Del conflicto a la esperanza
23/10/2003
- Opinión
El viernes 17 de agosto, a las 9 de la noche, el parlamento
nacional aceptaba, mayoritariamente, la renuncia de Gonzalo
Sánchez de Lozada a la Presidencia de la República y Carlos D.
Mesa, su Vicepresidente, era investido para el cargo de
Presidente Constitucional de Bolivia.
¿Cuáles han sido factores determinantes para que, con tanta
rapidez se desarrollen cambios de gran trascendencia para el
país?. ¿Qué es lo que ha sucedido para que un Presidente, como
Sánchez de Lozada, después de haber ganado democráticamente
las elecciones, no se haya podido mantener en el cargo más que
14 meses, en vez de los cinco años que le correspondían?
¿Cuáles han sido los más graves errores que han precipitado su
caída? ¿Quién o quienes fueron los estrategas que dirigieron
estas levantamientos populares hasta su victoria...?
Los protagonistas
Sin duda que Sánchez de Lozada tuvo que cometer errores muy
graves para llegar a su precipitada caída y a su vergonzosa
huída del país.
Gonzalo Sánchez de Lozada (el "Goni" como a él le gustaba que
le llamasen) había tenido una trayectoria exitosa como
político. Fue el Ministro de Planificación en el Gobierno de
Paz Estensoro y principal artífice del Decreto 21060 con el
que el país entró de lleno, hace 18 años, en los esquemas
anti-populares de la "Estrategia de Ajuste Estructural" y que,
en ese momento, fue factor decisivo para arrancar al país de
un proceso de inflación que había llegado a más de un 20.000%
Goni, a la cabeza del M.N.R., ( Movimiento Nacionalista
Revolucionario ) ganó las elecciones del 1987 y, con audacia y
creatividad, llevó adelante algunas leyes como la
Capitalización, la Reforma Electoral, la Descentralización, la
Reforma Educativa y, sobre todo, la Participación Popular.
Esta ultima le otorgó importantes réditos políticos.
Con la aureola de su gran experiencia política, Goni se
presentó a las elecciones de 2002 con un programa donde uno de
los pilares era la lucha contra la corrupción. Con gran
"olfato político" rompió con la tradición partidista y se las
arregló para que una persona, con gran influencia en los medios
de comunicación y de reconocida capacidad intelectual y
integridad moral, le acompañase en la fórmula electoral, como
Vicepresidente: era Carlos D. Mesa Gisbert. La jugada fue muy
hábil porque, reiterativamente, Goni expresó que el
Vicepresidente tendría como misión principal la lucha contra
la corrupción, para lo cual él le daría un poder absoluto e
irrevocable.
Sin embargo, ganadas las elecciones, las promesas, en esto
como en otros muchos casos, se fueron al agua. El
distanciamiento del Vicepresidente con relación al Gobierno y,
en concreto, con el Presidente, se hizo patente cuando, ante
la denuncia de que el Ministro de Defensa, Teodovich, había
autorizado que más de 300 soldados trabajasen en una hacienda
particular de una persona vinculada al régimen, para cosechar
macororó, Sánchez de Lozada desautorizó públicamente a Mesa
que había criticado y condenado el comportamiento del Ministro
de Defensa, una persona muy cercana al Presidente.
Igualmente, Mesa nunca estuvo de acuerdo con el manoseo
político al cual fue sometida la Defensora del Pueblo, Ana
María Romero de Campero. A lo largo de cinco años, Ana María
había desarrollado una actividad admirable al frente de esta
institución, a la cual dio prestigio, con gran apoyo de la
opinión pública. Sin embargo, durante seis meses, los
partidos del Gobierno y, el propio Presidente, trataron de dar
largas al asunto.
Los partidos de la oposición y , sobre el MAS de Evo Morales,
apoyaron permanentemente, la confirmación de Ana María al
frente de la Defensoría del Pueblo. Al fin, el día 3 de
octubre, Ana María, cansada de tanto juego sucio, renuncia a
su postulación como Defensora del Pueblo y los partidos del
Gobierno eligen, precipitadamente, a Iván Zegada, una persona
sin relieve nacional y vinculada al partido del Gobierno.
Esta manipulación política de una institución muy apreciada
por la opinión pública desató una generalizada protesta en
todo el país.
La corrupción, cada vez más patente en todas las reparticiones
del Estado, se ha manifestado, sobre todo, a través de lo que
el pueblo estigmatizó con la palabra "cueteo". Es decir, la
repartija descarada de las cuotas de poder político y
económico a cada partido del Gobierno. Tanto el MNR, como el
MIR de Jaime Paz, la NFR de Manfred Reyes Villa, y UCS de
Jhonny Fernández, jugaron, a lo largo de los catorce mes, para
lograr la mayor "tajada", sea en los Ministerios, en las
Embajadas o en las Prefecturas.
Pero, lo más lamentable es que esa angurria de poder no llegó,
solamente, a las reparticiones propias del Ejecutivo: La lucha
despiadada e inmoral llegó a querer copar, políticamente, a
las instituciones autónomas como el Tribunal Constitucional,
la Corte Suprema de Justicia, la Corte Nacional Electoral, los
fiscales...etc. Todo fue contaminado y pervertido por el
repugnante "cueteo" político.
El Gobierno de Sánchez de Lozada, metido de lleno en esta
lucha a muerte por las cuotas de poder, se encontró atado de
pies y manos para lograr un mínimo de operatividad. Más de
cincuenta nombramientos de gran responsabilidad para el normal
desenvolvimiento del Estado quedaron sin ser asignados.
El Vicepresidente, como presidente nato del Congreso, tuvo que
ser testigo de este forcejeo, sin lograr, en lo más mínimo,
que los congresales depusieran sus ambiciones partidistas y
personalistas en bien del país.
El Gobierno de Sánchez de Lozada fue perdiendo legitimidad en
la medida en que iba hundiendo en la corrupción más
vergonzosa.
La paciencia del Vicepresidente se colmó cuando las Fuerzas
Armadas y la Policía comenzaron a disparar, con munición de
guerra, en contra de las multitudes movilizadas. A lo largo de
una semana muriendo, víctimas de las balas fratricidas, 74
personas de las cuales sólo 3 fueron de uniformados. Los
heridos, sumaron más de 400.
Sánchez de Lozada había nombrado, dos meses atrás, a Carlos
Sánchez Bersaín como Ministro de Defensa. Carlos Mesa, que ya
en un conflicto anterior se había manifestado ante Presidente
como contrario a darle tanto poder a una persona que era
resistida y temida por el pueblo, se vio . nuevamente,
desplazado políticamente. Este nombramiento de Sánchez Bersaín
al frente del Ministerio de Defensa será una de las
principales causas para que para la caída del gobierno.
El gas: la chispa de provocó el incendio
Aunque el problema del gas y su exportación por puerto
chileno, fue como "la gota que hizo rebalsar el vaso", sin
embargo, fueron distintos factores los que contribuyeron al
estrepitoso derrumbe del gobierno del Goni. Hay que remontarse
hasta el año 1996, cuando en el primer gobierno de Sánchez de
Lozada, se promulgó la Ley de Hidrocarburos, en la cual se
establece que toda la explotación hidrocarburífera se
desarrollará mediante contratos de riesgo compartido por
empresas privadas (multinacionales).
Pero quizás lo más grave , en cuanto a esta política
entreguista, fue lo que, ocultamente, firmó Goni el día 4 de
agosto de 1997 (dos días antes de dejar la Presidencia de su
primer mandato). En esa fecha aprobó, a escondidas de la
opinión pública y de sus propios colaboradores, el Decreto
Supremo 24806, mediante el cual "el titular" (la empresa
multinacional) adquiere el derecho de propiedad de la
producción ( gas y petróleo) que obtenga en "boca de pozo"....
Con ello, el gobierno de Sánchez de Lozada explicita aún más
el poder absoluto de las multinacionales petroleras sobre el
gas y el petróleo en la línea de la Ley 1686 que dice
textualmente: "Quienes celebren contratos de "riesgo
compartido" para exploración, explotación y comercialización
de hidrocarburos adquieren el derecho de prospectar, explotar,
extraer, transportar y comercializar la producción obtenida."
Esta ley, especifica también, que las empresas petroleras
aportarán al país sólo el 18% de sus ingresos por concepto de
regalías. Hasta antes de la Ley 1689, las empresas pagaban el
50% de sus ingresos por concepto de regalías.
Para interpretar y comprender, en sus verdaderas motivaciones
la movilización popular en torno al problema de gas, hay que
tener presente el significado, totalmente anti-patriótico y
anti-económico, de las leyes firmadas por el gobierno de
Sánchez de Lozada.
Es justo reconocer que fue el Partido de Evo Morales ( MAS,
Movimiento al Socialismo) junto con algunos analistas
independientes, quienes lograron que el pueblo tomase
conciencia del gravísimo problema que significaba el no ser el
país dueño de su propio gas.
A esto se unió el sentimiento popular anti-chileno, un
sentimiento que no está relacionado únicamente por la
usurpación de toda la costa marítima, dejando a Bolivia
aislada del mar, sino también, por su política de "mal vecino"
con Bolivia. Algunas estadísticas muestran que hasta un 80% de
la población, se opone a la salida del gas por puerto chileno.
Sin embargo, las empresas petroleras aglutinadas en la PACIFIC
LNG, consorcio conformado en junio del 2001, está integrado
por la British Gas, (BG), la British Petroleum (BP) y Repsol-YPF, que pretende
exportar 9,7 trillones de pies cúbicos de gas a EE.UU. en el
lapso de 20 años.
Balance general de los mercados para el gas (TCF)
Reservas probadas y probables al 1 de enero-2003 / 54,9
Reservas comprometidas / 11,1
- Contrato GSA-Brasil / 7,9
- Contrato termoeléctrica Cuiaba / 1,2
- Contrato Argentina / 0,6
- Mercado interno / 1,4 Reservas disponibles 1 / 43.8
Nuevos mercados y usos / 17,5
- Volumen adicional al Brasil / 1,9
- Cuiaba-Brasil (segunda fase) / 1,3
- Proyecto Gas Natural Líquido (LNG) / 7,7
- Proyecto gas a Líquidos (GTL) / 3,6
- Petroquímica y fertilizantes / 1,6
- Mercado interno / 1,4 Reservas disponibles 2 / 26,3 La opinión pública de Bolivia exige un puerto con soberanía en la costa del Pacífico como condición justa y imprescindible para la exportación del gas por Chile. Algunos políticos han hablado de "cualidad marítima" si especificar muy bien que es lo que se entiende con ello. El problema está en que las multinacionales petroleras ya han decidido que el gas tiene que ser exportado por Chile, a través del puerto de Patillos, cercano a Iquique. También, habrían decidido las empresas petroleras el que se construya en ese puerto una gran base industrial de empresas petroquímicas para la transformación y comercialización del gas boliviano. Piensan, así mismo, que se generaría electricidad que se vendería a Bolivia para la explotación del proyecto San Cristóbal. La reacción de las organizaciones populares tiene que ver con estos planteamientos ya que el gas boliviano serviría más para el desarrollo industrial de Chile que para el de Bolivia. Históricamente, la reacción del pueblo boliviano contra estos proyectos antinacionales tiene una justificación. El pueblo teme, y con razón, de que los recursos del gas, sean vendidos como materia prima, y que esos recursos lleguen a las arcas del Estado y sirvan, únicamente, para aumentar la corrupción, la burocracia, el nepotismo ....y en nada sirvan para el verdadero desarrollo del país. Es lo que pasó con la plata, con el estaño y con mucho otros recursos naturales. El gas tiene que venderse con valor agregado, siendo transformado en diesel, en gasolina, el electricidad, en productos petroquímicos, en fertilizantes.... dentro del propio país. Este es el gran escenario en el que emerge la "revuelta" del pueblo boliviano. No obstante, habrá que tener muy presente que la venta precipitada del gas, orquestada por la empresas petroleras según sus propios intereses, es tan mala como la oposición total y definitiva a la extracción del gas. Bolivia no puede darse el lujo de mantener indefinidamente sus reservas bajo tierra. Lo racional e inteligente es utilizar estos valiosos recursos para resolver los problemas más urgentes y esenciales de nuestro pueblo. La agonía de un concepto caduco del estado Ante una concepción del Estado, basado en una mentalidad clasista y vertical, van surgiendo gritos de rebelión, ya sea de parte de la etnias totalmente relegadas y excluidas a lo largos de los siglos, como de las regiones del Oriente. Aymaras y quechuas han entrado en la contienda con una fuerza hasta ahora desconocida. Su lucha es por la vida misma. Para los aymaras del Altiplano, así como para los quechuas de los valles, la "guerra por el gas" les ofrece una coyuntura propicia para comenzar a exigir que se los reconozca como pueblos, con todos sus derechos.. Luchan por liberarse, no solo de la de la exclusión económica y social, sin también del desprecio, de ser considerados como ciudadanos de segunda clase. La participación plena de las organizaciones quechuas y aymaras, en la administración del Estado, es una exigencia totalmente justa, que lo fortalecerá. Es una de las ideas y de las decisiones más importantes que asume el nuevo gobierno. El ángel de la muerte El periódico "La Nación" de Chile, calificó al exministro de Defensa, Carlos Sánchez Bersaín, como "el ángel de la muerte". El fue el autor intelectual de la represión violenta contra la sociedad civil que causó 74 muertes en menos de una semana. Sánchez Bersaín, apodado "el zorro" por el pueblo, fue el hombre fuerte de los distintos gabinetes de Goni. Es un exponente del maquiavelismo político más depurado. Una especie de Wladimir Montesinos en "versión boliviana". Su influencia sobre Goni fue tan grande que no había designación importante en la que su opinión no fuera decisiva. Uno de los errores más graves que cometió el Presidente Sánchez de Lozada fue nombrarle Ministro de Defensa. No dudó un momento en usar la fuerza pública de la forma más violenta, con resultados tan dolorosos que colaborarían a la caída del gobierno. Fue el mismo Carlos Sánchez Bersaín quien, personalmente, el 19 de septiembre, comandó el rescate humanitario de un numeroso grupo de turistas extranjeros, aislados en la localidad de Sorata. Ese operativo dejó, como saldo trágico, 7 muertos en la localidad de Warisata. El fue, también quien dirigió las violentas represiones en el Alto y en La Paz, dejando 57 víctimas fatales. Sánchez Bersaín ha sido siempre un "protegido" de la Embajada norteamericana y un colaborador eficiente en la erradicación de los cultivos de coca en el Chapare, además de constituirse en un constante defensor de los intereses de las transnacionales. Goni, terriblemente lento en su accionar y tozudo en sus decisiones, hizo siempre oídos sordos al clamor popular. Hasta el último momento permaneció confiado en las habilidades maquiavélicas del "zorro", mientras ignoraba las sugerencias de algunos de sus ministros y de los jefes de los partidos de la coalición gubernamental. Ayunando para que se vaya Ana María decidió impulsar "huelgas de hambre" en todo el país, con la idea de acelerar la caída del gobierno que ya daba síntomas de total debilidad ante el empuje de las movilizaciones y ante la paralización práctica de todo el país. A Ana María se le unieron inmediatamente muchos grupos "ayunadores" en todo el país. Se calcula que ya al segundo día había más de 1000 personas que habían optado por esta medida extrema. La "huelga de hambre" pidiendo la renuncia del Presidente, dio a toda la movilización del país un carácter mucho más plural y de menos agresividad. Los participantes pertenecían a grupos muy heterogéneos: Derechos Humanos, Iglesia Católica, Vida Religiosa, Iglesia Metodista, Universidad ....y aún grupos de los partidos políticos. La "huelga de hambre" fue un triunfo personal para Ana María y un apoyo para que la Defensoría del Pueblo siga con su misión de preservar una auténtica democracia para todos. Tanto los "huelguistas", como todas las organizaciones populares que participaron en la lucha, celebraron con desbordante alegría la caída estrepitosa del gobierno y la huida vergonzante de Sánchez de Lozada y sus más fieles colaboradores hacia Estados Unidos. De la pantalla al sillón presidencial Carlos Mesa recibe a un país hundido en una profunda crisis económica, política y moral. El desempleo abierto llega a un 11,5%, mientras el subempleo alcanza a un 45% de la población. El sector productivo está semi-paralizado. La industria trabaja a menos del 50% de su capacidad instalada. Si bien el sector financiero ha agüantado 5 años de crisis, tiene un par de problemas, muy graves, que le es muy difícil superar: El primero es la mora, que se incrementó en los últimos años, llegando a alcanzar a un 25% del total de la cartera. El segundo, es la acumulación de recursos, sin poder colocar en el mercado, debido a la insolvencia y a la paralización de muchas empresas. Los últimos acontecimientos han agravado los problemas económicos. La actividad turística, para este año, está prácticamente paralizada y, lo que es más grave, el 80% de las reservaciones, para el año 2004, han sido canceladas. El impacto de los conflictos también llega a las inversiones extranjeras. La desconfianza ha ido alejando del país a muchos proyectos de inversión. Es un gran desafío para el nuevo gobierno, por un lado atender las urgentes e imprescindibles medidas a favor de los más pobres y, por el otro, dar garantía al capital externo para nuevas y necesarias inversiones. Carlos Mesa no ha pertenecido ni pertenece a ningún partido, sin embargo, esto no quiere decir que no sea político. Lo ha sido desde siempre a través de su interés por la historia y de sus profundos y numerosos análisis sobre el acontecer político de Bolivia y del mundo. Otra de sus facetas ha sido su pasión por el cine. Ya el año 1985 había publicado su obra "Aventuras del Cine Boliviano". Sus dos publicaciones más importantes son: el "Manual de Historia Boliviana" y "Presidentes de Bolivia: Entre urnas y fusiles". Pero, quizás, lo que le hizo ser muy conocido y apreciado por la opinión pública nacional fue su programa televisivo, "De Cerca" que, a lo largo de varios años, concitó gran audiencia y sus opiniones y cometarios tuvieron gran impacto en todo el país. En el año 1994, ganó el premio internacional de periodismo "Rey de España". En su paso por el Gobierno de Goni como Vicepresidente, intentó avanzar en la lucha contra la corrupción, con muy poco apoyo del Presidente y de los partidos de la coalición de Gobierno. A raíz de la masacre del Alto, optó por desvincularse del Gobierno, sin dejar, por ello, la Vicepresidencia. Lo expresó, públicamente, con estas palabras: "Mi conciencia de ser humano, Vicepresidente y hombre comprometido con la ética, no puede tolerar... que la muerte sea la respuesta ante la protesta popular". Ni olvido ni venganza. solo justicia El discurso programático del nuevo Presidente Constitucional, sorprendió positivamente a los políticos. Se trató de un discurso que abordó, con precisión y claridad, los pedidos de todos los movimientos sociales. pero la tónica general fue la ética que debe primar en todas las reparticiones del Estado y que va a orientar su propia trayectoria personal como Primer Mandatario. En el contenido de este discurso, que sin duda ha de servir de referencia continua de ahora en adelante, se destacan la siguientes propuestas: - Referéndum vinculante sobre la explotación y exportación del gas. - Convocatoria a una Asamblea Constituyente a corto plazo. - Revisión de la Ley de Capitalización. - Modificación de la Ley de Hidrocarburos. - Afrontar el problema de la falta de equidad y la mala distribución de los recursos entre la ciudadanía - Preservar la unidad del país. - Lucha frontal contra la corrupción. - Respeto a los derechos humanos y a la vida. - Austeridad en todos las reparticiones del Estado. Junto a estas, tan importantes propuestas, formuló también algunas peticiones: - Al Congreso le pidió que le dejen gobernar con ciudadanos sin filiación política. - Al pueblo movilizado le solicitó levantar todas las medidas de presión para llegar a un verdadero desarme moral. - Al Congreso le prometió que pondrá a su consideración , dentro de un tiempo prudencial, la necesidad de llamar a nuevas elecciones nacionales. Tanto el discurso presidencial, como la elección de los Ministros sin filiación política, han logrado la total pacificación de país, el apoyo de la organizaciones populares, así como de los partidos, abriéndose para Bolivia una nueva etapa, llena de dificultades, es cierto , pero cuajada de esperanza para el futuro del país. Ha sido notable, también, el cambio en la opinión pública internacional, tanto de los gobiernos, como de los medios de comunicación. Se ha pasado de una visión pesimista a una visión esperanzadora. Todos han mostrado su satisfacción ante las líneas trazadas por el nuevo gobierno. Los partidos políticos, a lo largo de los 21 años de vida democrática del país no lograron articular una relación entre los poderes del Estado y la sociedad civil. Fueron entidades parasitarias que sólo pensaron sus su propios intereses. Es una oportunidad la actual coyuntura para que, esos mismos partidos, se renueven totalmente en su organización y, sobre todo, se orienten hacia la concreción de los valores morales. De ello depende su futuro y su propia supervivencia. Un gesto positivo fue que en la toma de posesión del Presidente, estuviera a su lado, el Presidente de la Cámara de Senadores y el Presidente de la Cámara de Diputados. Todo un símbolo que nos hace soñar con días mejores para Bolivia. * P. Gregorio Iriarte o.m.i.
Reservas comprometidas / 11,1
- Contrato GSA-Brasil / 7,9
- Contrato termoeléctrica Cuiaba / 1,2
- Contrato Argentina / 0,6
- Mercado interno / 1,4 Reservas disponibles 1 / 43.8
Nuevos mercados y usos / 17,5
- Volumen adicional al Brasil / 1,9
- Cuiaba-Brasil (segunda fase) / 1,3
- Proyecto Gas Natural Líquido (LNG) / 7,7
- Proyecto gas a Líquidos (GTL) / 3,6
- Petroquímica y fertilizantes / 1,6
- Mercado interno / 1,4 Reservas disponibles 2 / 26,3 La opinión pública de Bolivia exige un puerto con soberanía en la costa del Pacífico como condición justa y imprescindible para la exportación del gas por Chile. Algunos políticos han hablado de "cualidad marítima" si especificar muy bien que es lo que se entiende con ello. El problema está en que las multinacionales petroleras ya han decidido que el gas tiene que ser exportado por Chile, a través del puerto de Patillos, cercano a Iquique. También, habrían decidido las empresas petroleras el que se construya en ese puerto una gran base industrial de empresas petroquímicas para la transformación y comercialización del gas boliviano. Piensan, así mismo, que se generaría electricidad que se vendería a Bolivia para la explotación del proyecto San Cristóbal. La reacción de las organizaciones populares tiene que ver con estos planteamientos ya que el gas boliviano serviría más para el desarrollo industrial de Chile que para el de Bolivia. Históricamente, la reacción del pueblo boliviano contra estos proyectos antinacionales tiene una justificación. El pueblo teme, y con razón, de que los recursos del gas, sean vendidos como materia prima, y que esos recursos lleguen a las arcas del Estado y sirvan, únicamente, para aumentar la corrupción, la burocracia, el nepotismo ....y en nada sirvan para el verdadero desarrollo del país. Es lo que pasó con la plata, con el estaño y con mucho otros recursos naturales. El gas tiene que venderse con valor agregado, siendo transformado en diesel, en gasolina, el electricidad, en productos petroquímicos, en fertilizantes.... dentro del propio país. Este es el gran escenario en el que emerge la "revuelta" del pueblo boliviano. No obstante, habrá que tener muy presente que la venta precipitada del gas, orquestada por la empresas petroleras según sus propios intereses, es tan mala como la oposición total y definitiva a la extracción del gas. Bolivia no puede darse el lujo de mantener indefinidamente sus reservas bajo tierra. Lo racional e inteligente es utilizar estos valiosos recursos para resolver los problemas más urgentes y esenciales de nuestro pueblo. La agonía de un concepto caduco del estado Ante una concepción del Estado, basado en una mentalidad clasista y vertical, van surgiendo gritos de rebelión, ya sea de parte de la etnias totalmente relegadas y excluidas a lo largos de los siglos, como de las regiones del Oriente. Aymaras y quechuas han entrado en la contienda con una fuerza hasta ahora desconocida. Su lucha es por la vida misma. Para los aymaras del Altiplano, así como para los quechuas de los valles, la "guerra por el gas" les ofrece una coyuntura propicia para comenzar a exigir que se los reconozca como pueblos, con todos sus derechos.. Luchan por liberarse, no solo de la de la exclusión económica y social, sin también del desprecio, de ser considerados como ciudadanos de segunda clase. La participación plena de las organizaciones quechuas y aymaras, en la administración del Estado, es una exigencia totalmente justa, que lo fortalecerá. Es una de las ideas y de las decisiones más importantes que asume el nuevo gobierno. El ángel de la muerte El periódico "La Nación" de Chile, calificó al exministro de Defensa, Carlos Sánchez Bersaín, como "el ángel de la muerte". El fue el autor intelectual de la represión violenta contra la sociedad civil que causó 74 muertes en menos de una semana. Sánchez Bersaín, apodado "el zorro" por el pueblo, fue el hombre fuerte de los distintos gabinetes de Goni. Es un exponente del maquiavelismo político más depurado. Una especie de Wladimir Montesinos en "versión boliviana". Su influencia sobre Goni fue tan grande que no había designación importante en la que su opinión no fuera decisiva. Uno de los errores más graves que cometió el Presidente Sánchez de Lozada fue nombrarle Ministro de Defensa. No dudó un momento en usar la fuerza pública de la forma más violenta, con resultados tan dolorosos que colaborarían a la caída del gobierno. Fue el mismo Carlos Sánchez Bersaín quien, personalmente, el 19 de septiembre, comandó el rescate humanitario de un numeroso grupo de turistas extranjeros, aislados en la localidad de Sorata. Ese operativo dejó, como saldo trágico, 7 muertos en la localidad de Warisata. El fue, también quien dirigió las violentas represiones en el Alto y en La Paz, dejando 57 víctimas fatales. Sánchez Bersaín ha sido siempre un "protegido" de la Embajada norteamericana y un colaborador eficiente en la erradicación de los cultivos de coca en el Chapare, además de constituirse en un constante defensor de los intereses de las transnacionales. Goni, terriblemente lento en su accionar y tozudo en sus decisiones, hizo siempre oídos sordos al clamor popular. Hasta el último momento permaneció confiado en las habilidades maquiavélicas del "zorro", mientras ignoraba las sugerencias de algunos de sus ministros y de los jefes de los partidos de la coalición gubernamental. Ayunando para que se vaya Ana María decidió impulsar "huelgas de hambre" en todo el país, con la idea de acelerar la caída del gobierno que ya daba síntomas de total debilidad ante el empuje de las movilizaciones y ante la paralización práctica de todo el país. A Ana María se le unieron inmediatamente muchos grupos "ayunadores" en todo el país. Se calcula que ya al segundo día había más de 1000 personas que habían optado por esta medida extrema. La "huelga de hambre" pidiendo la renuncia del Presidente, dio a toda la movilización del país un carácter mucho más plural y de menos agresividad. Los participantes pertenecían a grupos muy heterogéneos: Derechos Humanos, Iglesia Católica, Vida Religiosa, Iglesia Metodista, Universidad ....y aún grupos de los partidos políticos. La "huelga de hambre" fue un triunfo personal para Ana María y un apoyo para que la Defensoría del Pueblo siga con su misión de preservar una auténtica democracia para todos. Tanto los "huelguistas", como todas las organizaciones populares que participaron en la lucha, celebraron con desbordante alegría la caída estrepitosa del gobierno y la huida vergonzante de Sánchez de Lozada y sus más fieles colaboradores hacia Estados Unidos. De la pantalla al sillón presidencial Carlos Mesa recibe a un país hundido en una profunda crisis económica, política y moral. El desempleo abierto llega a un 11,5%, mientras el subempleo alcanza a un 45% de la población. El sector productivo está semi-paralizado. La industria trabaja a menos del 50% de su capacidad instalada. Si bien el sector financiero ha agüantado 5 años de crisis, tiene un par de problemas, muy graves, que le es muy difícil superar: El primero es la mora, que se incrementó en los últimos años, llegando a alcanzar a un 25% del total de la cartera. El segundo, es la acumulación de recursos, sin poder colocar en el mercado, debido a la insolvencia y a la paralización de muchas empresas. Los últimos acontecimientos han agravado los problemas económicos. La actividad turística, para este año, está prácticamente paralizada y, lo que es más grave, el 80% de las reservaciones, para el año 2004, han sido canceladas. El impacto de los conflictos también llega a las inversiones extranjeras. La desconfianza ha ido alejando del país a muchos proyectos de inversión. Es un gran desafío para el nuevo gobierno, por un lado atender las urgentes e imprescindibles medidas a favor de los más pobres y, por el otro, dar garantía al capital externo para nuevas y necesarias inversiones. Carlos Mesa no ha pertenecido ni pertenece a ningún partido, sin embargo, esto no quiere decir que no sea político. Lo ha sido desde siempre a través de su interés por la historia y de sus profundos y numerosos análisis sobre el acontecer político de Bolivia y del mundo. Otra de sus facetas ha sido su pasión por el cine. Ya el año 1985 había publicado su obra "Aventuras del Cine Boliviano". Sus dos publicaciones más importantes son: el "Manual de Historia Boliviana" y "Presidentes de Bolivia: Entre urnas y fusiles". Pero, quizás, lo que le hizo ser muy conocido y apreciado por la opinión pública nacional fue su programa televisivo, "De Cerca" que, a lo largo de varios años, concitó gran audiencia y sus opiniones y cometarios tuvieron gran impacto en todo el país. En el año 1994, ganó el premio internacional de periodismo "Rey de España". En su paso por el Gobierno de Goni como Vicepresidente, intentó avanzar en la lucha contra la corrupción, con muy poco apoyo del Presidente y de los partidos de la coalición de Gobierno. A raíz de la masacre del Alto, optó por desvincularse del Gobierno, sin dejar, por ello, la Vicepresidencia. Lo expresó, públicamente, con estas palabras: "Mi conciencia de ser humano, Vicepresidente y hombre comprometido con la ética, no puede tolerar... que la muerte sea la respuesta ante la protesta popular". Ni olvido ni venganza. solo justicia El discurso programático del nuevo Presidente Constitucional, sorprendió positivamente a los políticos. Se trató de un discurso que abordó, con precisión y claridad, los pedidos de todos los movimientos sociales. pero la tónica general fue la ética que debe primar en todas las reparticiones del Estado y que va a orientar su propia trayectoria personal como Primer Mandatario. En el contenido de este discurso, que sin duda ha de servir de referencia continua de ahora en adelante, se destacan la siguientes propuestas: - Referéndum vinculante sobre la explotación y exportación del gas. - Convocatoria a una Asamblea Constituyente a corto plazo. - Revisión de la Ley de Capitalización. - Modificación de la Ley de Hidrocarburos. - Afrontar el problema de la falta de equidad y la mala distribución de los recursos entre la ciudadanía - Preservar la unidad del país. - Lucha frontal contra la corrupción. - Respeto a los derechos humanos y a la vida. - Austeridad en todos las reparticiones del Estado. Junto a estas, tan importantes propuestas, formuló también algunas peticiones: - Al Congreso le pidió que le dejen gobernar con ciudadanos sin filiación política. - Al pueblo movilizado le solicitó levantar todas las medidas de presión para llegar a un verdadero desarme moral. - Al Congreso le prometió que pondrá a su consideración , dentro de un tiempo prudencial, la necesidad de llamar a nuevas elecciones nacionales. Tanto el discurso presidencial, como la elección de los Ministros sin filiación política, han logrado la total pacificación de país, el apoyo de la organizaciones populares, así como de los partidos, abriéndose para Bolivia una nueva etapa, llena de dificultades, es cierto , pero cuajada de esperanza para el futuro del país. Ha sido notable, también, el cambio en la opinión pública internacional, tanto de los gobiernos, como de los medios de comunicación. Se ha pasado de una visión pesimista a una visión esperanzadora. Todos han mostrado su satisfacción ante las líneas trazadas por el nuevo gobierno. Los partidos políticos, a lo largo de los 21 años de vida democrática del país no lograron articular una relación entre los poderes del Estado y la sociedad civil. Fueron entidades parasitarias que sólo pensaron sus su propios intereses. Es una oportunidad la actual coyuntura para que, esos mismos partidos, se renueven totalmente en su organización y, sobre todo, se orienten hacia la concreción de los valores morales. De ello depende su futuro y su propia supervivencia. Un gesto positivo fue que en la toma de posesión del Presidente, estuviera a su lado, el Presidente de la Cámara de Senadores y el Presidente de la Cámara de Diputados. Todo un símbolo que nos hace soñar con días mejores para Bolivia. * P. Gregorio Iriarte o.m.i.
https://www.alainet.org/es/active/4861
Del mismo autor
- Críticas y cuestionamientos a nuestro sistema educativo 24/02/2012
- La Ley Contra el Racismo 18/10/2010
- Después del 4 de mayo o la hora del miedo 28/04/2008
- La conflictividad como reto nacional 19/04/2008
- Indigenismo y separatismo 21/02/2008
- Sin valores es imposible el cambio 11/01/2006
- Del conflicto a la esperanza 23/10/2003