MST: Actor de una pedagogía de la tierra
16/10/2003
- Opinión
Si sus luchas son arduas y sus logros significativos, dos aspectos
hacen la diferencia del Movimiento de Trabajadores rurales sin Tierra
(MST) del Brasil con respecto a otras organizaciones sociales
latinoamericanas. La mística y la formación de sus integrantes. Así
lo enfatiza en entrevista exclusiva Marçia Mora Ramos, 28, quien se
presenta, en primer lugar como " sin tierra " y , sólo en segundo,
como educadora. Ramos es miembro del colectivo nacional del área de
formación e integra la coordinación estadual de San Pablo del MST.
La lucha por la escuela.
" Tan pronto que el movimiento ocupa una tierra improductiva e
instala un campamento, una de las primeras y más inmediatas
reivindicaciones a ejecutar es la escuela...El MST no autoriza que
ningún niño de ese campamento deje de estudiar " señala Marçia Mora
Ramos, centrando la trascendencia de lo educativo para los sin tierra
brasileros.
De lo local a lo global no hay más que una cuestión de dimensión y
proporciones. " Cuando hacemos los encuentros nacionales de
dirigentes, congresos o actividades regionales, se prioriza la
participación de todos, de las familias, incluso de los niños.
Y el espacio donde están los niños no es un simple " depósito " sino
que debe reunir ciertas cualidades. Allí deben aprender porqué sus
padres participan en la lucha. Allí, juegan educativamente y
construyen colectivamente...y , adicionalmente, se enriquecen por el
encuentro con muchachos de otros lugares "
Marcia, madre de un varón de 9 años " que se cría en el asentamiento
donde vivimos en el estado de San Pablo " es hija de *sin tierra*.
Se ha formado como educadora en escuelas del MST, reivindica el
aporte rector del pensamiento del " maestro Paulo Freire ", proyecta
comenzar en el 2004 una formación universitaria en el área educativa
y resume con extrema claridad algunos de las concepciones esenciales
de su movimiento que son propositivamente novedosas, pedagógicamente
innovadoras.
Una pedagogía diferente.
" Cuando en el MST hablamos de * la* escuela nos referimos a algo
que excede ampliamente el mero recinto donde se aprende a leer y
escribir ", lanza con seguridad la joven dirigente con una
argumentación tan humana como provocadora.
" Para nosotros la escuela es todo el campamento o el asentamiento.
Son escuela las formas en que las familias se organizan para obtener
el agua, la luz; también la comunicación y las relaciones entre unos
y otros; las actividades y reuniones de programación; el trabajo
concreto...
Construimos una pedagogía diferente a partir de nuestra historia.
Somos un movimiento pedagógico porque el solo hecho de confrontar el
latifundio produce una ruptura en la concepción más profunda de cada
persona. Romper el cerco del latifundio es un acto pedagógico por
excelencia " continúa enfatizando Marçia Ramos en un extraño
ejercicio de abstracción donde, paradójicamente, nada parece
abstracto.
La tierra, las semillas, la realidad cotidiana, aparecen entonces en
la esfera inmediata del análisis de la educadora *sin tierra*. "
Nuestra vivencia pedagógica está marcada por una serie de matrices
construidas con los años. Es la pedagogía de la tierra, de la lucha
por la tierra, de la sobrevivencia en y de la tierra...y la escuela
no puede dejar de elaborar e incorporar todo esto. ¡Cuando nosotros
hablamos de luchar y de construir a partir de la tierra sabemos que
es absolutamente posible! Y una escuela es tal, solamente, cuando
incorpora esta dimensión ".
Los conceptos desbordan y pedimos ejemplos, como para encontrar un
tiempo imprescindible de digestión de esos conceptos innovadores. "
Es muy sencillo ", responde con simpleza Ramos. " Por ejemplo, si
estudiamos la geografía, es mucho mejor comenzar de lo cercano, de
aquí al lado, más que con mapas complicados. En cuanto a las
ciencias naturales, lo mismo. ¿ Cuándo vamos a poder contar en las
escuelas brasileras con laboratorios adecuados? Y hay tantas
realidades simples, alrededor de nosotros, en el paisaje cercano que
permiten ese aprendizaje. Ni que hablar de las matemáticas: ¿porqué
comenzar con memorizaciones o fórmulas y no con el cálculo de lo que
gana o gasta un trabajador en su parcela, por día, por mes, por año?
Y de ahí extender el cálculo a la zona, al municipio, al Estado y a
la Nación "
Tal pedagogía de la simpleza y de la profundidad, integra dos
principios esenciales que rápidamente desarrolla en el diálogo la
joven dirigente. En primer lugar, - herencia directa de Paulo Freire
y su pedagogía de los oprimidos- " hay que entender que el educador
debe estar también dispuesto a aprender. Debemos romper con el
esquema clásico de las escuelas estatales de Brasil donde existen un
maestro y un montón de alumnos y todo se entiende como transferencia
vertical de arriba hacia abajo.
Para nosotros la idea vital es la de proceso. Hay un educador y
educandos que comparten y socializan. Todos tienen algo que aprender
y que enseñar. Nadie sabe todo y todos saben algo. Se comparte un
conocimiento existente"
La pausa, la construcción conceptual y el segundo pilar o marco de
referencia. " El proceso educativo nace en la realidad concreta, pero
no se queda en eso. Avanza, se extiende y llega a lo global, a lo
mundial " Es interesante pensar , por ejemplo, la gran diferencia que
hay entre aprender las matemáticas desde la perspectiva de los que
acaparan -*lógica del latifundio*- o de los que exigen distribución -
lógica de los sin tierra-, susurra Ramos.
" Y es este ejercicio , que no acepta la escuela oficial brasilera -
que es *bancaria* y tradicional- y que nosotros defendemos a muerte
como principio esencial : la dimensión conscientizadora y política,
el aspecto realmente pedágogico de la educación ", afirma.
La pedagogía del trabajo.
Esa contradicción de visiones tiene un correlato bien directo. "
Dentro de nuestras matrices innovadoras ubicamos también la pedagogía
del trabajo. La escuela oficial no enseña a trabajar. Apenas enseña,
y muy mal, a leer y escribir.
La escuela que defendemos es la que enseña a los niños el trabajo
cotidiano, las tareas agrícolas, las pecuarias. Y por eso estamos
convencidos que la comunidad, el colectivo, debe ser escuela. Todo se
facilita a la luz del conjunto: es más fácil vivir lo cotidiano,
asegurar los servicios, reunirse, encontrarse. Que la gente viva en
comunidad es un hecho extremadamente importante para nosotros en
tanto trabajadores ", sentencia, saliendo al cruce de la visión
individualista, de puertas cerradas, barrios-fortaleza, llaves y
candados.
Desafíos de futuro: La cultura en la educación.
Criada en un asentamiento, *hija de sin tierra*, analista tan
pragmática como aguda... ¿cuáles han sido los puntos débiles de la
educación que recibió en estos últimos 13 años de vivir en el seno
mismo del MST?, preguntamos.
Un breve silencio, el intento de recapitular casi tres lustros en
medio minuto, una experiencia de vida que brota y la certitud de una
mirada que no ahorra autocríticas. " Como pasa generalmente en el
campo brasilero, me casé muy joven, apenas con 16 años, tuve mi hijo
a los 18 años y puede decir que no viví mi adolescencia. Me faltó en
ese momento un colectivo educativo que fuera más integral, que me
ofreciera la posibilidad de expresarme artísticamente, ejercitar el
canto y la danza que me gustan tanto. Muchas veces las y los jóvenes
del campo no tienen muchas opciones de actividades creativas los
fines de semana "
Y de su revisión de vida, de su crítica sin miramentos, la fuerza de
la búsqueda de alternativas. " Por eso es tan importante lo que
acabamos de definir en el colectivo nacional del MST como prioridad
para el 2004. Para el año próximo vamos a masificar el arte como
parte esencial de la educación. Vamos a potencializar las actividades
culturales, como el teatro, la pintura, la música.
De la misma forma que la mística del movimiento tiene mucho de
expresión popular, artística, hay que reconocer que el pueblo
brasilero tiene grandes potencialidades en la música y el ritmo, en
el teatro...somos un pueblo muy expresivo.
Hay mucha gente que pinta, pero no está acompañada. Todo el mundo
canta, pero tampoco se lo potencializa como actividad sistemática.
Nuestras escuelas no lo optimizan. Y por eso el MST lo acaba de
definir como prioridad para el futuro. Queremos ayudar a organizar
la vida de los jóvenes, darle opciones artístico-culturales, asegurar
que haya colectivos que las estimulen y las promuevan. En poco tiempo
¡lo masificaremos hasta que explote! ", concluye exultante la joven
dirigente sin tierra.
https://www.alainet.org/es/articulo/108600
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