Por los derechos de las personas migrantes, refugiadas y desplazadas
La hospitalidad no discrimina, ¿y tú?
20/03/2014
- Opinión
Día internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial
21 de marzo de 2014
Hoy, 21 de marzo de 2014, la Campaña por la Hospitalidad se suma al llamado mundial a eliminar toda forma de discriminación y racismo en nuestras sociedades e invita a promover una cultura de la hospitalidad hacia las personas de diferentes culturas, las personas migrantes, refugiadas o desplazadas.
Hoy en día el racismo es formalmente condenado por las constituciones y leyes en todo el mundo, pero se mantiene en las prácticas y las creencias cotidianas. A menudo asume formas más sutiles, pero igualmente dañinas e injustas. Ha caído la “justificación genética” (no existen las razas, pertenecemos a una única raza humana), pero continúan los “argumentos culturalistas”: se desprecian a las personas o no se les reconocen los mismos derechos bajo el pretexto de que son de una cultura diferente e inferior.
En la actualidad las personas migrantes, refugiadas o desplazadas están entre las más discriminadas, sobre todo si se encuentran en situación irregular. Con frecuencia son objeto de actitudes, conductas y políticas que no respetan su dignidad. Se las trata como “ilegales”, “sin papeles”, “indocumentadas”, “clandestinas”: todas palabras que las definen en términos negativos por lo que no tienen y borran la humanidad de estas personas, hermanas y hermanos nuestros. También se motiva la animadversión en contra de ellas al presentarlas como antagonistas, “invasoras” que “nos roban el trabajo”, “ocupan nuestros hospitales”, a la vez que se olvida que el problema real es la injusta repartición de la riqueza y que con unas auténticas políticas de equidad e integración social habría recursos y sitio para todos y todas.
En muchos países, ser una persona extranjera indocumentada es justificación suficiente para establecer restricciones en el acceso a la salud, a la educación, a un trabajo digno y la deja expuesta a deportaciones arbitrarias, a volverse víctima de empleadores abusivos y hasta del crimen organizado. Ejemplo de esto es el caso de la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional de República Dominicana que institucionaliza la desnacionalización de decenas de miles de dominicanos y dominicanas que son hijos o nietas o biznietos de inmigrantes haitianos. Expresamos nuestra solidaridad a las personas afectadas por esta terrible sentencia y animamos a la comunidad internacional a oponerse a este hecho concreto de discriminación racial institucionalizada en la región.
La Campaña por la Hospitalidad condena todo tipo de discriminación y denuncia los discursos hostiles y/o xenófobos que manipulan la opinión pública. Como nos acaba de recordar el Papa Francisco en su exhortación Evangelii Gaudium: “el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad”.
Creemos que la tolerancia, la hospitalidad y el respeto son valores que no conocen fronteras y brindan paz y armonía a nuestras comunidades. La diversidad es una invitación a abrirnos sin miedos a los colores de la humanidad. Acojamos a todos y a todas y construyamos juntos sociedades más humanas y equitativas.
Un mensaje de:
Conferencia de Provinciales en América Latina - CPAL
AUSJAL,
CVX-CLC,
Federación Internacional Fe y Alegría, Federación
Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús, Flacsi
Red Jesuita con Migrantes
Servicio Jesuita a Refugiados, SJR - Latinoamérica y El Caribe
https://www.alainet.org/pt/node/84155?language=es
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