La campaña de calumnias y difamaciones movida contra el presidente Lula muestra que está en los medios de comunicación el núcleo golpista, más prejuicioso, y más reaccionarios entre los residentes en el país. Ellos no consiguen tragar cualquier progreso de nuestro pueblo ni cualquier afirmación de nuestra nacionalidad. Lo máximo que logran acumular son resentimientos. Después de 40 años, con raros intervalos, tenemos de nuevo un presidente identificado con el pueblo brasileño. Un obrero del nordeste del país que está promoviendo importantes avances. Hoy, el Brasil, el gigante de América del Sur, desarticuló el neo-colonialismo del ALCA, priorizó las relaciones con América Latina, ayudó a barrar el golpe armado por los americanos y por la prensa venezolana contra el presidente Chávez, ha estado trabajando contra el bloqueo a Cuba, defendió en la ONU la guerra contra el hambre, en contrapunto a la política bélica de Bush, principalmente en Irak. Sacó victorias significativas en la OMC, y, lo que es más importante, ha estado promoviendo relaciones comerciales multilaterales con los árabes, con India, con la Rusia y con China. En las palabras del presidente: construyendo una nueva geografía comercial en el mundo. En la política económica, Lula contuvo el asalto de las privatizaciones al patrimonio público y, en el sentido contrario, empezó a proteger y apoyar la empresa nacional, especialmente los sectores de máquinas y equipamientos, exportación y generadores de tecnología de punta. Empezó a implantar a través del Ministro Tarso Genro una Reforma Universitaria revolucionaria. En el área social, seis millones y medio de familias son atendidas por la "Bolsa Familia". También, en el terreno de la democracia directa, convocó la sociedad para discutir las directrices del gobierno. Creó los Concejos de Desarrollo Social, de Desarrollo Industrial, de Seguridad Alimentaria, de las mujeres y de los negro. Son iniciativas estratégicas, en la defensa de nuestra soberanía, de relaciones de cooperación y no de sumisión entre las naciones, y de la promoción de los jóvenes, de los trabajadores, de los negros y de las mujeres. Muchas cosas están para hacerse, sobre todo en el área de la política financiera. El sistema financiero internacional - el más cartelizado de todos - a través del control de los organismos financieros internacionales, promueven el chantaje, el sabotaje y todo tipo de amenazas. Imponen metas monetarias inalcanzables y un superávit insoportable, rápidamente drenado a través de intereses bancarios extorsionadores, entre más nosotros trabajamos, más endeudados nos quedamos. Se apropian de nuestras riquezas, nuestras empresas, de nuestro mercado y nuestro patrimonio es la oferta que siempre nos hacen. Esas presiones amenazan todo el esfuerzo hecho. Y es contra el sentido que las cosas caminan y por todo que ya fue hecho que esa gente vocifera. Ellos siempre intentaron detener la rueda de la historia y ellos se salieron muy mal. Hicieron una desvergonzada campaña contra la PETROBRAS. Una campaña sórdida contra Getúlio Vargas. Participaron del golpe contra Jango Goulart. Fueron cómplices de las torturas del régimen autoritario. Promovieron Collor de Mello e instrumentalizaron a Fernando Henrique. Pero Brasil siempre avanzó a pesar de ellos. Fue el país que más creció en el mundo durante 50 años - de 1930 a 1980. Eligió Lula y proseguirá adelante. -Antonio Neto, Central Geral de Trabalhadores do Brasil (CGTB)