Santa Cruz

Luego del paro cívico en seis departamentos –que tuvo mayor acatamiento en áreas citadinas, forcejeos y atropellos en zonas suburbanas cruceñas y mucha indiferencia en áreas rurales e indígenas- comenzó una fase de aparente "toma del pulso".

La pulseta se da entre grupos de dirigentes empresariales, muy publicitados por los sistemas corporativos de medios de comunicación, y activistas de los movimientos sociales, especialmente del oriente, cuya palabra es poco difundida por esos grupos mediáticos.

Los primeros, los dirigentes cívicos surgieron, casi todos de instituciones de empresarios de rubros como ganadería, agropecuaria, industrias varias y hasta servicios como las cooperativas de agua, teléfonos, luz eléctrica y otros.

Esos dirigentes, representan, además a consorcios empresariales del exterior, las denominadas "empresas transnacionales" cuyo capital de operaciones y rubro productivo y comercial, traspasa fronteras y leyes de los Estados.

Existen varios casos de este tipo de dirigentes, como el ex ministro Carlos Kempf Bruno, ex ministro de Comercio Exterior (2001-2002) y a la vez director de la empresa Transredes, la que "capitalizó" YPFB en el rubro del transporte de petróleo y gas (por ductos y poliductos, en todo el país) y está compuesta por capitales extranjeros, entre ellos por la tenebrosa y quebrada empresa Enron.

En la otra vereda, están los dirigentes campesinos, colonizadores, indígenas y asalariados del campo, que viven de un salario o de una microproducción con fines de subsistencia. Por lo general, los sistemas mediáticos tradicionales excluyen a estos sectores, especialmente en las capitales de Beni, Santa Cruz y Tarija, donde el monopolio y la hegemonía discursiva en los medios es para los empresarios.

Esa es la disputa en Bolivia: Política y mediática.

Fuente: Agencia Nacional de Noticias Chaco-Amazonía–ANC (Bolivia)