Peces contaminados con dioxinas y furanos en el río Uruguay
26/10/2009
- Opinión
Forestal web, página de información forestal del Uruguay, publicó el día 25 de setiembre una noticia donde se da a conocer que investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela trabajan en un proyecto con el objetivo de obtener compuestos no contaminantes para blanquear celulosa que serían de utilidad en las industrias papelera, textil, láctea o de detergentes.
El doctor Marcelino Maneiro, quien dirige la investigación, explica que el proceso del blanqueo de la pasta de madera, consiste en la eliminación selectiva de la lignina, una substancia vegetal, y otras estructuras coloreadas que pueda contener.
Agrega que tradicionalmente, la lignina residual de la pasta de celulosa tipo Kraft, era degradada por agentes químicos que contenían cloro, pero aunque este elemento y el dióxido de cloro son "efectivos y selectivos" en este proceso, también dan lugar durante el proceso del blanqueo a una serie de compuestos clorados tóxicos.
Además, algunos de los procesos que se utilizan para producir cloro para emplearlo como oxidante en la industria papelera son también "altamente contaminantes".
Por ello, según Maneiro, "es necesario superar las tecnologías basadas en oxidantes clorados para minimizar los riesgos medioambientales, con la estimulación del desarrollo de procesos de blanqueo con oxidantes no corrosivos". Propone procesos de blanqueo con compuestos no contaminantes junto con oxidantes económicos libres de cloro. "Los efectos inmediatos en la mejora del medioambiente se mostrarían evidentes, dando lugar a una disminución de los contaminantes liberados y a una mejor calidad de las aguas residuales" también válidos desde el punto de vista medioambiental.
Cabe señalar que la planta de Botnia ubicada en Fray Bentos produce celulosa tipo Kraft y realiza el blanqueo de la misma con dióxido de cloro, producido en el mismo predio en el que está ubicada la planta. Ello implica la emisión de “compuestos clorados tóxicos”, altamente contaminantes.
Audiencias en La Haya
A principios de este mes se llevó a cabo en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya la última audiencia sobre el diferendo entre Argentina y Uruguay. Estas audiencias tuvieron el objetivo de dilucidar la posible contaminación de la fábrica de celulosa de Botnia, empresa que se encuentra a las orillas del río Uruguay, compartido por ambos países.
Argentina presentó como prueba el haber hallado en el río peces contaminados con dioxinas y furanos. El abogado que representa a Uruguay, Paul S. Reichler, miembro del colegio de abogados del Tribunal Supremo de Estados Unidos, sostuvo ante el Tribunal de La Haya que: "Argentina no ha suministrado ninguna prueba de que Botnia haya causado un aumento de dioxinas ni furanos", alegando que los peces hallados con estas sustancias en su organismo "son migratorios", por lo pueden haberse contaminado en otro lugar, “como en el río de la Plata".
Informe de la Dirección Nacional de Medio Ambiente
De acuerdo al informe presentado el 10 de agosto por la DINAMA, tercero desde que empezó a funcionar la planta de Botnia en noviembre de 2007, “El desempeño ambiental de la planta de Botnia continúa cumpliendo con la normativa, autorización y criterios de los Mejores Técnicas Disponibles (BAT)”.
En relación a las emisiones de dioxinas y furanos, el informe señala que en ninguno de los tres muestreos realizados se registraron valores por encima de sus respectivos límites de detección. Sin embargo en la presentación no se informó acerca de mediciones de las mismas.
Peces contaminados en el Río Uruguay
De lo anterior surge un panorama muy preocupante. Por un lado, Argentina presenta pruebas de haber hallado peces con dioxinas y furanos y Uruguay acepta la evidencia como cierta. Si bien una parte culpa a Botnia y la otra sostiene que pueden haberse contaminado en otro lugar, “como en el río de la Plata", lo cierto es que ambas partes reconocen la existencia de peces contaminados con estas sustancias, altamente tóxicas para el ser humano.
Por su parte, la DINAMA se limita a decir que no se registraron valores por encima de sus respectivos límites de detección, pero sin informar si se han realizado o no mediciones en organismos como peces u otros seres que viven en el río.
Que los peces contaminados sean migratorios, no es la esencia; lo que importa es que están en las aguas del río Uruguay. La pesca en el río Uruguay es desarrollada en las dos orillas y ambas comunidades, ya sean argentinas o uruguayas, están consumiendo pescado envenenado. Sea cual sea su origen, resulta por tanto urgente hallar la fuente de dicha contaminación –en Botnia o en lugar que sea- para hallar una solución a un problema que puede afectar gravemente la salud de mucha gente.
Menos La Haya y que haya más sentido común
A casi dos años de funcionamiento de Botnia, y como resultado del conflicto binacional y la gran politización del tema, las personas de ambos países seguimos sin saber a ciencia cierta el nivel de contaminación del río resultante de la actividad de esa empresa.
Sin embargo, tal como lo afirman los investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela, se sabe que las plantas de celulosa que utilizan dióxido de cloro en el proceso de blanqueo emiten compuestos clorados tóxicos, que también son emitidos en la producción de dióxido de cloro. Cabe agregar que las dioxinas y furanos se encuentran entre los compuestos clorados más tóxicos que existen y que se los vincula en particular a la industria de la celulosa.
Por lo tanto, el sentido común debería llevarnos a pensar que es más que posible que tanto la fábrica de celulosa y como la de dióxido de cloro instaladas en Fray Bentos hayan emitido cierta cantidad de dioxinas y furanos durante sus casi dos años de funcionamiento y que esa haya sido la fuente de contaminación de los peces.
En ese contexto, Uruguay podría beneficiarse del proyecto de los científicos españoles con el objetivo de impulsar procesos no contaminantes para blanquear celulosa y de esta manera asegurarse que la contaminación no solo esté por debajo de lo permitido, sino que en algunos casos pueda ser casi nula, como podría ser el caso de las dioxinas y furanos.
- María Isabel Cárcamo, RAPAL Uruguay
Octubre 2009
https://www.alainet.org/en/node/137290
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