«La Embajada», Uruguay y Argentina : Política y Pasta para papel
06/10/2013
- Opinión
Hubo dos expresiones del presidente Mujica sobre las que conviene detenerse. Afirmó que “ …la Argentina tiene elecciones y es ahí donde se pierde racionalidad “. Antes, sin precisar, reconoció no tener ya espacio para seguir negociando.
Con la primera, aún no acordando con su literalidad, Mujica reveló su conciencia de que en Argentina estamos a menos de un mes de una delicada elección nacional. ¿Porqué este viejo zorro de la política uruguaya no « estiró » la negociación por 30 días al menos, cuando acá ya no haya elecciones al momento de tan grave decisión?
Todo indica que el agotamiento de los espacios de negociación en realidad se producían al interior del Uruguay, donde, cual aliento en la nuca, el conjunto de los partidos mayoritarios orientales, incluido el sector del Frente Amplio que lidera Tabaré Vásquez, agitan un nacionalismo anti argentino de opereta a la par que la pastera Botnia chantajea al Pepe Mujica con la suspensión de sus trabajadores. Habría que preguntarse quienes estaban interesados en que esta bomba estallara antes del 27 de Octubre y presionaron hasta liquidar el espacio político de quien el senador Filmus consideró, apenas un puñado de días atrás, el mandatario uruguayo más afín que podía tocarle al kirchnerismo. ¿Si estos son los « amigos » qué sucederá cuando Mujica, siendo lo más factible, sea reemplazado por Tabaré, más claramente inclinado hacia Washington?
No es sensato dejar de relacionar al proceso electoral en curso y su desemboque en la encrucijada del 2015, con los obstáculos en cascada alentados desde las brujas que no existen pero medran entre las paredes de « La Embajada ». Si logran clausurar el ciclo kirchnerista alcanzarían un escalón muy alto en pos de la estrategia que busca colocar entre las cuerdas la emergencia latinoamericana gestada con el eje Venezuela-Brasil-Argentina. En sintonía Massa, Macri y Clarín, como caballos de Troya de los intereses antinacionales, acusan al gobierno de Cristina como responsable del conflicto con Uruguay.
El presidente Mujica, embarrado entre la pasta de papel, gira alrededor de una empresa trasnacional, que poco y nada le va a agregar a los ya magros beneficios económicos que le deja a Uruguay. Es cierto que el antiguo MERCOSUR comercial diseñó asimetrías que es lento desenredar, pero así como los viejos lastres de nuestras democracias sólo se pueden resolver con más democracia, popular más aún que republicana, los problemas de la integración latinoamericana sólo se resolverán con más latinoamericanismo y acentuando nuestra autonomía de las multinacionales. Y siendo el único camino para eludir esa ciénaga de nuestros sueños que es la crisis internacional que emana de la decadencia de los países centrales.
El Correo. París, 6 de octubre de 2013.
https://www.alainet.org/pt/node/79904?language=es