La última noticia es que el Gobierno pospone la presentación al Congreso de la Ley de Hidrocarburos y que sigue negociando con las petroleras el tema de los impuestos, que éstas no aceptan elevaciones, que amenazan con acudir a tribunales internacionales, e incluso con irse del país. Y la penúltima noticia es que ahora se abren ricas posibilidades de exportación de gas a México (además de las que ya estaban abiertas con Argentina). Y entre una y otra se sigue hablando de que el Referéndum permitirá decidir "si exportamos o no" y que luego vendrá la decisión (¡meramente técnica!) de por dónde exportamos... Sólo el MAS ha levantado de cuando en cuando una voz crítica, con graves acusaciones al ministro de Hidrocarburos (no sólo por sus vínculos con las transnacionales sino también por supuestos negociados en la contratación de su propia empresa para el tema del gas domiciliario), pero el ministro se limita a no comparecer ante el Congreso (con el evidente apoyo del Presidente). ¿No estaremos siendo víctimas de una cadena de engaños? Veamos algunos datos. Los dueños del negocio Lo primero a tener en cuenta es quién decide sobre nuestros hidrocarburos y quién decide el negocio fuera de nuestras fronteras; y resulta preocupante comprobar que son los mismos. Según "La Prensa - Editores Asociados S.A." (28-09-03), Repsol (España), BG (Inglaterra) y Sempra Energy (Estados Unidos), miembros del famoso consorcio Pacific LNG, son también socias en la distribución de gas natural en Chile, y también están asociadas en la provisión de gas en Argentina. Las tres transnacionales forman parte de la Asociación de Empresas Distribuidoras de Gas Natural (AGN), integrada por Metrogas y Energas. BG y Repsol son parte de Metrogas, y Sempra Energy está en Energas. Metrogas (BG y Repsol) tiene la Presidencia de la AGN en Chile, mientras que Energas (Sempra Energy y PSEG) ocupa la Vicepresidencia. Metrogas (parte de GasAndes, que es dueña del ducto de Mendoza a Santiago) distribuye gas en Santiago (con monopolio de distribución en la región metropolitana) y es subsidiaria de British Gas Internacional (dependiente de BG) y de Astra (subsidiaria de Repsol YPF). En Argentina Camuzzi Gas, del Sur y Pampeana también pertenecen a Sempra Energy y SEG, y sus principales proveedores de gas en Argentina son Repsol YPF, Pérez Companc y Pan American Energy (BP). Como ven, todo queda en casa (de ellos). ¿Gas a Chile vía Argentina? El estribillo oficialista era que "si el gas no sale a Norte América se quedará bajo el suelo". Sin embargo sabemos por la Repsol y la AMCHAM, Cámara Americana de Comercio, (entre otros) que las transnacionales mineras establecidas en Chile están aterradas por la falta de fuentes de generación de electricidad, pues la totalidad del gas natural que se consume en Chile proviene de Argentina, y las petroleras de este país (Repsol YPF, Pan American Energy y Total Austral) alertan que el suministro de gas a Chile está en riesgo, debido a una disminución de la producción y un incremento de la demanda (que según Total simplemente no podrá ser cubierta). Lo curioso es que en Chile el titular de la Comisión Nacional de Energía, Luis Sánchez Castellón, asegura no haber recibido "ningún tipo de noticia que los haga pensar en limitaciones para la importación de gas" y añade: "en el corto plazo no estamos preocupados". ¿De dónde tanta tranquilidad? Tal vez se explique por el hecho de que las tres empresas que operan en Argentina afirman que para ellas es más interesante vender gas a Chile, ya que el precio de venta del producto en el país es casi tres veces mayor al cobrado en Argentina. Es decir, en Chile confían en recibir gas boliviano, o directamente, o vía Argentina. El gas de Margarita se exporta sin referéndum, ni revisión de la Ley El Superintendente de Hidrocarburos ha dado luz verde para que las transnacionales REPSOL, BG y PanAmerican (BP), empresas asociadas en Campo Margarita, puedan exportar 1,3 millones de m3 de gas por día al Brasil, lo que lleva a Andrés Soliz Rada a formular algunas preguntas (que resumimos y hacemos nuestras): 1.- ¿No era que Brasil no estaba interesado en comprar los volúmenes de gas boliviano estipulados en el Acuerdo de Servicio de Gas (GSA) y que por eso se había bajado ilegalmente el precio de "nuestro" gas de 1,80 a 1,25 $us el millón de BTU para hacerlo más atractivo? 2.- ¿No dijo el presidente Carlos Mesa en su último mensaje que las nuevas exportaciones de gas natural estarían sujetas a los resultados del referendo vinculante? 3.- ¿No pertenece Margarita a los campos "reclasificados" que el propio Bánzer denunciara como un atentado a los intereses nacionales? 4.- ¿No se anunció al país que las futuras exportaciones de gas beneficiarían al país con la creación de un impuesto complementario (ICH) a crearse en la nueva Ley de Hidrocarburos? ¿No se dirá después que el mencionado impuesto (ICH) regirá desde la promulgación de la nueva disposición legal, razón por la cual no será aplicado al nuevo contrato obtenido por la REPSOL-YPF? 5.- ¿No ocurrirá que BG y REPSOL (integrantes del consorcio Pacific LNG) reemplazarán con el gas de "Margarita" el cupo de gas argentino que se exporta al Brasil, para que Argentina pueda atender las urgentes demandas del mercado chileno donde el Comité Cívico de Potosí ya denunció hace un tiempo atrás el desvío de gas boliviano hacia Atacama y Antofagasta? 6.- ¿Será verdad la denuncia formulada por Carlos Alberto López, ex vocero de "Chaco" (empresa que al parecer no ha sido tomada en cuenta para los últimos contratos) en el sentido de que el nuevo contrato obtenido por REPSOL-YPF se hará bajo la modalidad de precios "spot", lo que significará la posibilidad de entregar nuestro gas a 40 centavos de dólar el millar de pies cúbicos? 7.- ¿Es o no cierto que se ha vuelto a mencionar la posibilidad de vender gas boliviano a EE.UU. a 70 centavos de dólar (lo que significa una regalía para el país de 12 centavos de dólar, en tanto que el precio del gas en boca de pozo en EEUU asciende a cinco dólares)? ¿No es esta una maniobra para mantener bajos los precios de negociación de venta del gas boliviano a los países vecinos? 8.- En este festín de exportaciones, ¿donde encaja la refundación de YPFB, el aumento de los tributos y la industrialización del gas en nuestro territorio? ¿No está ocurriendo hoy en día que los ministros de Hacienda y Minería aparentan estar enfrentados con las petroleras, a las que, según dicen, harán cumplir con el pago de nuevos impuestos, cuando en realidad todo está acordado con ellas, dentro de la estrategia exportadora que han preparado las transnacionales y el equipo de convencimiento que ha organizado el Presidente Carlos Mesa? El cuento de los impuestos El máximo ejecutivo de Repsol YPF declaró en Bolivia que con el nuevo tributo "el país se hace inviable, no competitivo", cobrando más impuestos que Perú o Argentina, donde Repsol YPF tiene intereses..., e incluso amenazó con que los 3.500 millones de dólares de inversión que llegaron a Bolivia para la búsqueda de gas y petróleo (desde 1996) pueden optar por abandonar el país. Sin embargo ejecutivos de la empresa en España declararon que Repsol no perdería nada con el supuesto incremento impositivo de la nueva ley de Hidrocarburos. Este doble discurso nos permite responder afirmativamente a la 8ª pregunta de Soliz Rada. Nos están mareando con el peligro de que la inversión se vaya, cuando ya está claro que la nueva ley de hidrocarburos no tendrá nada de nueva, y la prueba es que se sigue haciendo contratos y planes al margen de ella. Por su parte nada menos que el delegado presidencial Virreira ha dicho que, considerando que los costos de hallazgo y producción en Bolivia están entre los más bajos del mundo, la participación del estado en la renta petrolera debe superar el 50 por ciento. "Es una miopía pensar en sólo el 50 por ciento", dijo, y puso el ejemplo de Indonesia donde la participación del estado llega al 70 por ciento. Virreira ha demostrado que conoce su oficio; por tanto es evidente que las petroleras no se van, que el negocio de Bolivia no lo sueltan por nada. A modo de conclusión Mientras el Presidente aparece en la televisión con la cantaleta de "Te toca a ti, el gas está en tus manos", todo indica que sus secuaces están preparando junto con las petroleras el gran festín cuyo beneficiado principal serán ellas mismas y cuyo beneficiado inmediato será el estado chileno. A fin de cuentas son las mismas empresas las que extraen nuestro gas de Bolivia, las que operan en la Argentina, las que lo distribuyen en Chile, las que fingen interés en llevarlo a México o Estados Unidos, y las que consiguen precios rebajados para llevárselo a Brasil. Y cada vez más son también ellas las que aprovechan las fases de refinación y distribución dentro de nuestro propio país, como acaba de denunciar la Asociación de surtidores cuando afirma que el Gobierno está favoreciendo la conformación de monopolios y oligopolios. Por tanto se confirma el acierto de la consigna central de Octubre: Primero que nada el gas tiene que volver a ser nuestro. Después decidiremos vía referéndum qué queremos hacer con él. Y por supuesto el gobierno chileno se seguirá riendo de nuestras reivindicaciones, mientras tenga la seguridad de que nuestro gas irá de todas maneras a parar al "Norte Grande" que tanto lo necesita. * Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB). Bolivia Press 2004, Nº 2 (5 de marzo)