El ritmo de las Farc

15/04/2009
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

En menos de una semana las Farc escribieron tres cartas y anunciaron la liberación de uno de los suboficiales del Ejército secuestrado desde hace más de diez años.
 
Todo parece indicar que hay un nuevo ritmo en las lógicas de este grupo guerrillero que pareciera sintonizarse a tiempo con los nuevos escenarios políticos nacionales e internacionales.
 
La carta a la Cumbre de las Américas que reúne a 34 mandatarios del continente este fin de semana en Trinidad y Tobago y las comunicaciones enviadas a los pueblos indígenas de los departamentos de Nariño y Cauca, indican estos cambios en las dinámicas de una guerrilla que, como las Farc, se caracterizaron siempre por reaccionar con mucha lentitud o por guardar prolongados silencios.

La carta a la Cumbre llama a los gobiernos de la región a "contribuir en la búsqueda de caminos civilizados de superación del conflicto colombiano y en lo inmediato, a la concreción de un acuerdo humanitario que posibilite un intercambio de prisioneros de guerra y trabaje por proteger a la población civil de los efectos de la confrontación militar".

La carta a los pueblos indígenas intenta justificar lo injustificable, la muerte de civiles en medio de la confrontación armada, lamenta los hechos, anuncia una comisión de investigación y promete que no volverán a ocurrir.

En el anuncio de la liberación del Cabo del Ejército Pablo Emilio Mocayo, las Farc responden a la insistencia de su padre, el "caminante por la paz", del grupo de colombianos y colombianas por la paz y de los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Rafael Correa del Ecuador el e insisten en el intercambio humanitario.

Como era de esperarse, las Farc rechazaron la tregua unilateral sugerida por el presidente Uribe, pero dejaron abierta la posibilidad de acuerdos basados en la bilateralidad, que consideran "indispensable como regla de oro y cimiento de confianza que construye bases sólidas para avanzar".

No hay que hacerse muchas ilusiones, pero tampoco se puede negar que hay cambios en la forma y el contenido de los mensajes tanto de la guerrilla como del gobierno, que podrían significar una ventana de oportunidad para superar el embrujo de la guerra a partir de soluciones distintas a las militares.

Los gobiernos que participan en la Cumbre de las Américas tiene la posibiliad de ofrecer sus buenos oficios para acercar a las partes, para facilitar eventuales diálogos por acuerdos humanitarios o por soluciones políticas y negociadas al conflicto armado y, aún, para ofrecer sus territorios como escenario de las posibles conversaciones.

Los mandatarios saben que no es posible avanzar en la "prosperidad humana", la integración y la democracia en la región, mientras persista el prolongado conflicto armado y la grave crisis humanitaria y de derechos humanos en el corazón del continente americano.

Editorial de CODHES
Trinidad y Tobago

https://www.alainet.org/de/node/133288
America Latina en Movimiento - RSS abonnieren