Expectativas por victoria de Evo Morales
9º Aniversario de la firma de la Paz Firme y Duradera
29/12/2005
- Opinión
Verdadera expectativa, admiración y renovada esperanza de diversos sectores sociales y Comunidades Mayas ha causado la victoria de nuestro hermano indígena Evo Morales el pasado 20 de diciembre en Bolivia.
Para la población guatemalteca, el año 2005 finaliza con dos hechos muy importantes: por un lado, la victoria contundente de Evo Morales en Bolivia, hecho que está generando mucha expectativa y necesidad de información en las distintas organizaciones populares, sindicales, campesinas y en las Comunidades indígenas del país mayoritariamente mayas, por una coincidencia natural con nuestra realidad guatemalteca tanto en el Ecuador como en Bolivia la población mayoritaria es indígena. Por el otro lado, el 29 de diciembre se cumplen 9 años de la firma de la Paz Firme y Duradera en Guatemala, con un balance claramente negativo, en el que la frustración es mucho mayor que la expectativa que dichos Acuerdos generaron en la población en los últimos años del conflicto armado interno.
La población guatemalteca, mayoritariamente Maya, ha sido motivo de seguimiento durante los últimos años tres grandes experiencias políticas de Pueblos Indígenas en la América del Sur: la experiencia política del Movimiento Pachakutik del Ecuador, las medidas del Gobierno Bolivariano de Venezuela en materia de derechos de Pueblos Indígenas, y recientemente, la victoria de Evo Morales, presidente de Bolivia.
Con la victoria de nuestro hermano Evo Morales, uno de los temas de más interés que está despertando en diversos sectores de la sociedad guatemalteca es el anuncio de la decisión del gobierno del Presidente Evo Morales sobre que la riqueza de gas, petróleo y otros recursos naturales va a ser utilizada en función de promover el bienestar de los sectores empobrecidos, los campesinos y los indígenas, es decir, poner los recursos y la economía del país para el bienestar y el desarrollo del propio país. Claramente en oposición y con una alternativa concreta frente a los Tratados de Libre Comercio que han estado imponiendo las transnacionales estadounidenses. Se trata de cambiar la forma de la economía impuesta hace 20 años.
En el caso de numerosas Comunidades Mayas, ha despertado especial interés la participación indígena en los distintos niveles del estado boliviano, las políticas públicas y la legislación claramente con pertinencia cultural o carácter indígena. Hay expectativa y mucho interés de seguir este proceso político. Se va poner a prueba, y seguramente con mucho éxito, la capacidad de nuestros hermanos y hermanas Bolivianas en la conducción y transformación del estado boliviano.
En este sentido, el gobierno de Evo Morales, significa la escuela a seguir de cerca, para aprender, por ello, está llamado a ser un gobierno de ejemplo para los Pueblos Indígenas y para los sectores populares, democráticos y progresistas de nuestra América.
Mientras, en el caso de Guatemala, pensar y hablar de la victoria de Evo Morales nos lleva a referirnos a la cada vez más deteriorada situación socioeconómica de miseria, pobreza y extrema pobreza que vive la gran mayoría de población guatemalteca, a la situación de inseguridad generalizada que vive el país, la cual ni policía nacional civil ni ejército han sido capaces de enfrentar, ni los gobiernos de turno han abordado seriamente, para mencionar sólo dos de los grandes problemas que vive el país. Una situación cada vez más crítica que no se le ve todavía camino de solución real.
En este contexto nacional, la celebración del 9º Aniversario de la firma de la Paz Firme y Duradera, este 29 de diciembre, además de la frustración en el balance del proceso de paz hay un claro señalamiento a la falta de voluntad política para cimentar sólidamente la paz y la democracia por parte de los últimos tres gobiernos. El Gobierno que firmó los Acuerdos de Paz, por encima de estos privatizó GUATEL, la Empresa Eléctrica y otros servicios públicos y bienes del Estado. El segundo se dedicó a saquear, con descarada corrupción, las arcas del estado y reempoderar facciones del ejército y sus estructuras paramilitares como las PAC. El tercero, se ha dedicado a poner en oferta ante las empresas transnacionales las minas de oro, plata, el petróleo, los bosques, las montañas, los ríos, los lugares sagrados mayas de Guatemala, y sus megaproyectos.
Aún más, el actual gobierno no ha sido capaz de ejecutar el Programa Nacional de Resarcimiento de las víctimas de la violación de derechos humanos que el Estado cometió durante el conflicto armado interno. Durante el año 2,005 de los Q300 millones para el PNR sólo desembolsó Q30 millones y durante el 2,005 de los Q300 millones previstos sólo Q40 millones.
Estos tres gobiernos de Guatemala y los grupos o facciones de poder económico, político y militar que han estado atrás de ellos, al haber abandonado el cumplimiento de los Acuerdos de Paz le robaron a Guatemala la oportunidad de iniciar su reconstrucción como nación pluricultural, multiétnico y multilingüe, sin exclusión y racismo hacia los Pueblos Indígenas, sin miseria, hambruna y desnutrición crónica infantil, con democracia y justicia social.
Afortunadamente, los distintos sectores sociales, sindicales, populares, democráticos, progresistas y los Pueblos Indígenas de Guatemala demandan a diario soluciones a los grandes problemas que viven los sectores más vulnerables del país y que el Estado retome el camino de los Acuerdos de Paz. Con la victoria del Presidente Evo Morales uno de los temas centrales del debate actual es el camino a seguir. Para algunos ha sido participando en cada uno de los tres últimos gobiernos de turno. Para otros es buscando alternativas ya dentro de las coaliciones políticas y partidarias que se están configurando para las próximas elecciones generales del 2,007. Muchos otros están afincando la esperanza en el trabajo de base en distintas regiones del país para participar en la construcción de una alternativa sólida, amplia y plural.
En cualquiera de las fórmulas electorales o alternativas políticas a concretar en los próximos años en Guatemala, las mismas serán inviables si no toman en cuenta, por un lado, la participación de los Pueblos Indígenas en el diseño, la toma de decisiones y en la ejecución del proyecto, programa o plataforma a proponerle al país, y por el otro, toda propuesta tiene que asumir un contenido y una proyección con trasformaciones revolucionarias en lo económico y político. También la victoria del Presidente Evo Morales nos enseña que no son posibles victorias políticas si no se cuenta con una amplia y fortalecida organización y movilización social en el campo y en la ciudad, con capacidad de consenso, propuesta y negociación.
La victoria del Presidente Evo Morales en Bolivia abona a profundizar en la discusión y práctica política y viene a renovar la esperanza, del nuevo amanecer en palabras de nuestro Pop Wuj, que trajeron los Acuerdos de Paz.
- Pablo Ceto, Maya Ixil, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca - URNG –
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