Cumbres paralelas

01/02/2013
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Sociedad civil hace sentir su presencia en reunión de gobernantes de la región y de la Unión Europea.

 
“Instamos a los gobiernos latinoamericanos y del Caribe a transitar hacia un modelo económico y social post extractivista, basado en el pleno reconocimiento de todos los derechos colectivos, laborales, de las mujeres, de los pueblos originarios y comunidades y de la madre tierra. En el centro de este modelo debe encontrarse la búsqueda y garantía de la plena soberanía alimentaria”.
 
Así señalan en una declaración emitida el 27 de enero las más de 400 organizaciones y movimientos de la sociedad civil de América latina y Europa que participaron en la Cumbre de los Pueblos de América Latina, el Caribe y Europa, como alternativa y contrapeso a la cumbre de gobernantes latinoamericanos y caribeños con sus contrapartes europeas, realizada en Santiago de Chile entre el 26 y 28 de enero.
 
Delegados y jefes de gobierno de las 27 naciones de la Unión Europea (UE) y de los 33 países que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), se dieron cita en la I Cumbre CELAC-UE.
 
Si bien ha sido la sétima cumbre de jefes de gobierno de América Latina y el Caribe (ALC) y la UE, es la primera en que la región se presenta en un solo bloque como CELAC. En las anteriores citas (1999, 2002, 2004, 2006, 2008 y 2010) la UE se presentaba como una instancia compacta, mientras que la articulación entre los países de ALC era casi nula. La CELAC fue creada en febrero del 2010 en Cancún, México, durante la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe.
 
“Rechazamos el modelo actual de las relaciones entre UE y CELAC que responde sólo a los intereses de las grandes corporaciones y que pretende profundizar el ya fracasado esquema de libre comercio”, señalaron en su declaración las organizaciones y movimientos de la sociedad civil que participaron en la Cumbre de los Pueblos.
 
Los debates en este encuentro paralelo —que tuvo como lema “Por la justicia social, solidaridad internacional y la soberanía de los pueblos”— se centraron en cuatro ejes: Democracia, participación y soberanía de los pueblos frente al poder de las corporaciones; Derechos humanos y laborales frente a la privatización de los bienes comunes; Buen Vivir y derechos de la Madre Tierra, contra la mercantilización de la naturaleza y de la vida; e Integración y solidaridad de los pueblos en contra de la injusticia social.
 
En su declaración final, la Cumbre de los Pueblos enfatizó que “las relaciones existentes entre la UE y ALC que priorizan los privilegios y ganancias de los inversionistas frente a los derechos de los pueblos a través de acuerdos comerciales y acuerdos bilaterales de inversiones, profundizan este modelo que perjudica a los pueblos de ambas regiones”.
 
Coincidencias ideológicas y comerciales
 
La Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (LATINDADD) llamó la atención sobre la Alianza del Pacífico (AdP) — nacida oficialmente en junio del 2012 y en la que participan Chile, Colombia, México y Perú— que armoniza los tratados de libre comercio con EEUU en la región y que pronto se expandirá a América Central y República Dominicana. De hecho, los cuatro mandatarios de la AdP sostuvieron una reunión paralela durante la cumbre CELAC-UE en la que anunciaron que la integración comercial está en camino de ser una realidad, ya que antes del 31 de marzo próximo, el 90% de los productos de los países participantes se encontrarán libres de aranceles.
 
Las versiones oficiales sobre la AdP insisten que se trata únicamente de un bloque comercial, dirigido a incentivar la integración económica, promocionar las exportaciones, facilitar el movimiento empresarial y aumentar el comercio electrónico, y que no busca competir con otras iniciativas de integración regionales y subregionales, como la propia CELAC, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad Andina (CAN).
 
No obstante, es evidente que existe una sintonía ideológica entre los países de la AdP, que privilegian el libre comercio. A decir del analista Guillermo Andrés Alpízar, a través de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), la AdP “inaugura una época, donde se pasa de un modelo de integración subregional, basado en la comunidad territorial (Sistema de la Integración Centroamericana, Comunidad del Caribe, CAN, etc.) a una integración sustentada por las afinidades ideológicas. En la actual coyuntura, al menos para lo político, la AdP es percibida como la antítesis del ALBA [Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, impulsada por Venezuela], y en el ámbito económico, del MERCOSUR [Mercado Común del Sur]”.
 
Esto último es justamente lo que la Cumbre de los Pueblos ha querido llamar la atención.
 
“Somos testigos de cómo los bienes naturales, los derechos y las personas han sido mercantilizadas en las naciones y pueblos de América Latina, el Caribe y Europa, producto de la lógica capitalista (…) que permite su instalación y profundización a través de aparatos cívicos, políticos y militares”, dice la declaración.
 
Cuba asume presidencia pro témpore de CELAC
 
Al término de la reunión con la UE, se llevó a cabo la I Cumbre de la CELAC en la que los mandatarios definieron las líneas de acción para el 2013, a la vez que Chile entregó a Cuba la presidencia pro témpore del bloque.
 
El documento final de la cumbre de la CELAC destacó que “la puesta en funcionamiento de la CELAC constituye un hito en la historia de América Latina y el Caribe al agrupar en forma permanente a los 33 países de la región en un mecanismo de diálogo y concertación, que se va conformando como un foro y actor político, para avanzar en el proceso de integración política, económica, social y cultural, logrando el necesario equilibrio entre la unidad y la diversidad”.
 
“Reafirmamos nuestra convicción de que decisiones consensuales logradas en el marco del multilateralismo constituyen el fundamento de un orden internacional eficaz, que pueda contribuir a la paz y la seguridad mundial. Rechazamos, por lo tanto, medidas unilaterales con efectos extraterritoriales que sean contrarias al derecho internacional y que puedan amenazar el multilateralismo”, dice la declaración.
 
Igualmente el documento saluda, dentro del espíritu de fortalecimiento de los mecanismos regionales y subregionales de integración, “los desarrollos positivos registrados en ALADI [Asociación Latinoamericana de Integración], ALBA, Alianza del Pacífico, MERCOSUR y SIECA [Secretaría de Integración Económica Centroamericana], así como la incorporación de varios Estados miembros de la CELAC a estas instancias subregionales, con lo que se avanza en el cumplimiento de los valores, propósitos y principios de nuestra comunidad”.
 
La próxima cita de CELAC-UE tendrá lugar en el 2015 en Bélgica. La II Cumbre de la CELAC se llevará a cabo en el 2014 en Cuba, donde Ecuador asumirá la presidencia pro témpore.

 

 
https://www.alainet.org/en/node/164351
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