Santa Cruz

Los comités cívicos de departamentos como Beni, Tarija, Pando, Chuquisaca y Cochabamba, a la cabeza de su par de Santa Cruz, convocaron para este martes a un paro que tiene como uno de sus objetivos apoyar al gobierno municipal de Sucre, para restituir la discusión del tema de la capitalidad plena en la Asamblea Constituyente.

Pero una intención paralela, tal vez la principal, de esta medida de fuerza parece ser la defensa de los magistrados del Tribunal Constitucional que comenzaron a ser enjuiciados en el Parlamento por prevaricato o delito de juez, por lo que fueron suspendidos en sus funciones. Esta y otras intenciones merecen varias consideraciones.

La primera es que el tal paro es más político-partidario que "cívico", porque detrás de esa medida se encuentran varios ex dirigentes cívicos o militantes de la desaparecida ADN, hoy parlamentarios de PODEMOS como los diputados Antonio Franco, Carlos Pablo Klinski, Oscar Urenda, o el senador Oscar Ortiz.

La segunda es que los cuatro magistrados enjuiciados (Alfredo Raña, Antonio Arias, Silvia Salame y Martha Rojas) fueron designados el 3 de octubre de 2003, por instrucción del entonces presidente constitucional Gonzalo Sánchez de Lozada, luego expulsado de Bolivia y hoy procesado en rebeldía por genocidio, cuando ya había comenzado la caída de aquel gobierno. Por lo tanto aquellos magistrados responden a una línea político-partidaria, lo que explicaría muchos de sus cuestionados fallos.

La tercera es que la defensa a esos magistrados es uno más de los sucesivos errores que comenten algunos dirigentes cívicos que consideran tener la representación legítima del pueblo cruceño, aspecto discutible a la hora de hacer inventarios electorales, especialmente en regiones como el área periférica de Villa 1ro de Mayo, Plan 3.000 o varias poblaciones del Norte Integrado cruceño. Uno de esos errores fue la elección, como presidente del Comité Pro Santa Cruz, de Branco Marinkovic, empresarios cuestionado por su sobreabundante tenencia de tierras en varias provincias cruceñas.

La cuarta es que el otro error fue el texto del pretendido "Estatuto Pre-Autonómico" que con tanta pompa como desatino, se hizo conocer, especialmente a través de los medios de comunicación corporativos del oriente boliviano. Los analistas fueron lo suficientemente claros y precisos acerca de desacierto y casi desequilibrio emocional de algunos mentores de ese documento.

La quinta y última es que el otro error fue convocar a las Fuerzas Armadas "a asumir su rol", como queriendo convocarlas para un golpe de Estado, o aquel llamado a la "vigilia" y defensa de Santa Cruz en oportunidad de la Parada Militar y Desfile Indígena de la Integración, del 7 de agosto reciente.

Por tanto, estamos ante una más de una larga serie de desaciertos de algunas personas que no aceptan la democratización de la sociedad, más allá de partidos y de grupos económicos de interés.

Pero está claro que la sociedad avanza, tal vez con algunos traspiés, pero de manera inexorablemente, y será la historia quien terminará por devorar a quienes se resisten a ese avance.

Fuente: Agencia Nacional de Noticias Chaco-Amazonía–ANC (Bolivia)