Al final de la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas seriamente debilitadas, fue Estados Unidos, la más poderosa de las excolonias europeas, quien asumió el control neocolonial del planeta. Ahora, casi 80 años después, la primacía de Estados Unidos ha entrado en su ocaso. 

Estados Unidos ha impuesto un conflicto hostil a China y a otros países que consideran una amenaza. China no busca suplantar a Estados Unidos, solo inaugurar un orden mundial multipolar. Pero tanto para los liberales como para los neofascistas, no hay sustituto posible a la supremacía estadounidense. La incapacidad de las elites estadounidenses para comprender la inevitabilidad de un futuro multipolar las impulsa a nuevas guerras frías, intervenciones militares peligrosas y guerras híbridas de todo tipo. Lo que evita que estos países, desde Venezuela hasta Irán, colapsen bajo la presión son los pozos de legitimidad construidos por sus propios procesos políticos. 

Nuestro dossier #36 explora el surgimiento de una nueva guerra fría impuesta por Estados Unidos a China y las formas de guerra híbrida que han sido utilizadas como parte de este nuevo escenario estratégico. 

Lea el nuevo dossier del Instituto Tricontinental de Investigación, Ocaso: La erosión del control de Estados Unidos y el futuro multipolar