienten bien en su propio rol, en sus trabajos, frente a sus exigencias profesionales y humanas. Están bien con ellos mismos. Y esto refuerza la tesis sobre la importancia de la proximidad en el intercambio. Y para ello el conocer el idioma nacional, local, es esencial. Y es lo que pasa en Centroamérica. Y otro elemento no menos importante, es el rol de las coordinaciones binacionales. Quedé profundamente convencido. Juegan un rol esencial y muy eficaz. Todos los cooperantes con quienes hablé lo subrayaron. Un plus para un norte mas abierto P: Quisiera concluir con un tema que es siempre de actualidad y debate La validez del intercambio de personas en el marco de la cooperación. P: Hay decenas de ejemplos y de experiencias que prueban la validez de este intercambio. No me imagino que Suiza (y el Norte) pueda obviar esta forma de cooperación que es una señal clara de su voluntad de servicio hacia las naciones y comunidades más necesitadas. Por otra parte, no se puede subestimar el rol activo que juega cada uno de esos voluntarios durante su afectación y al retorno en cuanto a la información sobre el Sur y la sensibilización de la sociedad civil norte. Un ejercicio nada despreciable. Mucho más hoy, donde se perciba cada vez más en nuestro país (y en Europa en general) un creciente "miedo hacia al extranjero". Estamos en una fase restrictiva en lo político y el plus de los que vivieron afuera y nos aportan las vivencias del intercambio es un aporte esencial para asegurar una Europa sensible y abierta hacia el otro. - Sergio Ferrari en colaboración UNITE Distribuido por el Servicio de prensa E-CHANGER
https://www.alainet.org/es/articulo/115070
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