El desastre económico causado por el gobierno pone a los ideólogos y opinadores del establishment que se expresan en Clarín y La Nación a buscar soluciones para el futuro inmediato: Clarín juega con la estrella Tinelli, sea por el macrismo o por el peronismo rubio, le da lo mismo. La Nación pone sus esperanzas en renovadas ayudas de Trump a Macri.

En ambos casos, la búsqueda es de una salida que evite la recuperación en 2019 de un proyecto político-económico alternativo, encarnado o no en Cristina Fernández de Kirchner. El asunto es garantizar que continúe en sus líneas estructurales el modelo Macri, el patriota que, dicen al unísimo e imitando el eslogan gubernamental, está haciendo “lo que hay que hacer”.

  Clarín llega al domingo 30 de septiembre expresando, por vía de la nota de Van der Kooy (leída y releída cada vez por los altos mandos del grupo), que el gobierno está casi en la lona y con perspectivas muy negativas. La Nación privilegia a Morales Solá, perdidamente enamorado del presidente: vendrá ayuda de Trump en forma de “datos propios” norteamericanos y, obvio, en clave anti-kirchnerista: “corrupción”, fotocopias o algo que sirva a estos fines. Casi que se lo puede tomar como anuncio oficial de la embajada.

   La economía se achica, la pobreza se agranda, la imagen de Macri está en su piso y arrastra a Vidal y Larreta y, se queja Van der Kooy, no hay siquiera un “relato convincente”. El FMI es la última carta para “enderezar la proa” y atrás quedaron promesas y promesas. Y se viene el 2019 y el fotocopiazo no alcanza para que el peronismo bueno se juegue contra Cristina bien a fondo, es decir sacándole fueros para que la pongan presa. Y malestar social, actos de violencia.

   Es un panorama desolador por cuya salida este escriba no responde. Pero sí ensaya una respuesta otro columnista, Fioriti: juega con el corazón grande de Tinelli y su ayuda a los pobres, y que se prepara para ser candidato, y que Massa-Pichetto-Urtubey-Schiaretti tienen interés en él, tanto como Larreta, y como Macri y Vidal, que estuvieron con él en días recientes, tratando de atraerlo.

   En cambio Morales Solá, que sentencia el adiós al riesgo de default por el “acuerdo” con el FMI que “salvó al país”, describe con mucho menos crudeza la situación de su amado presidente, para lanzar luego un anuncio estadounidense: “Siempre le quedará Cristina a Macri”. Fuentes “diplomáticas”, teclea, anuncian que “en algún momento aparecerán los Estados Unidos” agregando “datos” que apuntalarán el fotocopiazo. Aparentemente se tratará de supuestos rastros bancarios de la “corrupción argentina”.

   Eso incidirá, obvio, en la polarización Macri-Cristina, actores excluyentes porque, pregunta el redactor enamorado, ¿qué hizo el PJ bueno en tres años para eliminarla a Ella, eh? “Poco y nada”, se queja. Los peronistas de ojos claros ni siquiera presentaron un programa económico que fuera una “oferta homologable” y hasta votaron la ley contra el tarifazo y ahora “dan vueltas” con el presupuesto que exige el FMI, que -insiste- nos salvó a todos del default.

   En fin, concluye, hay que esperar lo que haga Trump, sea porque lo quiere a Macri o sea porque odia a Cristina.

   Por cierto, el fotocopiazo sigue siendo para los columnistas de ambos diarios el único recurso para apuntalar al macrismo: por los fines políticos -aniquilar a la oposición- y por los fines económicos ya anunciado varias veces y retomados el sábado por Olivera de La Nación: las empresas argentinas mencionadas por los “arrepentidos” a los que Bonadío/Stornelli les indican qué decir, están quedando en la lona, habrá que “salvarlas” y tal vez se dé la casualidad de intereses extranjeros que hagan el sacrificio…

   Algunos de estos muchachos participan de guerras o guerrillas mafiosas con versiones, danzas de nombres, pronósticos sombríos para más de uno.

Pagni en La Nación, que en el fotocopiazo ya había involucrado a Hadad, Angelici, Stiuso, Highton de Nolasco, volvió el viernes a ponerse travieso: ¿Dónde está la plata de Cristina? preguntó. Y responde que podrían saberlo los empresarios Esquenazi, pero “nadie los llama” a declarar. Y, arriesga, Clarens los nombró en sus reuniones con Bonadío/Stornelli, pero “alguien” le dijo: “Si querés no estar preso y seguir como arrepentido, tenés que sacarlos”. Y los Esquenazi, dice, no están nombrados en la declaración de Clarens. Estas líneas, además de repartir amenazas (la nota vuelve a nombrar al empresario Hadad) expresan con gran desparpajo que las declaraciones e imputaciones en la causa son manipuladas a gusto de un poder sin rostro ni nombre, pero que es el que conduce toda la maniobra.

Comunicadores de la Argentina – COMUNA

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