Le llegó la hora a la Unión Europea: democratización o disolución
27/05/2014
- Opinión
Si el parlamento europeo electo el 25 de mayo de 2014 no elige al presidente de la Comisión Europea, o sea, si la Unión Europea no se democratiza, la disolución del bloque será sólo una cuestión de tiempo. Poco tiempo.
La Unión Europea, a pesar de que se compone de países con regímenes democráticos, no tiene un régimen democrático. Hasta el momento, el cargo más influyente de la entidad, el de presidente de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la Unión Europea), siempre fue prácticamente indicado por el Consejo Europeo utilizando un sistema que, al posibilitar que minorías relativamente pequeñas bloqueen la indicación, acaba quedando muy lejos del principio democrático de decisiones tomadas por mayoría. Esto hace que la Unión Europea, como todos los regímenes no democráticos, acabe siendo estructuralmente conservadora. Esta situación puede cambiar a partir de la elección para el parlamento europeo que ocurrió el 25 de mayo de 2014. Veamos cómo.
Por primera vez en la historia, es posible que el parlamento europeo elija al presidente de la Comisión Europea. Como el parlamento europeo se elige de forma proporcional a la población de la Unión Europea, y como él elegiría al presidente de la Comisión Europea a través de uno de los principios fundamentales de la democracia, que es el de la mayoría de sus miembros, si esta vez eso ocurre se podrá considerar que la Unión Europea conquistó la democracia. En las elecciones que ocurrieron el 25 de mayo, se confirmó que hay dos candidatos con posibilidades de ser elegidos: Jean-Claude Juncker, del Grupo del Partido Popular Europeo (EPP), que es el gran favorito, y Martin Schulz, de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), que hipotéticamente podría construir una mayoría.
De los 751 asientos, el EPP consiguió 213 asientos, el S&D 190, el ALDE (liberal demócratas) 64, el Verdes/EFA (ecologistas) 53, el ECR (conservadores) 46, el GUE/NGL (extrema izquierda) 42, el EFD (ultraconservadores) 38, y 105 parlamentarios electos no forman parte, por lo menos hasta el momento, de ningún grupo del parlamento europeo. El hecho de que el EPP, más conservador, haya quedado adelante del S&D, por 213 a 190, hace que la probabilidad de que el parlamento elija al presidente de la Comisión Europea sea menor. Si el S&D hubiera quedado en primer lugar, sería prácticamente inevitable que el próximo presidente de la Comisión Europea fuera Martin Schulz.
En cambio, Juncker, a pesar de que defiende su elección para el cargo, es líder de un partido con menos tendencia que el S&D a defender que el parlamento elija al presidente de la Comisión Europea. De esta forma, hay posibilidades reales de que el parlamento europeo no elija al ocupante del cargo. Esto haría que la Unión Europea siga siendo una entidad no democrática y contribuiría para acentuar la velocidad en que ella se dirige rumbo al destino de las uniones políticas modernas basadas en principios no democráticos, que es su disolución a mediano plazo. La alternativa a la disolución es la democratización. Las próximas semanas dirán si la Unión Europea se mantendrá rumbo a su disolución o si cambiará la trayectoria poniendo rumbo a la democratización.
27/05/2014
Nicolás Chernavsky, del culturapolitica.info
https://www.alainet.org/pt/node/85874?language=es
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