Qué nos está pasando?

05/06/2005
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  • Opinión
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Antauro Humala, al igual que Hugo Blanco en la campaña electoral de l,980, rompió públicamente un ejemplar de la Constitución. Ollanta, su hermano, y candidato en ciernes , aplaudió el gesto. Alan asiste al cumpleaños de Moreno, jefe de Patria Roja. El general ® Fournier, hombre fuerte del SIN de Montesinos y actual secretario de organización de SI CUMPLE, se reúne con los CADs en Ayacucho. Otros se preocupan de elaborar detallados programas de gobierno o reunir firmas. La política de la escena oficial, languidece y aburre. Waisman aporta lo nuevo: eficiencia y salero. En el terreno de las masas, en los hechos, el extremismo es quien conduce algunos justos reclamos, y también otros no tan claros como los de Espinar. Pero, en realidad, las movilizaciones del interior tienen un trasfondo por liderazgos y posibles candidaturas locales; la precariedad y falta de trabajo hace enconada esta disputa. De otro lado, y de manera inusitada, diversos gremios de productores agrarios y trabajadores del sector público con relativamente poco esfuerzo y lucha logran sus reivindicaciones. Se dice que el populismo es el que avanza en años electorales. Como sucede cada cierto tiempo con la placa de Nazca, pero ahora a nivel de la estructura socio económica del país, estamos liberando las energías sociales contenidas producto de dos cosas: un nuevo modelo económico, el de“competencia recontra imperfecta” qué hace “chorrear” para arriba, junto con la democracia mas competitiva del mundo, la de los 27 partidos y mas de 5 mil agrupaciones políticas locales. En este marco, los campesinos de la comunidad de Paccha, Ayacucho, se cansaron de vender su papa a 7 ctvs. por kg, mientras los empresarios esparragueros, textileros, de confecciones, etc., acogidos al ATPDEA gozan de inesperados ingresos a costa del compromiso estatal de erradicar la coca, o presionan para que el TLC no los afecte o resguardarse de la competencia china. Así, y a su manera, todos saben utilizar los espacios de la política para mejorar su posición económica, es decir, negocian a la de verdad. Entonces, por qué alarmarse y poner el grito en el cielo ante la “falta de autoridad” cuando el campesino de Paccha bloquea la carretera y consigue que una comisión de “alto nivel” le pague 37 ctvs por kg. de papa. En realidad, sólo son pequeños temblores a favor del ajuste social e igualdad de oportunidades, ya que no se avizora ningún terremoto a la boliviana o ecuatoriana. Pero, como habrá notado el lector, son los cocaleros los que pierden, por una política a contracorriente del mercado y a favor de su represión. Ahora se comprenderá el trasfondo de lo sucedido en Tocache y su relación entre la economía y la política, en este caso de dimensión supranacional. A propósito, alguien debería explicar la ya antigua presencia y relativa libertad con que “Artemio” se desplaza en el Huallaga, y los enrevesados y hasta contradictorios intereses que parecen facilitar que esto suceda. ¿Si fuera capturado, se podría seguir hablando de “narcoterrorismo”?
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