La “guerra secreta” y las “operaciones especiales” de Obama

23/06/2010
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No podemos creer que Barack Obama esté intensificando la “Guerra Secreta” y las “Operaciones Especiales” a escala mundial, no obstante la gran crisis que atraviesa el país, por la angurria desesperada de los bancos americanos que, son los autores materiales para el descalabro económico. Indudablemente que los autores intelectuales están deambulando por la Casa Blanca, el Congreso Americano y las oficinas estratégicas de la Unión. El señor presidente está siguiendo la política exterior de su antecesor.
 
La noticia viene del Washington Post, -uno de los medios de comunicación más importantes de Estados Unidos- atraves de una investigación que ha venido siguiendo desde que el presidente Obama ha asumido el poder del país del norte, recalcando que la guerra secreta contra Al-Qaeda y otras organizaciones radicales están tomando un rumbo más agresivo para penetrar en la política de 78 países, no obstante hace unos catorce meses atrás estaban en 62 naciones.
 
El número estimado por el Washington Post anota que más de 14.000 fuerzas especiales se encuentran incrustadas y encargadas de actuar dentro de los campos militar, civil y expertos en operaciones de inteligencia, guerra psicológica, asesinato selectivo, misiones de entrenamiento, acciones clandestinas. Lo increíble es que solo en Irak y Afganistán se encuentran trabajando en el anonimato mas de nueve mil comandos y los demás están diseminados en el resto del mundo.
 
Jeremy Scahill, investigador americano pudo ver que la administración del presidente Obama, ha mandado equipos élites de personal altamente especializados que trabajan a órdenes del Comando de Operaciones Especiales Conjuntas en Irán, Georgia, Ucrania, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Yemen, Pakistán, Filipinas, y otros países de menor importancia. Se supone que desde 2006 estos equipos operan en Venezuela, Colombia y México.
 
Este personal secreto tiene la obligación de preparar ataques preventivos o anticipados en los países donde operan, si las circunstancias así lo ameritan; es decir, Washington solo tiene que dar paso para detener o activar algún plan preparado por el Pentágono o el Departamento de Estado de la Unión, contra el estatus político del país cuyo gobierno no satisface sus normas.
 
Fuentes que merecen fe, anotan que Obama está permitiendo estrategias, acciones y operaciones autorizadas en el pasado por el presidente George W. Bush. Algún funcionario de alto grado del Pentágono asegura que Obama ha autorizado mayor energía en las operaciones de esos equipos de élite para las operaciones secretas o reservadas. Uno de los beneficios que aportan esos equipos es que actúan en el anonimato; son responsables de los informes que proporcionan, pero también, en caso de ser descubiertos, dejan de estar bajo la tutela del imperio a fin de evitar la critica de sus opositores políticos, la protesta o reacción de los países damnificados.
 
Es verdaderamente increíble –anota Washington Post- que el presidente Obama haya demandado al Congreso un incremento en el presupuesto del 6% para el trabajo de las Operaciones Especiales, que significa 6.5 mil millones de dólares, acotando además, 3.3 mil millones adicionales para operaciones clandestinas de contingencia. En cifras generales el departamento de Defensa se anota con 900 mil millones de dólares para la gestión del 2011 y solo se consigna 78 mil millones para la comunidad de inteligencia de la cual estamos comentando. Parece una fantasía la suma anotada para esas operaciones secretas de dineros que salen del pueblo americano, pero que ese pueblo ignora totalmente.
 
Las operaciones especiales son dirigidas por la Fuerza de tarea 714, bajo la conducción del Gral. McCrystal, actualmente comandante de la guerra en Afganistán. Bajo el mando de Obama esta fuerza ha crecido en su presupuesto en un 45%. “Ahora podemos hacer mucho mas” detallaba una fuente de las fuerzas especiales. “Ya no tenemos que trabajar desde las embajadas, ni tenemos que coordinar con el departamento de Estado. Podemos operar desde donde queremos” afirmaba. 
 
Estados Unidos ha clasificado a Venezuela como un “estado terrorista” pero como los negocios son importantes para ambos países: -Venezuela vende petróleo a EE.UU.- solo está en observación; es decir, primero están los negocios y en segundo plano la política, pero sin descuidar la oportunidad para destronar a Hugo Chávez cuando el momento sea propicio. El régimen de Hugo Chávez de Venezuela está en la mira del imperio: Washington ha intensificado sus agresiones y operaciones de desestabilización, buscando promover un “cambio de régimen” en el país que tiene las reservas más grandes del petróleo en el mundo.
 
Venezuela conjuntamente con Cuba, Irán, Sudan y Siria son los países en los cuales la mirada del águila americana tiene fija para su destrucción y/o posible ocupación. Hoy en día nada es imposible para el imperio. No debemos descuidar que Estados Unidos se está jugando el futuro del mundo y, de ello depende su vida y accionar del amanecer incierto.”Adelante” seria el lema de EE.UU. siempre adelante sin meta ni destino.
 
“A menudo el odio se disfraza con una careta sonriente y la lengua se expresa en tono amistoso, mientras el corazón está lleno de hiel”.
https://www.alainet.org/en/node/142349
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