Vía Campesina: de la supervivencia al mundo alternativo
15/06/2004
- Opinión
Vía Campesina festeja mediados de junio sus 12 años de
consolidación de su organización con su cuarta Conferencia
Internacional en Sao Paolo, Brasil. Inició su vida en 1992,
cuando diversos líderes campesinos, luchadoras rurales y
jóvenes se habían reunido por primera vez en Managua,
Nicaragua para analizar los retos que enfrentaban los
campesinos en los cinco continentes. Vieron el panorama del
campo mundial y local con nubarrones. Durante esta docena de
años observaron con preocupación que el número de pequeños
productores rurales se reducía de manera alarmante. A
principio de los setenta todavía tres cuartas partes de la
población mundial eran productores rurales, pero los procesos
del neoliberalismo, la consolidación de la agroempresa.
transnacional, el dominio del comercio sobre la producción, la
industrialización del campo, a raíz de las semillas híbridas,
los agroquímicos, las maquinarias agrícolas pesadas, las
tecnologías fitosanitarias y los transgénicos, han reducido la
población campesina a la mitad; otro 50% vive ahora en.
ciudades. Esta transformación productiva ha impactado duro en
la vida rural y la migración, por falta de opciones en el
campo, produjo la destrucción familiar, pobreza, el
establecimiento de cinturones de miseria alrededor de las
grandes ciudades, donde los migrantes viven en condiciones
cada vez más precarias..
En los ámbitos regionales, mujeres mexicanas vieron invadido
sus semillas tradicionales con semillas genéticamente
modificadas, provenientes del maíz subsidiado e importado de
los Estados Unidos. En las Filipinas y en Corea decenas de
miles de campesinos y campesinas tuvieron que abandonar sus
tierras, a causa de los alimentos subsidiados que fueron
traídos por los comerciantes norteamericanos en el marco de
los acuerdos de la OMC y que obliga a los países en desarrollo
a reducir las tarifas y las restricciones a las importaciones.
Se ven obligados a aceptar granos de baja calidad y muy
baratos, a raíz de los subsidios injustos. En los Estados
Unidos y en Europa, los pequeños productores fueron también
expulsados de sus tierras, mientras que los agroempresarios
gigantescos, gracias a los subsidios de los todos los
norteamericanos que pagan impuestos, invadieron el mercado con
alimentos por debajo de los costos de producción..
La complejidad de los problemas y la virulencia con la cual el
modelo agroempresarial transnacional ha pegado al campo y
sigue pegando a las familias que viven en los sitios más
remotas del planeta. Hizo reflexionar a las distintas
organizaciones campesinas y permitió unirse en una gran
organización global. Gracias al fructífero intercambio entre
Sur- Norte y Este-Oeste, se empezó a articular un movimiento
global que hoy representa una Vía Campesina consolidada,
diversa, consciente que la reflexión tiene que acompañarse con
acciones y alternativas. Desde el inicio, el Comité Ejecutivo,
proveniente de diversos continentes, ha cuidado la equidad de
género, la democratización y el apoyo a los jóvenes, quienes
se van a enfrentar a condiciones todavía más difíciles de este
modelo de globalización, crecientemente más injusto, violento,
destructor de la calidad de vida y depredador del ambiente
natural..
Las profundas reflexiones y el intercambio de experiencias a
lo largo de cuatro Conferencias Internacionales: Mons,.
Bélgica; Tlaxcala, México; Bangalore, India y ahora Sao Paolo,
Brasil, reforzadas con múltiples encuentros y luchas
internacionales en diversas partes del mundo como Seattle,
Génova, Praga, Porto Alegre, Cancún, Mumbai y otros lugares,
permitieron a los participantes entender a fondo el panorama
mundial de destrucción del campesinado y tejer alianzas
amplias con el movimiento altermundista. Conforme se ha
integrado más Vía Campesina, se ha consolidado la lucha contra
el capital transnacional. Unidas, las organizaciones
campesinas, provenientes de distintos países del mundo,
decidieron luchar contra las semillas transgénicas y a favor
de las "semillas, patrimonio campesino para la humanidad".
Entendieron que el proceso de transnacionalización de la
agricultura, donde los 300 mil millones de dólares de
subsidios al agro en el año pasado, había beneficiado en más
de 80% a las grandes empresas multinacionales, sólo acentuaba
al comercio injusto y labraba en detrimento de las unidades
familiares. También entendieron que en este modelo de
globalización los campesinos se estaba transformando
paulatinamente en "mercancía" y seres marginales, obligados a
buscar su supervivencia en la miseria..
Particularmente, el impacto de la agricultura monopolizada ha
afectado a las mujeres, quienes se veían solas frente a la
parcela, dado que los varones tuvieron que migrar por falta de
oportunidades en el campo. Las mujeres no sólo se quedaban con
la parcela y la familia, sino que tenían que ofrecer
temporalmente su mano de obra a las agroempresas
transnacionales para poder sobrevivir con sus hijos.
Las mujeres de Vía Campesina mostraron que la comida en todo
el mundo era básicamente elaborada por ellas, aunque en todo
el planeta sólo cuentan con 12% de los derechos sobre la
tierra y menos aún de propiedad de una parcela. Junto con los
compañeros campesinos lanzaron la campaña mundial de
protección a las semillas diversas y adaptadas a los
ecosistemas diferentes, lucharon en contra de las semillas
transgénicas e híbridas y promovieron la equidad de género
dentro de su organización y de sus países.
Con las semillas producidas por manos campesinas iniciaron el
intercambio de éstas, a la vez que se opusieron a los derechos
de propiedad intelectual (TRIP's en inglés), donde la OMC
pretende privatizar los conocimientos milenarios de los
pueblos del Sur. De los cinco alimentos básicos consumidos en
todo el mundo, tres vienen de América Latina (maíz, papa y
fríjol), el arroz de Asia (India y China) y el trigo de
Etiopia. Estos conocimientos, frutos de largos esfuerzos
básicamente en manos de las mujeres, no pueden ahora
apropiarse por unas pocas empresas. Las presiones del gran
capital siguen acosando a la producción campesina y para
garantizar su supervivencia, Vía Campesina ha exigido a los
gobiernos de sus países Reformas Agrarias democráticas, donde
los organismos multilaterales de las Naciones Unidas deberían
apoyar al productor pequeño y no al gran capital..
Con una producción campesina en parcelas pequeñas, se puede
garantizar la soberanía alimentaria al mundo entero.
Los datos de la propia FAO muestran que el hambre entre 800
millones de seres humanos no se debe a la falta de alimentos-
hay suficientes para dar de comer a todos los habitantes del
planeta- sino que se trata de la falta de ingresos para poder
adquirirlos o la falta de tierras para producirlos. La comida
en Vía Campesina no es sólo un derecho humano básico
abstracto, sino uno concreto, donde cada ciudadano y ciudadana
tiene el derecho de alimentarse de manera permanente, con
comida de buena calidad, en cantidad suficiente y
culturalmente diversa y propia de cada región. Con esta lucha
para una soberanía alimentaria, se reivindica su carácter
local; no es en manos de transnacionales que se garantice la
alimentación a las generaciones presentes y futuras.
Hoy día, cada kilogramo de comida en una mesa de los Estados
Unidos recorre 1,200 millas y daña al ambiente con 10
kilogramos de bióxido de carbono, agravando con ello el
calentamiento global, donde otra vez los habitantes de las
zonas más pobres se ven mayormente afectado en mayor medida,
dado que sus precarias viviendas no los protegen adecuadamente
ante las inclemencias naturales, de modo que las catástrofes
se tornan cada vez más sociales y menos naturales..
La voracidad del capitalismo se ha expandido no sólo a la
producción, comercialización, transformación y el comercio de
los alimentos, sino crecientemente las grandes empresas
petroleras y gaseras se están involucrando en la apropiación
del agua. Cinco transnacionales –Suez, Bechtel, General des
Eaux, Vivendi (ahora Veolia), RWE- pretenden entrar al negocio
de los 800 mil millones de dólares que representa la industria
del agua, del alcantarillado y del saneamiento. En los últimos
años la mitad de los préstamos del Banco Mundial están.
relacionados con el agua y para evitar que las futuras crisis
financieras pudieran afectar las ganancias de las grandes
empresas, el Plan Chamdessus- anterior director general del
FMI- decidió una fórmula para garantizar las inversiones y
ganancias de estas empresas, llamada "socios públicos y
privados". Las inversiones en agua se tienen que efectuar
localmente, y los municipios no cuentan con grandes recursos;
por eso los gobiernos nacionales tienen que respaldar estas
inversiones en agua y en caso de incapacidad de pago local, el
costo completo, incluido las ganancias se cargarían a las
deudas externas que parecen cada vez más a deudas eternas. No
cabe duda, que en un futuro próximo estas empresas prefieren
generar conflictos en los lugares del contrato, ya que pueden
cobrar entonces no sólo su inversión, sino también sus.
ganancias, sin tener que prestar servicio alguno..
Ante estos peligros y potenciales guerras por la apropiación
de los recursos naturales y los conocimientos ancestrales, Vía
Campesina ha decidida unirse en los cinco continentes para
primero intercambiar información sobre las prácticas del gran
capital, desarrollar después estrategias para combatirlas y,
finalmente, aliarse con otros sectores que luchan contra este
modelo inhumano, destructor del ambiente, violento y
discriminador de grupos sociales y de género. Desde el.
principio a todos los integrantes les ha quedado claro que el
modelo actual del neoliberalismo es saqueador de la
naturaleza, destructor de la diversidad social, cultural y
ambiental, depauperador de los campesinos y generador de
guerras, inseguridad y violencia. Sólo unidos pueden enfrentar
la amenaza y proponer al mundo modelos de desarrollo menos
depredadores, culturalmente diversos, integrales con el
ambiente y respetuoso de los seres humanos. De ahí su eslogan:
"Globalicemos la lucha –globalicemos la esperanza.
Otro mundo es posible.".
¡Felicidades por su cumpleaños doceavo!
https://www.alainet.org/es/articulo/110092
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