La infame propuesta de Felipe Calderón:

Aumento de precios a medicamentos y alimentos

24/05/2009
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Partamos de un principio fundamental: las crisis no son de quienes las crean o favorecen sino de quienes las padecen. De manera que, la devastadora crisis económica que se vive en México, creada y favorecida por la ineptitud y complicidad del gobierno federal con el capitalismo internacional, no es de Felipe Calderón ni de su camarilla de funcionarios cómplices, ni de sus secretarios de Estado, ni de los Magistrados de la Suprema Corte, ni de los grandes empresarios, sino de los millones de mexicanos de las clases sociales más desprotegidas que son la mayoría en este país, y ni se diga de los desempleados que día a día aumentan en estos tiempos del “presidente del empleo”.

¿Habrá alguien que pueda dudar ante las evidencias acumuladas a través de los años que la pobreza que asola a millones de mexicanos “de a pie” es culpa de los gobiernos federales nefastos, saqueadores y cómplices de la política económica neoliberal que se inició desde los tiempos de Miguel de la Madrid y que se ha acentuado aún más con los gobiernos del PAN? Francamente yo creo que no, a menos que se trate de algún despistado o que pertenezca a la clase favorecida por el gobierno, que de ninguna manera sufre las crisis y carencias que padece el resto de la población.

Pero retomando el título del artículo, resulta que tras de la crisis económica nacional, el desempleo galopante que ahora se vive en México, agravado por el pésimo (o tal vez intencionado) manejo exagerado de la epidemia de influenza por este gobierno, ahora Calderón intensifica aún más su ataque virulento en contra de los mexicanos al pretender imponer IVA a los alimentos y medicamentos (que no es otra cosa que aumentarles el precio para que el gobierno se lleve la diferencia a sus bolsillos) con el pretexto de que se necesitan recursos para activar la economía. Ese cuento ya hace tiempo que lo estamos oyendo, y vemos que la economía se activa tan sólo para unos pocos: casualmente la de los bolsillos de los más ricos empresarios del país y políticos encumbrados, mientras los demás mexicanos quedamos cada vez más pobres.

Esto lo saben (y mejor que nadie) los mismos funcionarios, representantes, dirigentes y aspirantes a cargos de elección popular del PAN y del PRI, que constituyen la derecha capitalista y neoliberal del país. Desde luego que lo niegan, que lo ocultan, pues su interés es permanecer o ascender a cargos de gobierno donde la “crisis” no los alcance…total, mientras los electores sigan creyendo en sus promesas que más da.

Aquí vale la pena hacer un espacio para comentar parte de una nota que me envió la licenciada en Sociología Liliana Mendoza (mexicana radicada en España), en relación con mi artículo anterior (“La Influenza porcina y el “Chupacabras”) que le llegó vía Malasia (las maravillas del Internet), escrita por la destacada actriz y luchadora social Ofelia Medina que dice: “En el nefasto gobierno anterior (del también panista Vicente Fox), la Secretaría de Salud reconoció 40,000 muertes infantiles ANUALES (¿si reconocen 40,000 ¿cuántas serán?) a causa de enfermedades como el sarampión, infecciones intestinales y de las vías respiratorias, en los cuerpecitos de niñas y niños desnutridos”.

Aquí queda bien claro que de la “epidemia de desnutrición”, secuela de la pobreza por la pésima distribución de la riqueza y del saqueo del erario de los gobiernos de la derecha, no dice nada ni Felipe Calderón ni su “achichincle” Secretario de Salud José Angel Córdova. Claro, la desnutrición y el hambre que matan a más de 109 niños mexicanos diariamente no se contagian a los ricos, por lo que no hay que hacerla “de pedo”. Total, los huarachudos, lo que viven en casuchas de guano y de cartón, los de las poblaciones perdidas en las selvas y en las zonas de marginación de las ciudades, no le importan al gobierno: son “simples estadísticas”. Este es el pensamiento y filosofía de los gobiernos de derecha. Este es el pensamiento de Calderón y del PAN.

Para finalizar quiero dejar en claro que ante la pobreza y desempleo que hoy más que nunca están padeciendo millones de mexicanos, aumentar el precio a las medicinas y a los alimentos que pretende Felipe Calderón apoyado por su partido, el PAN, lo convertiría ya no en un tirano ni en un gobernante sin escrúpulos, sino en un genocida, a quien no le importa que el número de muertos por hambre y desnutrición aumente de 40 mil a 100 mil al año, pues al fin y al cabo las crisis y los muertos no son de quien las crean o favorecen, sino de quienes la padecen…y él y sus cómplices están lejos de su alcance.

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