El Intercambio Humanitario que exigen los colombianos, ha sufrido un nuevo revés a manos del gobierno del presidente Uribe Vélez con el inicio de los operativos de 5 comandos especiales con asesoría de mandos norteamericanos, para “rescatar a sangre y fuego” a los prisioneros en manos de las de las FARC.

Pese a que el ex ministro Fernando Araujo Perdomo, como cualquier perdido que regresa, habla sin parar, con un mar de contradicciones que invalidan su versión, moradores de la región hablan de infiltración de informantes (sapos) en la zona de los Montes de Maria - departamento de Bolívar- junto a la operación encubierta, propias del ejército gringo, de un comando de la Armada Nacional engañando a los campesinos, para facilitar la fuga del ex ministro, con combates con la guerrilla varias víctimas y detenciones de campesinos que iniciaron un éxodo hacia los poblados cercanos.

El nuevo plan coordinado por el comandante del ejército y el ministro Santos -contrarios al Intercambio Humanitario- disfrazado de “Plan para atacar a fondo las finanzas de las FARC y al Secretariado”, se adelanta en varias regiones desde hace 20 días, buscando el rescate militar. Es algo para mostrar ante el estruendoso fracaso del Plan Patriota, lanzado hace tres años por la locuaz ministra de defensa Martha Lucía Ramírez hoy flamante senadora por el partido del Ministro Santos “para liquidar a la Insurgencia en 120 días”

El presidente Uribe y su ministro recurren de nuevo a su política guerrerista ante los nulos resultados de su estrategia de “seguridad democrática”, las hediondas y macabras revelaciones de implicación de parlamentarios, ministros y el propio presidente, en financiación con el narcotráfico de los escuadrones paramilitares, hoy premiados con la posesión de las tierras y bienes que les robaron a los campesinos, masacrándolos junto al genocidio de la Unión Patriótica.

Responde esta alocada táctica al acorralamiento continental en que se ve envuelto el régimen colombiano, solitario en su apoyo incondicional a la demencia militarista del imperio de los Bush que muerden el polvo de la derrota en Irak, mientras en las Américas avanza impetuosa la liberación nacional antiimperialista y el triunfo de “los demócratas” en USA, exige rápidos cambios así sea a costa de mas víctimas, ahorcando a los colombianos con nuevos impuestos para engordar el escandaloso presupuesto de guerra que se come el 5,3% de PIB.

El plan busca sabotear los nuevos escenarios democráticos de los países vecinos y es una afrenta a las propuestas del gobierno venezolano por intermedio del embajador en Colombia, Doctor Pavel Rondón Daza, como del presidente electo del Ecuador, Rafael Correa del cese de las fumigaciones genocidas, en la frontera como su reiterado ofrecimiento para colaborar con el Intercambio Humanitario y de mediación en un proceso de la paz creíble en Colombia.

La guerrilla tiene ahora justificados argumentos para desconfiar de este gobierno y dar por terminados sus ofertas de conversar hasta que haya cambio de gobierno o el presidente renuncie ante el fracaso total de sus políticas, que es lo que el Polo debería exigir, movilizando al pueblo como única garantía de presión que obligue al gobierno al Intercambio y a una tregua para los diálogos.

Germán Silva Losada
Periodista colombiano