Tarija y la solución de paros y bloqueos por medio del diálogo

31/07/2007
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Tarija


El viernes 27 de julio, los tarijeños, campesinos y personas ligadas al Comité Cívico finalmente se pusieron de acuerdo para firmar un documento de compromiso para resolver los problemas que aquejan a esa región boliviana.

Sin embargo, para que haya ese acuerdo tuvieron que pasar dos paros cívicos y un bloqueo de nueve días en el que la ciudad capital estuvo cercada, sitiada por campesinos de casi todas las provincias que instalaron 13 puntos de bloqueo en las rutas al Chaco, a Argentina y al norte.

En esos días, no ingresaba un solo alimento a la capital chapaca y las actividades económicas quedaron paralizadas por falta de diversos insumos como combustibles o por alimentos del valle, que no ingresaban.

En cuanto a los motivos de los dos paros y el prolongado bloqueo, existen dos versiones. Por un lado, el Prefecto alega que el Ministerio de Gobierno alentó esas medidas y no desbloqueó cuando era necesario, porque los pedidos campesinos ya habían sido resueltos a nivel regional.

Por su lado, los campesinos denuncian que cinco problemas regionales no fueron resueltos: demoras en la aplicación del Decreto 2924 que dispone el traspaso de recursos a ocho gobiernos municipales; la aprobación inmediata de la Ley del PROSOL o programa solidario para apoyar a sectores productivos; poner en radar antigranizo en la provincia Avilez; ser accionistas de Setar y la distribución directa de las regalías hidrocarburíferas.

Más allá de las posiciones de unos y de otros, hemos asistido a un poco atinado manejo de este conflicto por parte del prefecto, primera autoridad departamental. El hecho de acusar al gobierno sin proponer un diálogo, como finalmente ocurrió, generó una poco entendida forma de administrar conflictos desde el Ejecutivo regional.

En cuanto a los campesinos tarijeños, es la primera vez que se conoce de un bloqueo prolongado, protagonizado por personas que son conocidas por su pasividad y tal vez por su conformismo.

Pero está claro en el área rural de Tarija hay disconformidad y la contundente medida de nueve días de bloqueo lo dice todo. Ya no puede decirse que los campesinos tarijeños, del valle, del altiplano y del Chaco son pasivos espectadores de lo que hacen los gobernantes.

El acuerdo del 27 de julio marca una tregua, casi obligatoria en esa pulseta política regional que seguramente no lo esperaban los grandes medios de comunicación tarijeños, como los tres diarios que circulan en esa ciudad.

Es de esperar que en el próximo conflicto, se manejen las cosas de manera más coherente, especialmente desde el lado de la Prefectura.

Fuente: Agencia Nacional de Noticias Chaco-Amazonía–ANC (Bolivia)
https://www.alainet.org/es/active/18888
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