Realidades y fantasías de los tratados de libre comercio

Tratado Uruguay - EEUU

12/01/2006
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  • Opinión
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Una y otra vez, desde el gobierno se nos dice que la única manera de que nuestra economía crezca y se generen nuevos puestos de trabajo, es mediante la inversión privada y extranjera. Desde el momento en que gran parte de los ingresos del Estado deben destinarse al pago de la deuda externa, esa afirmación es una realidad. La pasada semana, luego de votado el Tratado Mutuo de Inversiones con EE.UU., el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, puso en el tapete el segundo capítulo del plan estratégico el gobierno: la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país del norte. Curiosamente, ese adelanto produjo un gran revuelo en los cuadros de gobierno. Mientras el canciller Reinaldo Gargano salió presuroso a desmentir la especie y a reafirmar la vocación "mercosuriana" de Uruguay, su colega de Ganadería, Agricultura y Pesca no tuvo empacho en afirmar que "el Mercosur no sirve para un carajo". Muchos dirigentes frenteamplistas se han llamado a asombro, y acusan al ministro Astori de poner en el tapete un tema que no estaba en la agenda. La interna frenteamplista "arde" entre quienes están a favor del TLC y quienes están en contra. Los gobiernos de Argentina y Brasil han puesto "el grito en el cielo", y advierten que si tal tratado se firmara, Uruguay "debería abandonar el Mercosur". Es curioso, ni unos ni otros escucharon al presidente Vázquez cuando en setiembre del año pasado proclamó su "panamericanismo" y dijo fuerte y claro que le parecería "muy bien" alcanzar un tratado de Libre Comercio con EEUU (en el día de hoy, el congresista estadounidense Mel Martínez aseguró que el Tratado ya está hecho, y que sólo falta su aprobación por ambos parlamentos). Es curioso lo que sucede con el presidente: cada uno ve en él el "Vázquez" que quiere ver. Pero bueno, fuere como fuere, el meollo del asunto es otro: la firma de éste y otros Tratados de Libre Comercio se presenta como la panacea para todos nuestros males, como si el incremento en el comercio entre nuestro país y el resto del mundo fuera a traducirse en un mayor desarrollo social y en una mejora de la calidad de vida de los uruguayos. Pues bien, ahí tenemos los ejemplos de México y Chile, dos países en los que -a pesar de que desde hace tiempo tienen tratados de libre comercio con EEUU- mientras muchos empresarios se han enriquecido, la pobreza y la miseria siguen campeando como antes. En México, por ejemplo, miles de personas siguen emigrando clandestinamente a EEUU, y las fábricas de capital estadounidense que se han instalado en el país al amparo del NAFTA (las llamadas "maquiladoras") pagan salarios de hambre y obligan a sus obreros a trabajar en un régimen lindante con la esclavitud, sin derecho a protestar. Si Uruguay finalmente firma su TLC con EEUU, seguramente vendrán tiempos de bonanza para los frigoríficos y las arroceras. Pero de ahí a que esa riqueza se redistribuya en la sociedad, y nuestro país se desarrolle en otro sentido que no sea el tradicional de "productor de alimentos en bruto", hay un largo camino. ÚLTIMO MOMENTO Al cierre de esta edición, y mientras el presidente Tabaré Vázquez continúa de vacaciones, un quisquilloso y molesto canciller Gargano brindó una conferencia de prensa intentando explicar cual es la postura del gobierno con referencia a este tema. Relativizó las contradicciones internas, y aseguró que -por el momento- la firma de un TLC con EEUU sólo es posible si se realiza a través del Mercosur. "Estamos abiertos a tener negociaciones con todo el mundo", aseguró, al tiempo que negó que existiera algún tipo de "enojo" por parte de los gobiernos de Argentina y Brasil. Gargano también acusó a "la prensa" de tergiversar y sacar de contexto las declaraciones de ambas cancillerías y de inventar un conflicto inexistente en el seno del gobierno. No convenció. De todas maneras, los analistas políticos no descartan que -al fin de cuentas- todo esto se trate de una movida del gobierno progresista para sacudir al Mercosur, un organismo que todos reconocen no está funcionando como se esperaba.
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