¿Y… dónde está la derecha peruana?

28/08/2005
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  • Opinión
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Cuando Antero Flores declara que no participará en las elecciones internas del Partido Popular Cristiano (PPC) y mas bien adelanta su predisposición a trabajar, desde ahí, en favor de la convergencia de las posiciones de “centro”, nos devuelve a la discusión derecha-izquierda. ¿También el PPC es un partido “centrista”? De otro lado, el congresista Mulder, en la comisión de Constitución, no se cansa de reafirmar la posición de izquierda- democrática, por si acaso- del APRA. ¿El APRA estará a la izquierda del “centro radical” pregonado por el Partido por la Democracia Social (PDS), o, por qué no se pueden aliar el PPC con el PDS? Alfredo Barrenechea precisa que el “centro progresista” es aquél que promete una fuerte presencia estatal en todo el territorio y que promoverá una economía de mercado basada en la igualdad de oportunidades. ¿El Partido Democrático Descentralista (PDD) de Diez Canseco podría estar en contra de esta propuesta? De nuevo, es Antero Flores el que nos intenta aclarar esta alarmante confusión de posiciones políticas. Nos dice que las políticas de estado precisadas en el Acuerdo Nacional definen los linderos del centro político, y que las diferencias notadas al interior de las posiciones de “centro” se explicarían por existir distintas maneras de llevar a la práctica lo señalado en el Acuerdo Nacional.¡ Por fin alguien habla claro! Es cierto, hasta Waissman se dio cuenta, las posiciones políticas no se definen principalmente, a diferencia de antaño, en las propuestas generales respecto de los principales problemas del país, sino el cómo se van a llevar a la práctica. Y el cómo, nos remite inmediatamente a dos cosas: qué priorizar y en función de qué intereses, los mayoritarios o los de una minoría privilegiada. Así, por ejemplo, en el campo de la economía y para decirlo en términos de ahora, ¿chorrea para abajo o son las utilidades exageradas las que siguen creciendo?, o, ¿no es cierto que los impuestos a la renta deberían aumentar para hacer realidad eso de “paga el que más tiene”? Pero no se crea que nos anima una ramplona crítica economicista. Por ejemplo, en el campo de la seguridad ciudadana, tema delicado y de actualidad, recién se ha puesto en el centro de la agenda pública a partir de dos consideraciones: los secuestros y la protesta social contra ciertas empresas mineras que llega al extremo del bloqueo de carreteras. Antes de esto, ¿alguien se preocupaba, por ejemplo, de cómo los pobladores de un asentamiento urbano tenían que organizarse con sus propios medios para luchar contra los delincuentes de la zona, al no contar con una comisaría cercana? O, también, ¿por qué no se pone el mismo interés en abordar el gravísimo problema expresado en los permanentes accidentes que ocurren en las carreteras al interior del país, y en donde, por lo general, las víctimas tienen apellidos semejantes a los señalados por la CVR? Así, pues, de esta manera nos hemos convertido en un curioso país en donde la casi totalidad de partidos y movimientos políticos se reivindican del “centro” político. En cambio, la existencia de la izquierda se la quiere reducir a la defensa de obsoletas tesis económicas que supuestamente favorecerían la inflación y el déficit económico( y no miran quiénes también están en el BCR), a su ideología estatista y en contra la economía de mercado (aunque están asombrados del milagro económico conducido por los comunistas chinos), o abanderados de la asonada y el desorden social( sin miran las causas que legitiman la protesta y la lucha de amplios sectores por una sociedad mas justa), etc. En verdad, es bueno reconocerlo, todavía la izquierda no ha sabido elaborar una propuesta económica que compita contra el sentido común ganado por el neoliberalismo, y que muchos de sus puntos de vista en contra de la injusticia y la desigualdad aparecen confundidos con los pronunciamientos de ONG’s y organismos de DDHH. ¿Acaso no ha llegado el momento para que la izquierda hable en forma clara y propositiva respecto de cómo resolver los graves problemas del país? Pero, aún más, parece ser que ha llegado la hora no sólo de hablar y proponer, sino, también, de dar ejemplo. En dos campos, el de la unidad y de una práctica política basada en la democracia y el contenido ético de sus intenciones. En este sentido sería contradictorio e inaceptable, por si fuera el caso, que algún sector de la izquierda quisiera llevar de candidato a Ollanta Humala, personaje identificado con nebulosos planteamientos ideológico- familiares que no se condicen con el régimen democrático. Y que pareciera ser una pequeña pieza dentro de una estrategia desestabilizadora de mayor alcance y a favor de oscuros intereses, dentro de los cuales podría estar el impedir la propia unidad de la izquierda. Así, ya deberíamos haber aprendido que las conciliaciones con el extremismo siempre corren en contra de la lucha por la justicia social. ¿Y… dónde está la derecha? Ya PPK se definió como de “centro- centro”; UN con el PPC, Barba y Rey, también de “centro”, entonces ¿por dónde habría que buscar a la derecha política en el país? Recién comprendemos las angustias de connotados editorialistas que de manera clara y sin titubeos propugnan la constitución de un agrupamiento de la “centro-derecha”. También las de un ex ministro del Interior que declarándose ahora derechista es tentado permanentemente por diferentes partidos de “centro” ¿La derecha en nuestro país ha desaparecido?, en el país de las mayores desigualdades en la distribución del ingreso ¿es posible esto?
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