Fulvio Pompeo, el monje negro de la política macrista

16/04/2019
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

14 de octubre de 2015. Joaquín Morales Solá, editorialista del diario conservador La Nación, realizó una entrevista a Fulvio Pompeo, principal asesor en política internacional de Mauricio Macri. Allí, antes del triunfo electoral y la llegada de la Alianza Cambiemos al gobierno argentino, hablando sobre el Mercosur, Pompeo afirmó: “Más allá de los problemas económicos –y las trabas que nos ponemos permanentemente-, también tenemos un problema político con la Venezuela actual, donde nosotros consideramos que hay que poner en discusión la cláusula democrática porque no sabemos si exactamente eso es una democracia” [1].

 

¿Quién es este enigmático personaje que tenía la capacidad de anunciar la predisposición militante del macrismo contra del pueblo venezolano? ¿Quién es este hoy funcionario argentino que pudo enunciar los planes de Mauricio Macri para Venezuela hace casi cuatro años atrás?

 

Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Belgrano –una institución privada que supo integrar la nómina de socios de la Cámara de Comercio Argentino Británica [2]-, Fulvio Pompeo luego realizó un posgrado en la Universidad inglesa de Westminster. Desde hace algunos años integra el Consejo Argentino de Relaciones Internacionales, CARI, uno de los thinktank mejor ponderados del América Latina y que, históricamente, bajo el pretexto de afirmarse como la oficialidad de la política exterior de nuestro país, ha tenido una indudable vocación de alineamiento irrestricto con los intereses neoconservadores del núcleo de poder angloamericano.

 

Fulvio Pompeo viene silenciosa y laboriosamente ganando posiciones dentro de la estructura política macrista, donde integra los “equipos profesionales” del Parido Pro [3]. El actual secretario de asuntos estratégicos de la Jefatura de Gabinete de Argentina viene, además, acompañando a Mauricio Macri desde el año 2007, cuando fungió por ocho años como responsable de Relaciones Internacionales de la Ciudad de Buenos Aires [4].

 

Pero, sin dudas, su ascenso político ocurrió tras un importante hecho extraterritorial: la derrota de Hillary Clinton en las elecciones norteamericanas y la llegada de Donald Trumpa la Casa Blanca de los Estados Unidos.

 

Tras la apuesta pública del gobierno argentino por la candidata demócrata (y globalista), pronto se sospechó que los días de la por entonces Canciller Susana Malcorra estaban contados. Llegado el momento del cambio de figuras, fue Pompeo quién sugirió el nombramiento como ministro de relaciones exteriores de Jorge Furié, un diplomático de carrera vinculado a Carlos Ruckauf, el último vicepresidente de Carlos Menem.

 

Quizás en el marco de la crisis económica galopante, del achicamiento ministerial de septiembre de 2018, y del control económico y político del FMI en Argentina, Pompeo movió las piezas que faltaban para coronarse como el hombre fuerte la geopolítica del proyecto neoliberal que gobierna nuestro país.

 

Propio del diseño organizativo “líquido” de la transnacionalización financiera y la globalización política, Fulvio Pompeo desde un cargo “menor” ejerce desde el año pasado un control y una articulación estratégica entre la Cancillería y los ministerios de Seguridad y Defensa.

 

El Estado Nación desaparece, el Estado Policíaco Global se instala. Desde su secretaría de asuntos estratégicos, Pompeo funciona “como una especie de asesor nacional de Seguridad. Las suyas serán funciones parecidas, aunque en versión argentina, a las de la figura del National Security Advisor que existe en los Estados Unidos” [5], hoy en manos de John Bolton, el promotor de la invasión a Irak durante el gobierno de George W. Bush.

 

Desde el decreto 174/2018, que ordenó una nueva directiva para la defensa, Fulvio, que supo bromear en una entrevista sobre un supuesto parentesco con Mike Pompeo (actual Secretario de Estado de Trump) [6], avanzó con la articulación de la estrategia internacional con la seguridad nacional al tiempo que administra la agenda argentina en el conflicto regional, donde ha ejecutado su particular obsesión contra la Venezuela bolivariana, esa que aparece en la entrevista al diario La Nación que le realizaron antes de la llegada de Cambiemos al gobierno.

 

El protagonismo de Pompeo vio acrecentarse hace poco más de un mes con el nombramiento de Paola Di Chiaro como viceministra de defensa argentina, que “generará una situación incómoda para el ministro de Defensa Oscar Aguad por un simple motivo: aterriza a metros de su despacho una funcionaria de extrema confianza del jefe de gabinete y de Fulvio Pompeo, el secretario de Asuntos Estratégicos” [7].

 

Di Chiaro tendrá el objetivo de desarrollar en el ministerio de defensa la agenda que el macrismo estableció para el Atlántico Sur, la Frontera Norte y la Ciberdefensa.

 

Todo hace presumir que el alineamiento con la agenda neoconservadora se verá fortalecido: “El gobierno está convencido de que la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo [¡?] se debe coordinar con países como Estado Unidos, Israel o Brasil. La importancia de este aporte internacional en lugares muy calientes de la frontera norte como es la Triple Frontera resultan cruciales en esta estrategia de persecución a los narcos y a grupos extremistas como Hezbollah” [7].

 

Todo dicho en un párrafo de una nota tan auspiciosa que levanta sospechas de ser escrita por agentes del mismo gobierno: El triángulo de países capitaneados por Trump, Netanyahu y Bolsonaro; la “Triple frontera”, una idea fortalecida ahora desde una película en Netflix; “Hezbollah”, un supuesto grupo terrorista del que nadie dice que resulta ser hoy un partido legalmente constituido que integra el gobierno de coalición de su país, el Líbano.

 

La agenda continental no escapa de las manos de titiritero del Pompeo argentino. Este oculto personaje ya ha sido protagonista de la articulación del gobierno argentino con la débil y entreguista oposición boliviana de cara a las elecciones presidenciales que el Estado Plurinacional llevará adelante en octubre. A través del CARI y los medios oficiales coqueteó con Carlos Mesa [8] y, en persona, lo hizo con Óscar Ortiz [9], las dos figuras centrales de la oposición al proceso de cambio capitaneado por Evo Morales Ayma.

 

Con Ortiz existe, además, un aceitado vinculo a partir de la Unión Internacional Demócrata, la liga de partidos vinculados a los republicanos norteamericanos, donde el Pro (el partido de Macri) y Demócratas (el partido de Ortiz) conviven.

 

Pero, sin dudas, la “agenda Venezuela” se ha convertido en prioridad de Pompeo. Macri lo envió a los Estados Unidos a mediados de enero de este año para que sea la figura argentina que articula los planes de intervención de Donald Trump en ese país.

 

Por el Pompeo argentino pasan, casi con seguridad, los reconocimientos a Elisa Trotta, la “Embajadora de Guaidó”, ahora protagonista de una proyección desestabilizadora junto a los “Cascos Blancos” de la Cancillería Argentina.

 

El gobierno de Macri, junto a Elisa Trotta, anunció desde la escuela de diplomáticos argentinos –el Instituto del Servicio Exterior de la Nación, ISEN-el envío de 29 toneladas de “ayuda humanitaria” a Venezuela a través de la tensa frontera con Colombia para romper los ya desgastados equilibrios regionales [10].

 

Éste es Fulvio Pompeo, un enigmático funcionario que concentra un enorme poder en áreas estratégicas de gobierno y que no rinde cuentas ante nadie. Un monje negro de la política macrista con capacidad para jugar irresponsablemente con la inserción de los 44 millones de argentinos en una región convulsionada y en un mundo en crisis.

 

Notas

 

[1] Ver entrevista en: https://www.lanacion.com.ar/politica/el-futuro-de-la-politica-exterior-nid1836565

[2] https://elmalvinense.com/smalvi/10/1401.htm

[3] https://www.youtube.com/watch?v=SyGtqkjRU34

[4] https://ar.linkedin.com/in/fulviopompeoargentina

[5] https://www.clarin.com/politica/fulvio-pompeo-gano-funciones-pasa-asesor-nacional-seguridad-macri_0_S1gimeiuf.html

[6] https://www.infobae.com/politica/2018/04/02/el-nuevo-secretario-de-estado-norteamericano-es-primo-de-un-funcionario-de-mauricio-macri/

[7] https://www.infobae.com/politica/2019/02/27/a-partir-de-los-ultimos-cambios-el-gobierno-busca-unificar-las-tareas-de-defensa-con-la-cancilleria/

[8] https://www.telam.com.ar/notas/201903/340506-mesa-la-candidatura-de-evo-morales-es-ilegitima-pero-la-batalla-democratica-se-da-en-las-urnas.html

[9] https://eju.tv/2019/03/oscar-ortiz-en-la-casa-de-gobierno-de-argentina/

[10] https://www.infobae.com/politica/2019/04/08/argentina-envia-el-primer-cargamento-de-ayuda-humanitaria-a-venezuela/

 

Paula Giménez y Matías Caciabue|

Investigadores argentinos del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

http://estrategia.la/2019/04/16/fulvio-pompeo-el-monje-negro-de-la-politica-macrista/


 

https://www.alainet.org/pt/node/199362?language=es
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS