12 de octubre: Comienzo de una lucha que no finalizó

06/10/2005
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Amnistía Internacional expresa su profunda preocupación por las graves violaciones de derechos humanos que están sufriendo los Pueblos Indígenas en todas las regiones del mundo al cumplirse otro aniversario de la llegada de la conquista al continente americano. Después de 500 años los Pueblos Originarios siguen reclamando sus derechos y el reconocimiento de su propia identidad. Se encuentren dentro de los sectores más vulnerables de la sociedad, sufriendo discriminación, pobreza y violencia y enfrentando problemas crueles de derecho a la tierra, a acceso a los recursos naturales, a la administración de la justicia, y falta de atención a sus denuncias relacionadas con la falta de aplicación de normas internacionales. Sufren amenazas de muerte, "desapariciones" forzadas, desalojos y migración forzada de sus tierras y otros abusos graves cometidos principalmente contra líderes y defensores/as de Derechos Humanos. La determinación a mantener su propio estilo de vida, costumbres y creencias, y su determinación a defender sus derechos a la vida, a la salud, y al trabajo, se enfrenta a la discriminación y a las políticas que desconocen los intereses de los Pueblos Originarios y les excluyen del control de su propia vida y de su futuro. La necesidad es real y el tiempo es ahora. Los Estados deben cumplir sus obligaciones sin dilaciones. Amnistía Internacional insta a los gobiernos de América Latina a que adopten una Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Originarios que garantice la protección que necesitan, y a cooperar de manera eficaz con los Pueblos Originarios en la tarea de conseguir sin demorar la adopción definitiva del Proyecto de Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, que esta en discusión desde 1985. En Chile, Argentina, Bolivia, Canadá, Nicaragua, y Guatemala, entre otros, los Pueblos Indígenas reclaman sus tierras con violenta oposición de terratenientes y empresas dedicadas a la explotación de los recursos naturales. Amnistía Internacional llama también la atención sobre la alta mortalidad infantil y el aumento de suicidas de jóvenes indígenas ante la falta de esperanzas. Finalmente, Amnistía Internacional hace un llamado para que el Estado de Chile ratifique a la brevedad el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y que se apruebe una ley "anti-discriminación" efectiva. Hoy es imprescindible que en Chile y en el mundo reconozcan los Derechos Humanos de los Pueblos Originarios.
https://www.alainet.org/es/articulo/113161
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