Una debilidad costosa

01/06/2013
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Después de haber librado exitosas jornadas para sentar en una mesa de diálogo al gobierno de Colombia y a las guerrillas de las FARC, para lograr un cese del fuego y buscar las bases de una paz duradera, con el beneplácito de propios y extraños, que además, impulsarán las posibilidades de una reelección para el Presidente Juan Manuel Santos, he aquí que se produce un acto de debilidad que seguramente resultará muy costoso.
 
Nos referimos a la insensata e inoportuna apertura del Presidente colombiano para dialogar con el candidato perdedor y atrabiliario contendiente, vinculado a convocatorias de violencia para alterar el orden constituido en la República Bolivariana de Venezuela, Henrique Capriles, que ahora utiliza territorios externos y armas perversas para provocar conflictividad en contra del gobierno legítimo de Nicolás Maduro, que había sido reconocido por Santos.
 
Como muy bien lo señaló el Canciller venezolano, desconocer todo lo que hizo el Presidente Chávez como influyente mentalizador ante las FARC  y ejecutor del proceso para convencerlas a que las fuerzas beligerantes de la lucha armada, se sienten a dialogar en el más apropiado sitio para lograr un éxito, la hermana República de Cuba, es verdaderamente una ingrata debilidad del Presidente Santos, seguramente pensando que se trataba de una demostración democrática.
 
No se puede aparentar un gesto democrático con un fanático anarquista, destructor de la democracia, como Capriles, socio de Uribe.
 
Ojalá que esa debilidad de conducta, que lesiona a sus mayores partidarios y facilitadores del proceso de diálogo, no haya sido provocada por la presencia de Joseph Biden. Vicepresidente de  Obama y de Hillary Clinton, que acaban de visitar Colombia.
 
Los diálogos de paz que se celebran en La Habana son una muestra elocuente del espíritu de integración latinoamericana y sería muy grave y triste que sufran un tropiezo por esa debilidad del Presidente Santos.
 
Los latinoamericanos, y más los vecinos de Colombia, nos hemos sentido muy optimistas y solidarios con la iniciativa que llevó a cabo el Presidente de Colombia con la ayuda elocuente de Venezuela, Cuba, Chile España y Noruega, facilitadores del proceso de diálogo por la paz.
 
Aspiremos a que sea posible remendar este dislate provocado por  Capriles, sujeto descalificado, que desconoce el inmenso valor de saber perder una elección.
 
Y aspiremos a que el Presidente, con la inteligencia y sensibilidad que ha demostrado para llevar adelante este proceso de paz, permita recuperar la esperanza a los pueblos de Colombia y América Latina.
 
- Alfredo Vera, escritor, periodista ecuatoriano, ex ministro de Educación
 
 
https://www.alainet.org/pt/node/76445

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