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Tache a la maestra

03/03/2013
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No fue El Chapo, sino La Maestra.

 
Ya se habían tardado. Se esperaba desde los tiempos del panismo. Pero no. Les dio votos. Ahora, después del fiasco de la supuesta detención de El Chapo, se llevó a cabo la detención de la Maestra, de Elba Esther Gordillo, líder vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el gremio más grande de América Latina.
 
La detuvieron, el 26 de febrero, acusándola, primero, de malversar los fondos sindicales —de todos los maestros— por dos mil 600 millones de pesos; después, de delincuencia organizada y lavado de dinero, y por último, de evasión fiscal. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda ya hizo su papel. Ahora, le corresponde a la Procuraduría General de la República (PGR) probar tales delitos.
 
Lo que más ha indignado es el lujo con el que se rodeó. Nada que ver con el salario de un maestro. La anécdota la cuenta Luis Hernández Navarro en Cero en conducta (La Jornada. México. 2011), en la que da cuenta de la insurgencia magisterial. A escasos seis meses de encontrarse al frente del SNTE, hubo una reunión en Washington con maestros estadunidenses. Sentada en la misma mesa, la esposa del dirigente magisterial de Estados Unidos, también maestra, le comentaría a él que, con todo su salario anual, no podría vestirse ni adquirir los zapatos y el bolso de la maestra mexicana.
 
Una frase pinta de cuerpo entero a Elba Esther Gordillo: “Me gustan las caras, ¿dónde está el delito en eso? Lo sudo, no me lo robo”.
 
Un Elbazo con tintes políticos, que recuerda al Quinazo, en 1989, por Joaquín Hernández Galicia, la Quina, el líder petrolero, que se atrevió a desafiar a Carlos Salinas: “Si cae Pemex, cae el Presidente”, dando a entender que el destino de la paraestatal determinaba el del Ejecutivo.
 
Eran otros tiempos. Apenas se delineaba el modelo económico neoliberal. Un modelo transexenal conservador. Treinta años después, la correlación de fuerzas corre a favor de los vientos privatizadores. Tan es así que, hoy, el PRI cambia su Declaración de Principios y sus estatutos —su programa ideológico— para permitir, sin que le remuerda la conciencia nacionalista de antaño, la apertura de Pemex a la inversión extranjera y el aumento del impuesto al valor agregado (IVA) y a su aplicación a alimentos y medicamentos.
 
“Son políticas que ampliamente comparte el PAN y una parte importante (hegemónica) del PRI, y que buscan redimensionar el papel del Estado en la economía, la desregulación de las actividades productivas y de servicios, el equilibrio presupuestal a ultranza y la apertura de la economía mexicana al exterior”.
 
Aquí se insertan las reformas estructurales que hasta hoy se concretan, mediante el Pacto por México, en un proceso contrarrevolucionario, es decir, contra las conquistas económicas y sociales de la Revolución Mexicana, que “entraña un periodo de transición, en que se modifican las instituciones, se redefinen las relaciones entre los factores de la producción y entre las clases sociales y en las que hay un reacomodo del poder” (Carlos Tello y Jorge Ibarra. La Revolución de losRicos. Facultad de Economía de la UNAM. México. 2012).
 
Un día antes de la detención de Gordillo, en el aeropuerto de Toluca, proveniente de San Diego, California, el 26 de febrero, sin su presencia y ni siquiera un representante del SNTE, se promulgó la reforma educativa, dentro del Pacto por México. En Palacio Nacional, el secretario de Educación, Emilio Chuayfett, puso los puntos sobre la íes:
 
“Se dice que gracias a la reforma la escuela dejará de ser gratuita, y que, por virtud de ella, se sacrificarán derechos adquiridos de los profesores. Aquí, en el centro de la República, en la sede del Poder Ejecutivo Federal, afirmamos: nada es más falso. Frente a los nuevos vientos de la transparencia y de la calidad que inspira la reforma, hay quienes izan por intereses particulares las banderas de la confusión”. En todo caso, son “rumores por ignorancia, cuando no por mala fe. Un día antes, el SNTE había se quejó de la “ignorancia” del secretario de Educación, Chuayfett, en torno al sistema educativo.
 
Entre los asistentes en la ceremonia en Palacio Nacional, el rector de la UNAM, José Narro Robles, y los dirigentes de los tres principales partidos políticos, firmantes del Pacto por México, que a partir del mismo 1 de diciembre de 2012, mismo día de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, es el espíritu que anima todos los acuerdos entre los grupos políticos, económicos y sociales que abren el camino a la aprobación de las reformas estructurales pendientes, como la laboral, con la que se les prometió a la clase obrera el paraíso... (en realidad, al capital).
 
Llama la atención el comentario del dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, en favor de la reforma educativa: “Lo que dijo el secretario de Educación es muy atinado en el sentido de que debemos estar pendientes y evitar de que a la gente se le confunda. De ninguna manera estábamos pensando abrirle la puerta el camino a la privatización, al contrario”. Y a la pregunta de si era “la uno estocada final a la maestra Gordillo”, el perredista contestó: “Esuno de los poderes fácticosque debemos abatir con las armas y los instrumentos de las instituciones de la República”.
 
Momentos antes, el Presidente había enumerado las bondades de la reforma, como la que el mérito profesional será la única forma de ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor. Insistió en que el Estado asume plenamente la acción rectora y reguladora en educación, en la que se reafirma su carácter público, laico y gratuito (La Jornada, 27/2/2013).
Horas después, al día siguiente, se sucedió la detención de la Maestra.Llama la atención la no reacción, la no movilización, del gremio en torno a su dirigente, a pesar de su fuerza numérica. Se mostró, una vez más, que en México las instituciones giran en torno a la voluntad de una sola persona, como resabios del autoritarismo, que hoy reaparecen.
 
“¡El sindicato soy yo!”, pudo haber dicho Gordillo, ahora caída en desgracia. Pero, ante los hechos consumados, predominó en el SNTE el pragmatismo: “¡Muera el rey!¡Viva el rey!” La dejaron morir (políticamente) sola.
 
Por un lado, Arnaldo Córdova, del que celebramos los 40 años de su clásico texto La ideología de la Revolución Mexicana, pregunta: “¿por qué hasta ahora?” Todo apunta a que es una venganza política, más que un acto de justicia. Por otro lado, Luis Hernández Navarro observa la imputación contra Gordillo como parte la restauración autoritaria del PRI (La Jornada, 3/3/2013).
 
Recuérdese que la escuela es, según la clásica definición de Althusser, un aparato ideológico de Estado, encargado, sobremanera, de transmitir los valores del sistema. Por lo tanto, es un espacio concreto de la lucha de clases, pero que la maestra utilizó en su beneficio: de ella y su familia, incluyendo la obtención de una franquicia electoral, que eso es el Partido Nueva Alianza (Panal, donde fue la abeja reina), que (se) vendió al mejor postor.
 
Frente al desastre escolar, que se refleja en los bajos índices de lectura y calificaciones en aritmética y lenguaje, ese otro poder fáctico que es la televisión —el duopolio— se encargó de la educación (no sólo sentimental) de la población: más del 80 por ciento tiene en la televisión su única fuente de (des)información. No en balde, el movimiento #Yo Soy 132 tiene como principal bandera de lucha la democratización de los medios, pues sin ella no existe no se sostiene la democracia política.
 
Con ser graves los motivos de la detención de Gordillo, por más de un cuarto de siglo, fue fiel al sistema que la encumbró y terminó por derribarla, como hizo con su antecesor. A ella, y con ella más del millón de maestros que constituyen el SNTE, se le achacan las bajas calificaciones, inmersa ésta, como todo en el sistema, en una feroz competencia, que debe traducirse en la productividad del trabajo vía la extracción de plusvalía—, que es la medida de todas las cosas.
 
Inmersa en la globalización, ¿cambiará el sistema educativo? Según, para qué.
 
https://www.alainet.org/pt/node/74181

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