La Alianza en la Asamblea de los Movimientos Sociales

09/02/2004
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Desde el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre se había gestado una alianza entre los movimientos sociales, quienes se habían unido a favor de un mundo alternativo, donde exista bienestar y calidad de vida para todos, entorno sano y soberanía alimentaria. Estas demandas obligan a los gobiernos a llevar a cabo reformas agrarias democráticas, un desarrollo urbano sustentable, equidad de género, derecho a la autodeterminación de los pueblos y condiciones dignas a trabajadores y trabajadoras en las fábricas y el campo. Las movilizaciones iniciadas en Seattle, estimuladas en la lucha por la dignidad de los pueblos indígenas en Chiapas, y posteriormente afianzada en Praga, Genova y Washington, llevaron a la victoria contra de la OMC en Cancún. De movimientos desarticulados se gestó una Asamblea de Movimientos Sociales en todo el mundo, comprometida de coordinar los esfuerzos contra el sistema injusto. Comparten la utopía de un mundo alternativo, sin pobreza y con oportunidades de trabajo y calidad de vida para todos, incluido los más vulnerables como serían las niñas discapacitadas en el Sur. Las discusiones y los intercambios de experiencias aclararon dudas entre diversos participantes. La ocupación de Irak por parte de los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados mostró con mayor claridad los vínculos existente entre la hegemonía geopolítica, el militarismo y la dominación económica en manos de empresas trasnacionales. Los análisis de la situación de la India y la crudeza de su pobreza puso de manifiesto que un país sometido por el colonialismo y posteriormente el capitalismo no puede garantizar a su población bienestar, sobre todo cuando las tasas demográficas agravan la presión sobre los recursos naturales existentes y las fuentes de trabajo. Obliga a los movimientos sociales a buscar caminos alternativos. Quedó claro en este FSM que sólo unidos era factible combatir eficientemente al sistema mundial y revertir los mecanismos de explotación y marginación. Como en todo evento de gigantescas dimensiones y potencial de movilización surgieron tensiones e intentos de cooptar a movimientos sociales y movimientos de masas en la India. Diversas organizaciones no gubernamentales (ONG's), apoyadas con amplios recursos gubernamentales provenientes de países industrializados y fundaciones al servicio de transnacionales, intentaron confundir a indígenas, campesinos, trabajadores, mujeres y marginados. Sin embargo, cientos años de lucha y resistencia permitieron superar las dificultades y unir a los movimientos, a la vez que reforzar los lazos de lucha para establecer una alianza más sólida entre Norte- Sur y sobre todo redes de colaboración eficientes Sur-Sur. Cada noche se reunieron los movimientos sociales de todo el mundo para acordar las estrategias de lucha, compenetrarse más con las organizaciones de masas de la India y redactar una Declaración común "Llamamiento de la Asamblea de los Movimientos Sociales". Acordaron movilizarse el 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional por los Derechos de la Mujeres, el 17 de abril para el Día Internacional de la Lucha Campesina; el 22 de marzo organizar la Jornada Internacional de Protesta contra la Guerra y la Ocupación de Irak, el 30 de marzo el Día de la Tierra en Palestina, contra la Construcción del Muro y a favor de la Autodeterminación del Pueblo Palestino. Unida, la Asamblea se sumó al llamamiento de los Dalits para una movilización por la inclusión social. Una particular conjugación de fuerzas se dará en contra de la próxima reunión ministerial de la OMC, planeada en Hong Kong, donde se impedirá la privatización de los servicios públicos como salud, agua, educación, investigación, energía y donde se garantizará el derecho a la soberanía alimentaria, el rechazo al sistema de patentes sobre la vida, los recursos naturales y las asociaciones público-privadas, promovidas por el IMF y el Banco Mundial para socializar las pérdidas y privatizar las ganancias de las empresas transnacionales. * Úrsula Oswald, CRIM-UNAM
https://www.alainet.org/es/articulo/109362
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