Primera vuelta de las elecciones municipales 2004: pérdidas y ganancias
04/10/2004
- Opinión
La campaña
El carácter sui generis de la campaña electoral se debe no
solo al hecho de que el Partido de los Trabajadores (PT)
intervino por primera vez como gobierno y el Partido del
Frente Liberal (PFL), como oposición, sino también a que el PT
se presentó por primera vez con su nueva cara, la del gobierno
de Lula, con su política económica conservadora. Esto se
reflejó, por un lado, en la disminución de la participación de
la militancia en las campañas, mucho más profesionalizadas que
antes y, por otro, en la gran cantidad de recursos para los
candidatos, tanto a las elecciones mayoritarias como a las
proporcionales.
Pero a pesar de esta nueva cara conservadora, resultado de las
políticas del gobierno de Lula, fue significativa la actitud,
prácticamente generalizada, de oposición de los grandes medios
de comunicación a los candidatos del PT. En São Paulo, en
particular, la preferencia por el candidato del Partido Social
Demócrata Brasileño, PSDB (José Serra), y la hostilidad con la
administración petista -que puso en práctica un buen programa
de políticas sociales para las periferias de la ciudad- quedó
manifiesta. Queda la impresión de que las élites
tradicionales se identifican más directamente con los
candidatos del PSDB y del PFL. Esto es, incluso con su nueva
cara, el PT no gana la simpatía de esas élites, especialmente
en el caso de las políticas municipales, donde no se incluye
la política económica del gobierno de Lula -punto de apoyo de
esas élites al gobierno federal-, pero se concentra en
políticas sociales -en general prioritarias en los gobiernos
petistas a nivel local.
Ganancias del PT
Como era de esperar, para un partido que triunfa por primera
vez en las elecciones presidenciales, el PT amplió enormemente
los cargos municipales conquistados a nivel nacional. Esto
sucedió anteriormente con el Partido del Movimiento
Democrático de Brasil (PMDB) y con el PSDB y, por si solo, no
representa ninguna novedad. El alcance de esta victoria del
PT aún está por verse, conforme se realice la cuantificación,
pero la previsión de multiplicar por cinco el número de
alcandías, que ya fue corregida anteriormente, no será
alcanzada. Sin embargo, en estados como Minas Gerais, donde
la presencia del PT era localizada, ahora se extiende y en el
total del país se puede multiplicar por tres el número de
alcaldes del partido. El avance en las regiones más atrasadas
del país, al centro y al norte -con triunfos en la primera
vuelta en Rio Branco, Macapá y Palmas- es también
significativo en un partido que, estando en el gobierno
dispone de la capacidad de alianzas, de captación de líderes
existentes y de promoción de las campañas mediante recursos.
El PT que puede decir que salió triunfante en la primera
vuelta es el PT de la mejor tradición del partido de
administración municipal, que realiza buenas políticas
sociales. Fue así que se obtuvo la reelección en la primera
vuelta en Recife, en Belo Horizonte y en Aracaju. Incluso si
en otras ciudades donde esas políticas fueron puestas
igualmente en práctica, como Porto Alegre, Belém y Sao Paulo,
la segunda vuelta se presenta con dificultades,
particularmente en estos dos últimos casos.
Una sorpresa favorable a la izquierda fue el paso de Luzianne
Lins a la segunda vuelta en Fortaleza. Vencedora de la
convención interna del PT, contra la voluntad de la dirección
nacional del partido, que privilegió abiertamente en la
campaña al candidato del Partido Comunista de Brasil (PCdoB),
a quien deseaba que el PT apoye -a cambio del retiro de
Jandira Fegali en Rio y el apoyo a Bittar-, ella superó en el
resultado final al candidato del PCdoB -que comenzó liderando
las encuestas- y llega a la segunda vuelta con buenas
posibilidades de victoria. Para esto Luizianne contará con el
apoyo del PT en su totalidad, del PCdoB y de los votos de
sectores disidentes de las élites tradicionales.
Perteneciente a una corriente de izquierda -Democracia
Socialista-, ella contó con la participación de cinco
ministros del gobierno de Lula, mientras otros dirigentes -
entre ellos Genoino y José Dirceu- apoyaban al candidato del
PCdoB, permitiendo quizás que el PT vuelva al gobierno de
Fortaleza, después del gobierno traumático de Maria Luisa
Fontenelle en 1985.
Pérdidas del PT
En comparación con esas candidaturas, las que representaban
más directamente al gobierno federal, sin defender mandatos
existentes, pero marcando la presencia del gobierno de Lula,
tuvieron los peores resultados. Fueron los casos
paradigmáticos de Rio de Janeiro, de Salvador y de Ribeirão
Preto -aunque en esta se defendía un mandato-. En estas tres
ciudades fue determinante el hecho de que Jorge Bittar y
Nelson Pellegrino representasen al gobierno federal, por haber
ocupado cargos en ese gobierno y en el caso de Ribeirao Preto
por tratarse del vicealcalde de Antonio Palocci.
En la ciudad de Rio de Janeiro, Lula había obtenido su mejor
votación en la segunda vuelta, con más del 80% de los votos.
Jorge Bittar, que ocupa un cargo de secretario del gobierno de
Lula, quedó en quinto lugar, con el 6% de los votos. Fue el
peor resultado de la izquierda en toda su historia, ya que
sumados esos votos a los de Jandira Fegali, suman 13%. El
contrapeso puede venir de las probables victorias de Godofredo
en Niteroi, vicealcalde que heredó el mandato e hizo un buen
gobierno, y de Lindberg Faria en Nova Iguaçu, si consigue
efectivamente perforar el bloqueo local y llevar, por primera
vez al PT a una alcaldía importante en Baixada Fulmínense.
Pero en su conjunto, la dirección que Bittar y Benedita dieron
al PT en Rio llega a una situación límite, la del más bajo
perfil en la ciudad desde que el partido surgió.
En Salvador, Lula había obtenido su segunda mejor votación en
la segunda vuelta. Pellegrino, que fue líder del gobierno en
la Cámara cuando las polémicas votaciones de la reformas de
previsión social y tributaria, y había estado delante en la
encuestas antes de la campaña, llegó en tercer lugar, sin
lograr pasar a la segunda vuelta. Se quiebra así una
trayectoria ascendente del PT en Salvador, que proyectaba una
victoria en estas elecciones, antes de la nueva fisonomía del
PT en el gobierno de Lula.
En Ribeirao Preto, incluso con la participación de Palocci, su
sucesor llegó en tercer lugar. El gobernador de Mato Grosso
do Sul, Zeca, por su parte, el más moderado de los dirigentes
con cargo ejecutivo del PT, directamente identificado con el
giro conservador del gobierno federal, también sufrió una
grave derrota de su candidato a la alcaldía de la capital,
donde perdió en la primera vuelta -marcando así un cuadro
negativo para los candidatos que más directamente expresaron
vínculos con el gobierno federal.
Empero, los gobiernos municipales de la izquierda del PT
tampoco pueden contabilizar resultados favorables. Los dos
que más directamente representan tendencias a la izquierda en
capitales -como de Porto Alegre y Belém- tienen dificultades
para la segunda vuelta. En Porto Alegre, la candidatura de
Raul Pont registró índices históricos del PT en la primera
vuelta -37%-, pero con una diferencia de apenas 9% sobre el
principal candidato opositor y en condiciones que puede contar
con la transferencia segura de apenas 3% del candidato del
Partido Socialista de Brasil (PSB), mientras que su opositor
podría contar, en teoría, con un caudal mayor, a través de una
posible frente opositor de todos los otros candidatos. En
Caxias do Sul y en Pelotas habrá también segundas vueltas
reñidas, en las que el PT participa en primer lugar en la
primera ciudad y en segundo en la otra. Si triunfa en Porto
Alegre y en por lo menos una de las otras, el PT gaucho
continuará siendo el que tenga hegemonía en su estado,
posición no disfrutada por ningún otro en escala nacional.
São Paulo representa un caso particular y puede, con una
eventual derrota de Marta Suplicy en la segunda vuelta,
neutralizar por su peso cualitativo, los avances cuantitativos
del partido a escala nacional. En caso de que se dé la
victoria del candidato del PSDB en São Paulo, ese partido
contaría con el gobierno del Estado y del municipio que,
respectivamente, representan el segundo y el tercer
presupuesto nacional, Además, se instalaría por primera vez
el comando de un único partido en la capital política y
económica del país, sedes principales del PSDB y del PT. En
caso de quellegue a darse esa situación, el resultado negativo
del gobierno Marta Suplicy se debe, en primer lugar, al
desencanto con las políticas del gobierno de Lula, lo que
llevó a un reflujo de la militancia y a un distanciamiento de
los sectores que habían votado por él.
En segundo lugar, el carácter conservador de la clase media
paulista es decisivo en el resultado final, ya que los
resultados señalan claramente la concentración de votos de las
regiones más ricas a favor de Serra y de las regiones más
pobres para Marta, dejando el desempate en manos de los
sectores medios. En estos sectores, contando con el fuego
cerrado de los medios de comunicación contra su gobierno -
habiendo perdido la batalla ideológica en torno al aumento de
los impuestos, realizado para financiar las mejores políticas
sociales existentes actualmente en Brasil-, Marta proyectó un
rechazo que la persigue desde el comienzo de la campaña. Esa
imagen negativa es el tercer factor contra el cual ella tiene
que luchar, si quiere revertir el cuadro negativo e intentar
dar continuidad a sus políticas sociales.
En el resto del Estado, el PT contabiliza pérdidas
significativas, incluso si vuelve a gobernar la ciudad de
Santos, porque ya perdió en la primera vuelta la posibilidad
de seguir gobernado Ribeirão Preto y Campinas, así como
Piracicaba. Si a esto se suma la derrota en la ciudad de São
Paulo, el PT paulista sufre una derrota significativa.
Considerando el peso que el estado tiene en el gobierno
federal y los vínculos que este tiene con el Estado, habrá
sido un desgaste no despreciable para el gobierno de Lula y
para los dirigentes del PT -Genoino, José Dirceu, Aloísio, en
primer lugar, igual que Palocci, Joao Paulo y de la propia
Marta.
Pero la mayor pérdida del PT -esta tal vez irreversible- fue
la pérdida de la militancia en las calles. Al ganar la nueva
figura que el gobierno de Lula ostenta, al hacer alianzas
incluso en las inscripciones para concejales -como en São
Paulo y en Rio con el Partido Laborista de Brasil (PTB)-, al
sustituir a la militancia por el profesionalismo en las
campañas, el PT perdió un poco de su alma, de su espíritu de
militancia, de su alegría. Incluso subsistiendo en algunos
lugares, como Porto Alegre, Fortaleza -significativamente
donde el candidato pertenece a la izquierda del partido-,
parece un fenómeno residual. El PT se va asemejando así,
también en el plano local, a los partidos tradicionales, con
grandes máquinas nacionales, direcciones distantes de las
bases y de los movimientos sociales, sustituidos por el gran
aparato organizativo y de propaganda.
Ganancias y pérdidas de la oposición
No hubo prácticamente oposición de izquierda al PT. Hubo
candidaturas como la de Jandira Fegail, en Rio, que recibió un
caudal de votos de los descontentos dentro del PT y de los que
salieron del partido. Hubo candidatos de tendencia más a la
izquierda -como en Porto Alegre, Fortaleza, Belém-, pero
apareció una fuerza a la izquierda del PT con presencia
mínima. El Partido Socialista de los Trabajadores Unificado
(PSTU) continuó reducido a una votación mínima, así como los
otros partidos pequeños de extrema izquierda. El Partido
Socialismo y Libertad (PSOL) brilló por su ausencia: después
de comenzar a tener definiciones locales -apoyó a Luiza
Erundina en São Paulo, a Jandira Fegali en Rio, voto en blanco
en Porto Alegre-, terminó decidiéndose a no apoyar a ninguno,
ni a orientar a su seguidores. En São Paulo, algunos
intelectuales que habían firmado el documento de fundación del
PSOL, llamaron al voto nulo, con equidistancia de Serra y de
Marta -hubo algunos que hasta llamaron al voto por Serra,
porque el objetivo más importante sería derrotar al PT en
cualquier lugar-, pero sin mayores repercusiones políticas,
salvo las usuales de la Folha de São Paulo, que recoge
cualquier crítica al PT.
La nueva cara de la oposición al PT vino principalmente del
PSDB. Revela como los años de gobierno de Fernando Henrique
Cardoso (FHC) significaron una transición de representación
política de la derecha en dirección del PSDB. que pasó a ser
su partido orgánico. El decline anterior del PMDB (y del
malufismo) y el del PFL ahora dieron lugar al espacio ocupado
por el PSDB, en alianza estratégica con el PFL y asociado a
los aliados locales u ocasionales -como el Partido Popular
Socialista (PPS) o el propio PMDB, en algunos casos. El
escenario político pasa a tener como referencia central la
disputa entre el PT y el PSDB, incluida la referencia de que
presentan propuestas económico- financieras similares y
disputan, de alguna forma, los mismos sectores sociales.
Aún así, queda claro, por la distribución de votos de Serra y
de Marta Suplicy en São Paulo, como las políticas sociales del
PT propiciaron la conquista clara de votos de la periferia
pobre, mientras el voto tradicionalmente conservador de la
ciudad -de la alta burguesía y de la clases media- se inclinó
claramente por Serra. Esta división se da a nivel municipal,
donde las políticas sociales de los gobiernos petistas
posibilitaron ganar bases populares, pero a nivel nacional la
disputa se da en torno al gran empresariado, buscado por los
dos partidos por igual.
Los resultados del PSDB en la primera vuelta pueden permitirle
alcanzar el gobierno del Estado y la alcaldía de São Paulo,
con lo que dispondría de un capital muy importante para la
oposición al gobierno de Lula y como plataforma para una
candidatura presidencial en el 2006. Las dificultades
responden al hecho de que en São Paulo los tucanos disponen de
candidatos con mejor convocatoria nacional -Alckmin y Serra-,
en tanto que los otros -Tasso Jereissatti y Aécio Neves-
sufrieron reveces en sus estados y se debilitaron en el
espacio interno del PSDB.
Pero este escenario solamente se diseñará a partir de la
segunda vuelta y de las consecuencias que produzca, comenzando
dentro del gobierno de Lula y del PT como partido. (Traducción
ALAI)
https://www.alainet.org/es/active/6889
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