Estrategia de narcoinsurgencia de USA

05/07/2011
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La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dio inicio a la Guerra Norteamericana Contra las Drogas y los Migrantes Centroamericanos, incorporando la estrategia de la narcoinsurgencia, en reemplazo de la estrategia contra el terrorismo (de Bush).
 
La nueva estrategia contra (narco) insurgente es un replanteamiento del Plan Mérida, al que considera fallido el Pentágono. Con sustento en un estudio del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército, el Pentágono propone integrar, al uso de la fuerza, un gran esquema de programas políticos, militares, diplomáticos y económicos. Para un análisis más amplio consultar el número 2, Volumen 11 de Foreign Affairs, Latinoamérica, dedicado a la narcoinsurgencia.
 
La actividad creciente del crimen organizado y los carteles de la droga en los países centroamericanos –convertida, según el PNUD-ONU, en una de las regiones más violentas del mundo–, tienen origen en interesado y generoso patrocinio oficial norteamericano.
 
La situación socioeconómica de los centroamericanos se ha agravado con el saldo de la pasada guerra y las consecuencias del libre comercio norteamericano, así como el impacto de la guerra financiera, que contrasta con el avance progresista que experimentaron los países miembros de Unasur y en particular la mejora en el ingreso y los niveles de bienestar social de la población.
 
A finales de la Guerra fría, Reagan, financió, subrepticiamente, el Irán-Contras; proporcionó armas y efectivo a fuerzas paramilitares para aplastar a los movimientos libertarios; la contrainsurgencia mutó en narcotraficantes.
 
A su vez, las fuerzas paramilitares han sido rediseñadas como bandas criminales, los Maras Salvatruchas. Ello favorece la guerra entre pandillas, a manera de choques tribales, guerras intestinas, interétnicas, con el objetivo de que nadie predomine, sólo el que decide.
 
Gracias a denuncias de agentes en el Congreso norteamericano se pudo establecer el objetivo del operativo, conjunto de la FBI, DEA y ATF, denominado Gunrunner. Estamos hablando del origen, precisamente, de la guerra norteamericana en Centroamérica, que ha puesto en marcha la señora Clinton, dirigida a establecer un corredor de guerra de Ciudad Juárez a Colombia.
 
Los cárteles mexicanos, Chapo y Zetas, se han desplazado a Centroamérica para establecer la narcoeconomía, esto es, sus asociados de empresas afiliadas, compra de vehículos, casas, aviones, combustibles, todo lo requerido para afianzar las rutas de abasto y producción de enervantes y drogas sintéticas.
 
El arribo puntual y efectivo de los cárteles a los países istmeños, es posible por contar con el sustento logístico de las armas y pertrechos provenientes de “Rápido y Furioso”, como parte del operativo, Gunrunner, establecido por las oficinas norteamericanas, prácticamente en apoyo a la expansión de los cárteles, para financiar la rápida recuperación de la economía norteamericana y evitar que la recesión acelere rebeliones en casa.
 
Obama cesó al jefe de “Rápido y Furioso”, Kenneth Melson, director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, ATF, porque se descubrió que la muerte de agentes del Plan Mérida, fue a consecuencia del empleo de las armas de “Rápido y Furioso”.
 
Pero no ha hecho nada contra Gunrunner, donde intervienen la FBI y la DEA, toda vez que permite mantener en secreto la guerra desde la frontera mexicana, pasando por Centroamérica hasta Colombia. No importa la exigencia del Congreso de información de Gunrunner desde 2005, no obstante que existe la amenaza de no autorizar al embajador en México, Wayne.
 
El banderazo de Hillary para dar inicio a la guerra norteamericana contra los migrantes y la droga en la región centroamericana, se inscribe en un contexto al que le dio origen a la guerra contra Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Al finalizar la Guerra fría, el despliegue de las tropas del Pacto de Varsovia, tenían como réplica la operación Irán-Contras.
 
Sin autorización del Congreso, Reagan se dio a la tarea de comprar drogas para intercambiarlas por armas, destinadas a Israel para mantener su hegemonía regional y apoyar a Irán en guerra contra Irak; se auspició el narcotráfico en los países centroamericanos con el propósito de impedir el triunfo de movimientos sociales contra las dictaduras instaladas por USA.
 
La Guerra Norteamericana contra los Migrantes y las Drogas en Centroamérica, nuevamente coincide con los planes de dominio de recursos energéticos de USA y sus aliados, por medio de los bombardeos de la OTAN contra Libia y del despliegue militar contra Siria en el Mar Negro. Su propósito, es romper el aislamiento de Israel, ante el temor de que lo desplace Irán, que emerge como potencia y líder regional.
 
No importa que se ponga en riesgo nuevamente la paz con el gigantesco despliegue militar norteamericano, de la OTAN y 21 países aliados, denominado Brisa Marina, o la de reponer el plan balístico de cohetes en Europa. Su propósito es, presionar para desmantelar su base militar en Siria, y retirarse de América del Sur.
 
Obama trata de retomar los espacios geopolíticos en Eurasia y Suramérica. La apertura del corredor de guerra de Ciudad Juárez a Colombia busca retomar el acceso a los energéticos, alimentos y minerales en el continente y desplazar la influencia de la política e inversiones de China y Rusia y comprometer en esta aventura a sus aliados europeos para compartir el botín.
 
Al entrar en operación la nueva estrategia de Obama para tratar de contener al mundo multipolar, los países suramericanos y caribeños no se han quedado cruzados de brazos. Han decidido renovar su estrategia, fincada en Unasur y el proyecto venezolano del Alba.
 
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, Celac, reemplazará a Unasur y al Alba, como estrategia de integración regional y desarrollo, de diálogo y seguridad, que excluye a Estados Unidos, Canadá y España. La nueva orientación política latinoamericana estratégica con Celac, la abordaremos con amplitud en un trabajo posterior.
 
Celac pretende convertirse en un instrumento de alta política; un desafío inmediato será contrarrestar la acción intervencionista de la guerra norteamericana en Centroamérica, en el corredor de guerra de Ciudad Juárez a Colombia.
 
Un ejemplo anticipado de resultados son las reuniones entre los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Colombia, Juan Manuel Santos, que han eliminado el peligro de la confrontación, con acciones concretas que muestran el nuevo clima de amistad entre sus pueblos, como es el retorno de refugiados colombianos a su tierra, así como la extradición de guerrilleros colombianos. Todo un ejemplo para evitar la injerencia y la guerra contra Latinoamérica y el Caribe.
 
Como vemos, las acciones que está tomando Obama se inscriben en su estrategia de reelección presidencial, sólo que la nueva Guerra fría se está calentando y podría estallar.
 
Fuente: Forum en línea
 
https://www.alainet.org/es/active/47846
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