Hace 150 años nació el gran patriota Lisandro De la Torre

13/12/2018
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El 6 de diciembre de 1868, 150 años atrás, nació uno de esos grandes patriotas argentinos, quasi ignorado por la historia oficial, quién desde muy joven, y hasta su suicidio al que lo llevara la desazón que le causara la marcha del país y, particularmente por la depresión que le provocara el asesinato, en plena Cámara de Senadores de la Nación, de su compañero de bancada, Enzo Casiano Bordabehere, nacido en Paysandú, Uruguay, quién resultó víctima de un disparo que le estaba dirigido a él.

 

Dicho gran patriota fue nada menos que Lisandro Nicolás De la Torre, el santafesino quién a través de sus poco más de 70 años de vida luchó sin descanso por los derechos de los sectores populares, defendió los intereses nacionales, combatió todas las formas de corrupción y como parte de esto último impulsó la democratización de la justicia, una cuestión hoy indispensable, para lo cual, planteó la elegibilidad por un plazo determinado de los magistrados.

 

Precisamente, cuando el comisario Ramón Valdés Cora asesinó a Bordabehere el 23 de julio de 1935 la cámara alta se encontraba tratando la iniciativa de Lisandro De la Torre sobre las consecuencias del Pacto Roca-Runciman, firmado por el gobierno del presidente Agustín Pedro Justo en 1933 con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que fue el restablecimiento del Tratado D’Abernon firmado por el presidente Juan Hipólito Yrigoyen; tratado que favorecía al negocio de los exportadores de carne pero profundizaba la dependencia con esa potencia europea.

 

Su lucha contra el manejo del negocio de la carne se enmarcó en una política que ya había iniciado en 1923 el entonces ministro de Hacienda, Rafael Miguel Herrera Vegas, durante la presidencia de Máximo Marcelo Torcuato de Alvear, con la creación del Frigorífico Nacional; una empresa estatal cuyo objetivo fue controlar ese negocio manejado entonces por empresas del RU y de los Estados Unidos de América. Por esa razón el Frigorífico Nacional, en su homenaje, pasó a denominarse Lisandro De la Torre en 1957.

 

En enero de 1959 el presidente Arturo Frondizi impulsó su privatización lo que desencadenó un conflicto llevado adelante por los 9000 trabajadores a quienes se les rechazó la oferta de hacerse cargo ellos mismos cooperativizando la gestión. El frigorífico fue entregado a la Corporación Argentina de Productores de Carne y los obreros fueron reprimidos por la Policía Federal y la Gendarmería Nacional, con apoyo de tanques del Ejército lo que constituyó el punto de partida del Plan Conintes utilizado contra los trabajadores en conflicto; plan que motivó el alejamiento del entonces Secretario de Relaciones Socio-Económicas, Rogelio Frigerio.

 

Fiel a la etimología de su nombre Lisandro (del griego “el que libera al hombre”), De la Torre luchó incesantemente contra todo aquello que perjudicase al pueblo y así participó apoyando a Leandro (“el hombre del pueblo”) Nicéforo Alem en la “Revolución de 1890” contra dl presidente Miguel Ángel Juárez Celman, fuertemente vinculado con el sistema financiero, y más tarde, en diciembre de 1924, después de caminar por la selva misionera, transitar sus ríos y recorrer sus poblados, logró en la Cámara de Diputados, en lo que muchos consideraron el más brillante debate del Congreso Nacional, frenar la importación de yerba mate brasilera, favoreciendo así a los productores nacionales.

 

Tras cursar el colegio secundario en su Rosario natal, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires con una tesis, en la que tuvo muy en cuenta el pensamiento de Alexis de Tocqueville, sobre autonomía municipal, cuestión por la que bregó durante toda su vida, por considerarla una cuestión fundamental para una verdadera democracia. Por ello citaba a Tocqueville cuando éste señalara que “en la comuna es donde reside la fuerza y la vitalidad de los pueblos libres”.

 

Así como Manuel Críspulo Bernabé Dorrego estudiara en los Estados Unidos de América el régimen federal que intentase, sin éxito, impulsar para la Constitución Nacional en la Argentina, también el vasco descendiente De la Torre viajó a ese país para estudiar el sistema de autonomía municipal, y siendo ya diputado nacional por el partido Liga del Sur, por él fundado, hizo centro en la cuestión. Cabe señalar que como lo señalaran los autores de la Constitución de los EAU buena parte de la misma estuvo inspirada en los 117 artículos de la constitución elaborada en el Siglo XII por la Confederación Iroquesa, el estado jurídicamente más desarrollado en los pueblos indígenas americanos.

 

También fue un hombre de armas tomar y así cuando se produjo el levantamiento radical de 1893 fue el jefe de operaciones en la Provincia de Santa Fe. Comenzó por tomar la Jefatura de Policía de Rosario y luego avanzó hacia la capital provincial donde se lo llegó a proclamar presidente del gobierno revolucionario pero al ser derrotada la insurrección en el resto del país De la Torre se vio obligado a desistir de la acción.

 

En 1908 fundó la Liga del Sur y en 1914 el Partido Demócrata Progresista, una fuerza, entonces de izquierda, que llegó a la gobernación santafesina en 1932 con la candidatura de Luciano Florencio Molinas mientras él se desempeñaba como senador nacional, después de haber rechazado la propuesta que le hiciera el presidente de facto José Félix Uriburu en 1930 para sucederlo en el cargo.

 

Poco antes de su renuncia como senador, en 1937, protagonizó un importante debate al rechazar el proyecto de Ley Anticomunista presentado por Marcelo Sánchez Sorondo. Partidario de la conformación de frentes populares que incluyesen al comunismo, De la Torre expresó en esa ocasión: "El peligro comunista es un pretexto, es el ropaje con que se visten los que saben que no pueden contar con las fuerzas populares para conservar el gobierno y se agarran del anticomunismo como una tabla de salvación. Bajo esa bandera se pueden cometer toda clase de excesos y quedarse con el gobierno sin votos. Yo soy un afiliado a la democracia liberal y progresista, que al proponerse disminuir las injusticias sociales trabaja contra la revolución comunista, mientras los reaccionarios trabajan a favor de ella con su incomprensión de las ideas y de los tiempos".

 

Desde entonces se retiró virtualmente de la vida política y el 5 de enero de 1939, agobiado por el contexto social y el asesinato de Bordabehere, se suicidó en su departamento de la calle Esmeralda 22 en el centro porteño y la Argentina perdió a un auténticamente grande.

 

- Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/197126
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