El desafío de cambiar la educación

21/06/2007
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  • Opinión
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Santa Cruz

La situación de la educación boliviana no es de las mejores. El sistema educativo estatal en sus niveles primario y secundario arrastra los males dejados por la millonaria Reforma Educativa y el sector privado mercantilizó la educación de niños y jóvenes.

Para modificar este estado de cosas, en 2006 fue presentado el Proyecto de Ley de la Nueva Educación Boliviana que, entre otras cosas, planteaba el bachillerato diversificado, un maestro único (dejar de discriminar lo urbano de lo rural) así como la educación trilingüe desde primaria (castellano, lengua nativa e inglés).

Sin embargo, este proyecto está demorado por desacuerdos en sectores como el magisterio urbano, excesivas susceptibilidades de la Iglesia Católica y hasta desatinos del gobierno nacional.

Uno de los temas discutidos en recientes días es el anunciado referéndum, acerca de una posible declaración del magisterio como "profesión libre" y no amparada por el Estado por medio del denominado "Escalafón".

Para colmo de males, un profesor de aula, designado en enero de este año como Ministro de Educación, por primera vez en la historia de Bolivia, terminó "aplazado" en su gestión y no duró más de cuatro meses.

En cuanto al nivel superior (grado y post grado) el problema es que no termina de aplicarse el concepto de la autonomía universitaria, que es defendido pero no sujeto de autocrítica. Además, los post grados parecen elitistas.

Ya en 2005 tuvimos experiencias como la manera en que tuvo que renunciar el secretario ejecutivo de la Federación Universitaria Local-FUL de la UMSA, en La Paz, quien de rodillas, en ropas menores y luego de haberse encerrado en el edificio universitario fue secuestrado y obligado, delante de la cámara de televisión, a firmar su dimisión luego de haberse prorrogado en su cargo de manera poco democrática.

Algo similar ocurrió en la Universidad Nacional Siglo XX, a principios de este año; allí el rector fue expulsado por asambleas estudiantiles. Ni qué decir de la situación de insolvencia financiera, en 2006 de la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz.

Y en estos días, la Universidad Tomás Frías de Potosí se debate entre la inestabilidad y el perjuicio para los estudiantes porque existen dos grupos que se disputan el rectorado y vicerrectorado. Una "Asamblea Popular" expulsó a las autoridades vigentes y posesionar en su lugar a un sacerdote y a otro profesional, lo que fue considerado como una vulneración a la autonomía universitaria.

Más allá de estos casos, la sociedad parece estar reclamando mayor participación en la universidad pública y menos autoritarismo de dirigentes de autoridades universitarias, docentes y estudiantes. De hecho, algunos preceptos han sido superados. La Universidad de Siglo XX tiene tri-gobierno (no co-gobierno) y en la joven Universidad Pública de El Alto-UPEA se practica el voto universal, no el ponderado como en las demás universidades.

Así que los cambios ya se dan, solo que aparentemente no se los quiere ver.

Fuente: Agencia Nacional de Noticias Chaco-Amazonía–ANC
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