“El acervo energético que posee nuestro país posibilita el logro de una estrategia de desarrollo nacional que combine el uso soberano del recurso natural con la integración energética regional y mundial, conviertiendo a nuestro país, en el mediano plazo, en una potencia energética con influencia mundial”

Proyecto Nacional Simón Bolívar

Leemos dos hechos contradictorios en declaraciones de la misma procedencia. Hace pocos meses lloraban por los altos precios del petróleo. Ahora lucen atemorizados por sus bajas cotizaciones en el mercado mundial.

A mitad de la crisis financiera, aseguraban que sus inversionistas abandonaban el petróleo en busca de carteras más seguras. Al día siguiente señalaron lo contrario. Bajó entonces cinco dólares, pero volvió a subir porque no hay sustitutos para la gasolina, los plásticos, los químicos y los insumos agrícolas.

En la campaña presidencial de allá,  surge el costo del crudo. Y mientras Bush quiere perforar en todas partes e invadir países con reservas energéticas, Mc Cain ofrece 300 millones de dólares a quien construya una batería eficiente para un vehículo eléctrico y Obama impulsa la siembra de maíz para movilizarlo con etanol.

Junto a este desconocimiento tecnológico, económico y político de la realidad energética, y mientras estatizan Bancos con inyecciones supermillonarias, en Venezuela no nos da la pulmonía que aseguran sus títeres nos debería azotar porque allá estornudaron.

Por supuesto que los riesgos de mercado existen, especialmente en un área tan difícil de anticipar como el mercadeo de hidrocarburos y refinados, pero PDVSA ha demostrado estar lo suficientemente preparada para ajustarse a las contingencias e incluso sacar buen provecho de ellas.

En el sitio donde nos dijeron que no había petróleo, sino una piedra inservible que mejor la vendíamos pronto antes que perdiera todo su valor, PDVSA encontró tanto crudo que ahora somos la segunda reserva en el planeta.

La casa matriz de nuestra industria petrolera, para el primer semestre de este año, señala utilidades netas superiores a 9,5 millones de dólares, casi 10 veces la cifra del mismo período para el 2007. Lo que más asombra es que la producción sólo subió 4%.

Orientación estratégica

En el desempeño de sus atribuciones, PDVSA cumple fielmente los lineamientos básicos definidos como su orientación estratégica: valorizar nuestro recurso de hidrocarburos en beneficio de la Nación, contribuir al posicionamiento geopolítico del país en el ámbito internacional y ser un instrumento para el desarrollo endógeno del país.

Como ejemplos podemos citar la presencia activa venezolana en la OPEP, el reconocimiento de Venezuela como factor influyente en el panorama mundial y la contribución de PDVSA hacia una verdadera independencia económica.

Gas natural

Somos el octavo país en reservas gasíferas del mundo y aumentaremos nuestra producción, para pasar del octavo al cuarto lugar, en base a acuerdos con trasnacionales en exploración, licuefacción y transporte de gas natural.

Empresas mixtas con socios italianos, malasios, rusos, japoneses, qatarís y norteamericanos, más una inversión de 19.900 millones de dólares, nos elevarán de los actuales 6.300 a 11.300 millones de piés cúbicos diarios para el año 2012.

Siembra petrolera

El natural financista del presente y el futuro venezolano es nuestro caudal energético. Nuestro sustento y desarrollo van unidos al Plan Siembra Petrolera.

Sus objetivos señalan: mantener la continuidad operacional, satisfacer el mercado interno e incrementar el parque refinador.

Debe igualmente desarrollar el eje Orinoco-Apure e incrementar la capacidad de producción hasta 4,9 millones de barriles diarios para el año 2013 y 6,5 millones para el 2021.

Nos atrevemos a sugerir el incremento de nuestra capacidad de transporte marítimo propio. Es muy importante disminuir la actual dependencia de tanqueros extranjeros.