Ni dos tercios ni mayoría absoluta, debate con la sociedad civil
19/09/2006
- Opinión
La actual Asamblea Constituyente es producto de la movilización social de diversos sectores sociales, pueblos y comunidades indígenas, originarias, campesinas y otros que lucharon por su inclusión en la toma de decisiones públicas y por la dignidad nacional, ello significa que en los últimos tiempos de nuestro país, la soberanía popular dejó de ser un simple enunciado retórico y pasó a ser ejercida por la sociedad civil organizada, en función a diferentes temas, como la nacionalización de los hidrocarburos, la Asamblea Constituyente, etc. Afirmando e imponiendo estos y otros temas en la agenda pública del Gobierno.
Sin embargo, los desafíos y las dificultades actuales del proceso constituyente son diferentes y contrapuestos. Mas aun cuando los sectores conservadores y progresistas se creen dueños de la verdad última y cuando estos actúan como los todo poderosos y propietarios de la soberanía popular, conduciendo la Asamblea Constituyente hacia las viejas prácticas de acuerdos y componendas, donde unos cuantos decidan por todos los bolivianos, intentando hacernos creer que solo cuentan los votos de los constituyentes. Esto se deduce del empatanamiento entre los dos tercios y mayoría absoluta de votos para aprobar la nueva constitución, posiciones antagónicas que muestran que las principales fuerzas políticas pretenden marginar una vez más a la sociedad civil de los procesos de decisión pública y anular el ejercicio de la soberanía popular.
Por ello, los bolivianos y los movimientos sociales debemos exigir a la Asamblea Constituyente a debatir los temas de interés de la nueva constitución en escenarios públicos, transparentes y abiertos con la sociedad civil. Donde la sociedad civil sea la fuente de la adopción, rectificación y validación de toda decisión respecto a la nueva Constitución.
Para este cometido es preciso repensar la propuesta de la Representación Presidencial para la Asamblea Constituyente y el Referéndum Autonómico (REPAC), que propone acertadamente los siguientes escenarios de deliberación que debe tener la Asamblea Constituyente: 1) Sesiones por Circunscripción uninominal: una semana al mes, donde se discuta con los electores los temas de interés territorial, 2) Sesiones por circunscripción departamental: una semana al mes, donde también se debate los temas de interés regional o territorial, 3) Sesiones en comisiones y subcomisiones: Una semana al mes, donde se recepcione y debata las propuestas sectoriales en audiencias públicas con las organizaciones y movimientos sociales y; 4) Sesiones de plenaria: Una semana al mes, donde se debatan los acuerdos alcanzados en las sesiones territoriales y sectoriales.
El marco y fundamento de estos escenarios y debate con la sociedad civil es lograr que la Asamblea Constituyente sea un escenario de deliberación y confrontación de argumentos y posiciones, donde cada constituyente o bloque político no solo haga uso de la palabra para convencer a sus similares, sino a la sociedad civil expectante a lo ancho y a largo de todos el país, hasta lograr el ansiado pacto social y el reencuentro nacional entre bolivianos.
En este comprendido y asumiendo esta sugerencia, la Asamblea Constituyente debería de discutir los temas de mayor coincidencia de las diferentes propuestas emergentes del campo político y social, es decir, el nacionalismo con relación a la propiedad de los recursos naturales, la identidad cultural indígena, originaria y campesina, regional, sectorial y la inteculturalidad, un nuevo Modelo de Democracia que demanda mayor participación en los procesos decisorios y el control social de la cosa pública y, finalmente el Modelo de desarrollo que equivale a discutir los nuevos patrones que deben guiar el desarrollo económico del país.
Para ello y para que la Asamblea Constituyente, no se convierta en un escenario como el parlamento, donde solo interactúan la correlación de fuerzas políticas con representación (constituyentes electos) y no se convierta en un escenario de practicas como la cooptación, los pactos, alianzas preestablecidas y otros artificios que anulan el debate y la política; la sociedad civil, como sujeto constituyente debe movilizarse y defender el ejercicio de la soberanía popular, la democracia y el proceso de debate social en la búsqueda de un pacto y consenso social duradero, en que no decidan solamente unos cuantos como son los elegidos o nuestros representantes coyunturales.
- Ademir M. Muñoz Soliz, es Secretario Ejecutivo del Movimiento Comunero Quechua Martín Uchu.
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