Aparentemente la presencia de la Comisión Rogatoria de España ha sido un fracaso, pero no es así, el Juez Santiago Pedraz, el Fiscal Jesús Alonso, los abogados y corresponsales extranjeros que les acompañaron, constataron la inoperancia del sistema de justicia guatemalteco, el grado de impunidad que prevalece, las amenazas que se siguen dando contra defensores, la desfachatez de los imputados y hasta los arreglos políticos que lesionan el Estado de Derecho. No entienden cómo una simple taza de café puede solucionar todo y anteponer intereses particulares a los nacionales. No sabemos si, como antaño, la pistola en la sien de algunos funcionarios ha tenido que ver en este embrollo, pues sería más trágico que las acciones trágicas anunciadas por el vocero de la impunidad. No pudieron cumplir con la misión que se proponían de recibir testimonios y declaraciones de descargo de los imputados, porque se obstruyó "legalmente" el proceso por aquellos que ustedes conocen bien, que siempre aparecen defendiendo militares, entorpeciendo la aplicación de la ley o la promulgación de leyes que afecten sus bolsillos. Corte Suprema, Ministerio Público, Corte de Constitucionalidad, cargan con su propia responsabilidad. Funcionarios del ejecutivo han hecho un frente común con ellos, unos solapadamente otros abiertamente, porque así se hace cuando la impunidad impera, no hay nada que pueda sonrojarles, porque ya no corre sangre en sus venas. ¿Quiénes se salvan de esto? Quien sabe, pero las amenazas y las presiones hacen mella en el sistema de justicia. Es, si se quiere, un triunfo pírrico de generales y abogados que cobran en dólares para salpicar donde sea necesario en aras que la impunidad siga imperando. Esta ha sido la cuarta escena de la obra de "Justicia por Genocidio: 1º fue la presentación del caso; 2º la Negativa de la Audiencia Española; 3ª la rectificación de las cortes españolas para poder juzgar casos por genocidio en cualquier parte del mundo; y 4º la llegada de la Comisión Rogatoria. En medio de todo se les fue el sueño a los genocidas, despertaron los dinosaurios y sacaron las garras y los de siempre retorcieron la ley. En las esferas de poder seguramente se tomaron unos cafés para arribar a acuerdos políticos. Viéndolo de otra manera, el fiscal, los jueces y asesores españoles lograron constatar cómo funciona el sistema de justicia en Guatemala y corroborar el por qué, se ha acudido a la Audiencia Española y tratar de que se juzguen los crímenes de lesa humanidad y el genocidio en el exterior del país. Que les duele la Jurisdicción Universal, les duele; que les da pánico, les da y, posiblemente, tengan necesidad de nuevos pañales, pues faltan varias escenas de la obra que no les gusta: "Justicia por Genocidio".